Praxis
Política.
Por Ramón Sifri
“La mejor vía para el progreso de un país se determina a
través del conocimiento de sus problemas; en la honorabilidad, experiencia y
rectitud de sus gobernantes y en la defensa de los bienes de la nación y de su
soberanía; no en su entrega” Lic. Benito
Pablo Juárez García.
En
diversas y reiteradas ocasiones a través de los dos últimos años, hemos venido
sosteniendo lo que hoy millones de mexicanos empiezan a comprobar por sí
mismos. La caída estrepitosa en las preferencia electorales del primer acolito de la nación; el
candidato tricolor, vaselino-clerical-televisivo, Enrique Peña Nieto, a quien
ya ubican como un personaje fuertemente influenciado por la usura, corrupción y
compromisos adquiridos, desde ahora, con gobiernos, curato y empresarios
extranjeros de los bienes de la nación, comenzando por la industria y toda la
cadena productiva del sector energético que fue a ofrecer a los Estados Unidos
de Norteamérica y Europa.
Dicen
los que saben que cuando se pretenda
analizar con seriedad el sistema de
gobierno de un aspirante a Jefe de Estado, necesariamente se debe observar y
dar puntual seguimiento a los ofrecimientos y compromisos que adquiere, en su
momento, como candidato. Ese es el caso que hoy nos ocupa y preocupa. ¿Por
qué?, ¿se ha imaginado usted, diligente
lector, al joven del Edomex ambicioso, ignorante e inexperto, “rematando” al mejor postor, cual vil
mercader, los bienes del proletariado de
la nación que tanto trabajo y sangre costaron al pueblo de México en los
movimientos de Independencia, Reforma y Revolución, que para él y quien lo maneja ya pasaron de moda y no
significan absolutamente nada?
En
este contexto, vale la pena subrayar que es lo que realmente representa el
candidato vaselino y quién está detrás de él. En el primer círculo de su staff
personal destacan el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, sí, adivino usted
respetable lector, el mismo que ordenó modificaciones a los artículos 3º,4º,5º,
24,27 y 130 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Es
decir; el chaparrito, pelón y orejón fue quien permitió que el alto clero,
señalado en todo el mundo como pederastas, empresarios privilegiados sin
llenadera y corporaciones extranjeras saqueara las arcas y se apoderaran del patrimonio nacional. Por eso a nadie debe
sorprender que sean los mismo socios de Salinas los que hoy sean los operadores de la campaña del
candidato de copete brillante y cerebro opaco. Ni más, pero ni menos.
Otra de sus piezas claves para que pillaran a
las instituciones de la República fue, sin lugar a dudas, los golpes
estructurales, económicos y políticos al movimiento sindical organizado de la
nación, empezando por imponer a la maistra corrupta, sinvergüenza y que además
no sabe leer, Elba Esther Gordillo hasta el desmantelamiento y derrocamiento de
líderes y organizaciones de trabajadores como La Quina, Carlos Jonguitud
Barrios, la CTM, FSTSE, TELMEX, CFE, hasta terminar nombrando a sus
incondicionales y operadores políticos en la dirigencia del mismísimo Congreso
del Trabajo.
Y
quién no recuerda a ex legisladores comparsas, salvo contadísimas excepciones,
y desgobernadores que hoy en día están detrás del candidato priísta, Arturo
Montiel, Carlos Hank González (QPD), Heberto Barrera, Manlio Fabio Beltrones, Jiménez
Morales, Manuel Camacho Solís, Fernando Baeza, Víctor Cervera, Patricio
Chirinos y Pedro Joaquín coldwell, entre otras finísimas personas. Lástima que
por cuestión de espacio no podamos seguir dando nombres de estos operadores utilizados por el Salinato y
Zedillato priísta en contra del pueblo de México. Para no desviarnos del tema,
esto es lo que realmente significa y representa EPN. La generación del
golpismo, arribismo, la tranza y la trampa.
Y
precisamente de regreso de una gira por el Sureste, el imberbe Peña, su staff y
sus “manejadores” comprobaron
fehacientemente los resultados de una encuesta ciudadana (Ciudadanet), que
ubica al candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador de la coalición
PRD-PT-Movimiento Ciudadano, como puntero en las preferencias electorales en
Quintana Roo. Un hecho que vuelve a preocupar a la dirigencia del PRI y reitera
la posibilidad de un cambio de candidato urgente, toda vez que Peña Nieto se ve
cansado, enojado, desesperado y angustiado por las preguntas que pudieran
hacerle en actos de campaña, otro tremendo error que habrá que pagar con el
rechazo popular es el aislamiento
forzoso en el que tienen que poner al candidato Wildrow “por temor a su ya conocida ignorancia
supina y a no saber las respuestas” y esto, con toda franqueza, lo ponen en desventaja ante los otros
candidatos que tienen más experiencia, capacidad, formación académica y
experiencia en el arte del buen gobierno.
Finalmente,
diligente lector, imagine usted como va en caída libre el candidato vaselino que hasta en la
mismísima tierra del presidente de su partido, Pedro Joaquín codlwell, Andrés
Manuel López Obrador se pone a la cabeza en la preferencia ciudadana con una
intención de voto del 31.3 por ciento, mientras que el candidato priísta sólo
alcanza un 24.2 por ciento. Lo dicho, si el PRI no cambia de candidato,
difícilmente llegará a la Presidencia de la República.
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