miércoles, 23 de abril de 2014

Los tentáculos del Chapo en Acapulco


Lic. Jorge Torres Palacios.

Desde la captura de Joaquín Guzmán Loera “el Chapo”, nada se ha movido en Acapulco, de hecho la orden es que todo esté en orden. En varios puntos de la ciudad brigadas de hombres afines al grupo delictivo del otrora capo visitan zonas controladas y dicen que todo está normal y que no hagan caso a ciertas llamadas telefónicas.

De acuerdo a fuentes policiacas, Guzmán Loera visitaba hasta en dos ocasiones por año el puerto para disfrutar de sus bellezas. Quienes lo conocían y servían como ayudantes, éste llegaba a una casa normal dentro del exclusivo centro habitacional las Brisas.

Era vigilado por casi 20 hombres armados discretamente y utilizaban a los mismos trabajadores para que en sus noches de fiestas les compraran desde el hielo hasta vinos para poder disfrazar todo sin que nadie se diera cuenta.

Cuentan que el Chapo solía manejar un Mercedes Ben color blanco, blindado con placas de la ciudad de México y era seguido por dos camionetas de manera discreta, siempre con lentes, gorra y buena ropa, siempre acompañado de una dama.

Fuentes policiacas cuentan que en una ocasión, Guzmán Loera, seria capturado en el trayecto del aeropuerto a las Brisas, se instalaron hasta cuatro retenes a lo largo del boulevard hasta la escénica, el capo nunca fue detenido porque pasó vestido de policía fiscal y en una patrulla de Hacienda.

Quienes vieron al Chapo en las Brisas, cuentan que era un hombre de piel blanca, bajito de estatura, pero con mirada firme, parco al hablar y solía siempre dar la orden a su más cercano. Nunca mostraba prepotencia y era siempre solidario con quienes le hacían un favor.

Por dos bolsas de hielo, refrescos, aguas y cinco botellas de vino, le dieron en tan solo 40 minutos que bajó y compró, cinco mil pesos por sus servicios, y la frase fue, toma para tu navidad, cuenta un trabajador alberquero del hotel las Brisas, y es que el Chapo y su gente visitaron Acapulco un diciembre de hace dos años.

Actualmente ningún cartel o grupo delincuencial ha movido sus piezas, de hecho nadie dice nada. Se habla de una reunión entre los principales jefes de plaza de esos grupos en Acapulco, y el acuerdo es que todo siga igual, nada de persecuciones, enfrentamientos o agresiones.


Lo cierto es que llama mucho la atención el silencio y poca actividad desde la captura del más grande capo buscado por las autoridades,  y la pregunta sería, que se guardan los carteles después de todo esto, quien tomará las riendas, acaso serán las nuevas generaciones, o solo se trato de un mito de la realidad, y que la verdad es que, el Chapo estaba acabado, debilitado y sin poder. Tiempo al tiempo. Serpico_torre@hotmail.com 

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