EE.
UU. Abril del 2012. ( Agencia Internacional de Noticias RT). Desembarcó
al norte de Australia el primer contingente de estadounidenses, del total de
2.500 militares, con el fin de reforzar su presencia en la región
Asia-Pacífico, "donde el país norteamericano busca contrarrestar a China",
según analistas, mientras se retira de Irak y Afganistán.
Este primer despliegue de la
unidad de 200 infantes en la base de Darwin forma parte de los planes del
presidente de EE. UU., Barack Obama, que tienen el
fin de fortalecer las capacidades militares de su país en la zona, donde China
aspira a convertirse en la potencia
regional.
Pekín amenazado
Según afirma el politólogo
Emilio Viano, “claramente hay indicaciones que es una preocupación de
Washington de tener una presencia importante en el
sur del Pacífico para eventualmente intervenir en posibles disputas
territoriales entre China y otros países del sur de Asia
y mantener abiertas las vías navales de comercio en esta región”.
Viano apunta que se trata de
“una advertencia por parte de EE. UU. a China y otros países como India e
Indonesia, de que no está abandonando la región,
que se considera un poder del Pacífico y quiere mantener una presencia militar,
una influencia política y un rol en las
decisiones importantes de toda la región”.
No obstante, cuando el pacto
de defensa fue suscrito y anunciado en noviembre pasado por Obama y la primera
ministra australiana, Julia Gillard,
se hizo hincapié en que no representaban un intento de contener a China que,
por su parte, tachó la decisión de “inoportuna”.
Según el acuerdo, al
concluir su misión de seis meses, la fuerza será reemplazada mediante el
sistema de rotación. Según el plan previsto, el
destacamento aumentará a 1.000 efectivos en 2014 y alcanzará los 2.500 soldados
en 2016.
Base de drones
Además, EE. UU. estudia la
posibilidad de lanzar sus aviones no tripulados desde las Islas Cocos,
pertenecientes a Australia.
De esta manera, ese
archipiélago se convertiría en uno de los territorios para múltiples bases
aéreas comandadas desde el Pentágono en la región
Asia-Pacífico y desde allí también despegarían sus aviones tripulados de
combate.
La nueva estrategia militar
de la administración de Barack Obama, presentada el pasado 5 de enero,
contempla un aumento de la presencia en Asia. En ese
marco, aparte de desplegar 2.500 marines, buques y aeronaves en el norte de
Australia, EE. UU. mantendrá sus grandes bases
en Japón y Corea del Sur.
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