Acapulco, Gro, julio del 2014. Síntomas
como náuseas, vómitos, sudoración y enrojecimiento de la cara pueden aparecer
minutos después de ingerir alcohol con algunos medicamentos, principalmente
cuando se trata de anti-inflamatorios o analgésicos, que de ingerirse en dosis
mayores, podrían generar consecuencias mortales, informó el Instituto Mexicano
del Seguro Social (IMSS) Delegación Guerrero.
De acuerdo
con el médico especialista en Medicina Critica, Raúl Mercado Ávila, las
consecuencias será de acuerdo a la cantidad de alcohol y medicamentos que se
ingieran de forman simultánea, por lo que recomendó conocer qué tipo de
medicamentos nos pueden afectar en mayor escala, aunque la recomendación
principal es no combinarlas.
Indicó
que entre los fármacos que se debe evitar consumir junto con bebidas etílicas
están algunos antiepilépticos, ya que pueden tener importantes consecuencias,
generando disminución de la eficacia del medicamento.
“Los
pacientes que consumen anticoagulantes orales deben evitar la bebidas
alcohólicas, porque sus consecuencias poder ser mortales, de tal efecto que no
podemos mezclarlas, además de que no es conveniente suspender el medicamento
por consumir alcohol, porque el tratamiento farmacológico pierde eficacia”,
expresó.
Indicó
que los síntomas (antes referidos) de la mezcla de medicamentos y alcohol se
denominan antabús, las cuales son manifestación clínicas
que pueden ser leves o graves y que varían desde un simple rubor facial,
náuseas, vómitos, ansiedad, hasta incluso taquicardias, hipertensión,
insuficiencia respiratoria o encefalopatía.
Algunos
medicamentos que por ningún motivo, reiteró, se deben mezclar con alcohol son
aquellos que actúan a nivel cerebral, sobre todo los que disminuyen la
actividad neuronal, es decir, “Los que conocemos como sustancias depresoras del
sistema nervioso central como: beozidiacepinas (diazepam, bromazepam),
barbitúricos (pentobarbiotal, tiopental) y analgésicos opiáceos (codeína,
buorenorfina, mortina).
“Hay que
tener presente la graduación de alcohol, con una copa de vino, de unos 100 cc,
o un vaso de cerveza, de 100 a 300 cc, no habrá grandes inconvenientes. Y si la
copa de un destilado es pequeña, de 50 a 100 cc, tampoco”.
Agregó
que por sí solo, el alcohol produce una pérdida gradual del control, con
progresiva disminución de la conciencia y en último extremo puede llegar a
producirse la muerte por depresión respiratoria.
Por lo tanto,
el especialista recordó que es importante que si tiene alguna duda, de
inmediato se consulte con su médico y con ello evitar consecuencias fatales
para el organismo.