Escocia. Agosto del 2012. (Fuente: NCYT). Los resultados de una nueva investigación sugieren
que unas diminutas partículas magnéticas podrían ayudar a los médicos a
rastrear células en el cuerpo para determinar con mayor precisión si los
tratamientos están funcionando.
Los investigadores han constatado en sus
experimentos que inyectar en el torrente sanguíneo células inmunitarias
conteniendo partículas magnéticas es seguro y no interfiere en el
funcionamiento correcto de las células.
La presencia de estas células con
partículas magnéticas permite realizar, mediante escaneos de resonancia
magnética (MRI), un seguimiento de dichas células en sus movimientos por el
cuerpo.
Esto podría cambiar el modo de evaluar
nuevos tratamientos para ciertas enfermedades o problemas de salud, tal como
valora la Dra. Jennifer Richards, coautora de la investigación y cirujana
vascular en el Centro de Ciencia Cardiovascular de la Universidad de Edimburgo,
en Escocia.
Con terapias de células madre, los
médicos pueden adaptar a células sanguíneas para que combatan enfermedades.
Pero durante el desarrollo de estas terapias, es difícil determinar exactamente
a dónde van las células y cuántas llegan a donde se quiere que vayan. Poder
rastrear con seguridad estas células ayudaría a los científicos a conocer mejor
cómo las nuevas terapias de esta clase actúan realmente.
Existen otros métodos de rastreo, pero
estos exponen a los pacientes a una radiación alta o sólo permiten rastrear las
células durante unas pocas horas. En cambio, la resonancia magnética no utiliza
radiación peligrosa y además las células que contienen las partículas
magnéticas pueden ser monitorizadas durante al menos una semana.
Utilizando tubos de ensayo, el equipo de
Richards determinó primeramente que las células sanguíneas etiquetadas
magnéticamente se movían y desarrollaban como las normales.
Luego, efectuaron cuatro pruebas a
pequeña escala en humanos, con resultados alentadores.
Se necesita realizar más pruebas en
personas antes de poder pasar a utilizar con regularidad en humanos las células
etiquetadas magnéticamente, pero el camino abierto con esta investigación es
sin duda prometedor.