sábado, 7 de abril de 2012

Recomiendan biotecnología para elevar producción alimentaria


Entre los cultivos de este tipo que tienen posibilidades de prosperar en México están los de maíz, algodón y frijol
México. Abril del 2012. (Fuente: Notimex). ─ El uso de la biotecnología elevaría la producción de alimentos con cultivos genéticamente modificados para satisfacer la demanda de unos 150 millones de habitantes con que contará México en el año 2050, estimó Clive James.

El fundador y director del Servicio Internacional para la Adquisición de las Aplicaciones Agro-biotecnológicas (ISAAA, por sus siglas en inglés), expuso que entre los cultivos de este tipo que tienen posibilidades de prosperar en México están los de maíz, algodón y frijol.
Estimó en entrevista con Notimex que el cultivo del algodón, con el uso de la biotecnología, pasaría de 150 mil a 300 mil hectáreas de producción para exportar.
En el caso del maíz, cultivo del que se importan unas diez millones de toneladas que aumentarán a medida que la población mexicana crezca, refirió que el año pasado debieron subir las importaciones en un millón de toneladas para compensar los efectos de la sequía y las heladas.
Con el uso de la biotecnología se generaría un cultivo de maíz más tolerante a las heladas, de modo que los beneficios son significativos, sugirió el directivo de la organización que cuenta con una red internacional de centros diseñados para compartir conocimiento de agrobiotecnología.
“En México se cultivan más o menos siete millones de hectáreas en áreas del norte, donde no tienen las razas criollas, por lo que un plan científico incrementaría la producción nacional de maíz y disminuiría la dependencia de las importaciones”, abundó.
México importa diez millones de toneladas de maíz por año a un costo promedio de hasta 2.5 millones de dólares, y con la adopción de biotecnología agrícola, este monto podría aprovecharse para apoyar el desarrollo del campo mexicano y que estos recursos se queden en territorio nacional.
Para James, la clase de tecnología empleada para el algodón y el maíz es aplicable también al frijol, “de hecho, en Brasil un instituto del sector público acaba de desarrollar un frijol resistente a un virus”.
En México, el organismo que desarrolla investigación en la materia es el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional.
La alternativa es invertir también en instituciones que desarrollen este tipo de tecnología, así como contar con un sistema regulador basado en ciencia. “Si México tiene plazos muy largos antes de que se desregulen o liberen los productos, el país no puede aprovechar la tecnología”, advirtió.
Entre otros beneficios, esta tecnología “incrementa la calidad nutricional del producto”.
En este sentido, estimó que en 2014 se obtendrá aceite libre de omegas en frijol de soya, “lo que es muy bueno para la salud porque disminuye el colesterol; todos son beneficios para la salud que serán posibles con el acceso a esta tecnología y apenas hemos visto una fracción muy pequeña de lo que se puede hacer”.
Sobre el rechazo al uso de la biotecnología por parte de grupos ambientalistas que argumentan que son contraproducentes para las especies nativas, sugirió promover esta producción en áreas que cultivan el maíz a nivel comercial en el norte del país, mientras se protege la biodiversidad en estados del sur.
“México puede ganar con una mayor producción en los estados del norte y proteger sus razas criollas y la biodiversidad existente en el sur; no se tiene que renunciar a una en aras de la otra”, señaló.
En la actualidad, México ocupa el lugar 16 en el conteo mundial de adopción de la biotecnología agrícola en el mundo, con 200 mil hectáreas, mientras que Estados Unidos encabeza la lista con 69 millones de hectáreas.
En conferencia de prensa, Clive James refirió que la adopción de cultivos biotecnológicos en México para insumos como el algodón y la soya se tradujo en ingresos agrícolas por 121 millones de dólares acumulados de 1996 a 2010.
Entre los beneficios de este tipo de cultivos, mencionó que en 2011 se alcanzó un promedio de 175 mil 500 hectáreas de cultivos biotecnológicos, lo que representó un incremento de 146 por ciento respecto a 2010.
James destacó que la adopción mundial de biotecnología agrícola continúa al alza, al reportar en 2011 un total de 160 millones de hectáreas, es decir, 12 millones de hectáreas adicionales, lo que representa un incremento de 8.0 por ciento respecto al año inmediato previo.


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