· Consumo de frutas, vegetales y agua,
contribuyen a mejorarlo
Acapulco, Gro., a 27 de abril del 2014. Sobrepeso,
obesidad, tránsito intestinal lento (dificultad para defecar) gases y
hemorroides son algunos de los padecimientos que se pueden generar por la baja
o nula ingesta de fibra y agua en nuestra dieta diaria, informó la nutrióloga
del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Adriana Elvia González Martínez
Para
evitarlo, es necesario consumir las cantidades adecuadas de fibra, incluidas
principalmente en cereales, vegetales y frutas, explicó la nutrióloga adscrita
al Hospital General Regional (HGR) No. 1 Vicente Guerrero, ubicado en Acapulco.
Tanto
hombres como mujeres pueden presentar tránsito lento, pero es el segundo grupo
quien más problemas de este tipo padece, debido a que son más asiduas a
consumir alimentos que contengan harina y carbohidratos.
La
nutrióloga explicó que la fibra nos otorga diversos beneficios: además de
ayudarnos a agilizar el tránsito intestinal
equilibra el colesterol y la glucosa: “nos ayuda que el tránsito
intestinal avance a través del intestino, del estómago, de todo el aparato
digestivo”.
Destacó
que existen dos tipos de fibra: la soluble y la insoluble. La primera de éstas,
atrae el agua y se convierte en gel
durante la digestión. Esto lentifica el proceso digestivo. Este tipo de fibra
se encuentra en el salvado de avena, la cebada, las nueces, las semillas, los
fríjoles, las lentejas, las arvejas y algunas frutas y verduras.
También se encuentra en el psilio, un suplemento
común de fibra. Algunos tipos de fibra soluble pueden ayudar a disminuir el
colesterol, pero el efecto sobre la cardiopatía no se conoce.
El segundo tipo es la fibra insoluble, que se
encuentra en alimentos como el salvado de trigo, las verduras y los granos
integrales. Este tipo de fibra le aporta volumen a las heces y parece ayudar a
que los alimentos pasen más rápidamente a través del estómago y los intestinos.
Agregó
que el consumo de fibra, se debe suspender cuando la persona presente un cuadro
diarreico, ya que podría incrementar las evacuaciones hasta llegar a una
deshidratación. Este cuidado, se debe incrementar cuando se trata de niños
menores de 10 años y en adultos mayores, mencionó.
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