Fernando
Polanco Ochoa/IRZA
Chilpancingo, Gro., diciembre 01 del 2014 (IRZA).- Florencio
Salazar Adame, ex embajador de México en Colombia durante la administración
federal de Felipe Calderón Hinojosa, renunció este domingo al Partido Acción
Nacional (PAN).
Renunció
porque “en sus setenta años de creación no ha dejado de ser un grupo reducido
subordinado al poder público”.
En
conferencia de prensa, el también ex coordinador del Plan Puebla-Panamá durante
el gobierno del ex presidente de la República, Vicente Fox Quesada, dijo que la
dirigencia nacional ha minimizado al partido en Guerrero.
Recordó
que en el 2002 decidió unirse al partido “convencido de que representaba una
alternativa democrática y que permitiera el desarrollo integral de Guerrero”.
Aclaró que
su renuncia no signifique que participará en el proceso electoral del 2015 por
otro partido político pero que sí se dedicará a la promoción de la
participación ciudadana.
El también
ex alcalde priista de Chilpancingo, consideró que hay una crisis en todos los
partidos políticos y que eso hace que surja la participación ciudadana para
lograr la democracia.
Salazar
Adame exhibió copia del oficio que extendió al presidente nacional del PAN,
Ricardo Anaya Cortés, en el cual expone su renuncia y explica los motivos que
lo llevaron a tomar esa decisión.
Pero
resaltó que el PAN ha utilizado al partido como “moneda de cambio sin
interesarse en los problemas de fondo de la entidad” y en consecuencia, dijo,
no se ha permitido su crecimiento en el Estado.
“Voté por
la elección de Gustavo Madero”, pero también de Anaya Cortés, convencido dijo,
de que harían la diferencia en la visión del panismo en Guerrero.
Pero “me
equivoqué. Lo que hoy vemos en el PAN que usted dirige es el rostro de la
intolerancia y de las ambiciones políticas desbordadas”, expuso.
Como
militante, dirigente y funcionario público, explicó, “procuré servir con
honestidad entregando buenos resultados. Estoy satisfecho de haber militado en
el PAN”.
Pero
reiteró que el partido se ha extraviado por el oportunismo, la corrupción y que
sus dirigentes se ahogan en su doctrina fundacional de la cual sólo queda la
figura de Luis H. Álvarez.
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