EE.UU. Abril del 2012. (Agencia Internacional de Noticias RT). La policía del estado de Texas
quiere multar a una madre soltera que logró salir de la pobreza tras idear un
negocio bastante inusual: un servicio de limpieza a domicilio que ofrece
asistentas desnudas. Los ciudadanos y los blogueros del estado se indignan por
la postura de las autoridades.
En el epicentro de escándalo se
encuentra una pequeña compañía, que ofrece a sus clientes la posibilidad de
contrar bellas asistentas que, si así lo desea el cliente, se presentarán en su
casa en ropa interior o completamente desnudas.
Policía en busca del sexo
Aunque este tipo de negocio ya
existe en otras ciudades de Estados Unidos, los agentes de Texas no le quitan el
ojo de encima a de Melissa Borrett (26 años), la dueña de la empresa.
La mujer es una madre soltera que
antes trabajaba como camarera en un club de la ciudad de Lubbock, donde que era
más pobre que las ratas hasta que se ocurrió esta idea.
Gracias a la buena marcha de su
negocio Melissa se trasladó del albergue de pobres donde vivía a una casa
propia. Sin embargo, nuevos obstáculos aparecieron en su camino cuando la
policía y las autoridades de Texas empezaron a sospechar que su negocio tenía
una “orientación sexual” y exigieron a Melissa que pagara el correspondiente
impuesto de 650 dólares por año más 5.000 dólares como fianza.
La empresaria rechaza
categóricamente cualquier matiz de sexual de su compañía y dice que las chicas
simplemente “se ven estupendas”, lo que -según ella- es lo que distingue su
idea de otros servicios similares.
Todo parece indicar que no se trata
de prostitución encubierta, pues -según las condiciones que asumen los clientes
cuando contratan este servicio-, se descarta cualquier tipo de contacto íntimo
o de acoso a la asistenta. Tampoco se puede encargar un servicio a una persona
menor de 18 años. Además, el contrato establece que el cliente debe estar
vestido mientras dure el servicio en su apartamento.
Una limpieza completa de apartamento
cuesta 100 dólares (sea cual sea el número de piezas de ropa que lleve la
asistenta) o 150 dólares si el cliente quiere que sean dos chicas en vez de
una.
Sin embargo las autoridades siguen con su postura y ahora la ingeniosa empresaria, que rechaza de
plano que su oferta tenga un carácter sexual, podría enfrentarse a una multa
adicional de 2.000 dólares.
La atención mediática suscitada por
este caso ha conmovido a los ciudadanos de Texas y de otros estados. Cientos de
blogueros critican a la policía y a autoridades del estado por no dejar que
esta joven madre con una hija pequeña se gane la vida.
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