Rusia. Febrero del 2012. (Agencia Internacional de
Noticias RT). El
fin del mundo presuntamente ocurrirá dentro de solo dos años debido a un brusco
descenso de las temperaturas. El nuevo período glaciar se prolongará por lo
menos dos siglos y congelará todo el planeta.
Según
anunció el jefe del sector de investigaciones espaciales del Observatorio de
Pulkovo de la Academia de Ciencias de Rusia, el doctor honorario Jabibulá
Abdusamátov, que estudia detalladamente la periodicidad del cambio de la
actividad solar, la Tierra ha acumulado una gran cantidad de calor y ya ha
comenzado a enfriarse.
Según
el experto, ya se puede sacar conclusiones sobre los futuros calentamientos
globales y los descensos de temperatura. "Disponemos de datos que indican
que la temperatura comenzará a bajar radicalmente a partir de 2014 hasta llegar
a su pico en 2055", asegura el investigador.
El
científico explica el fenómeno con la existencia de varios ciclos de actividad
solar. Así, actualmente está a punto de terminar el ciclo que se distingue por
una brusca caída de dicha actividad. El pronosticado descenso prolongado de
temperatura representaría el quinto pequeño período glaciar en los últimos
nueve siglos.
Afectará
a todos
"El
descenso de temperatura llevará a que las zonas de cultivo queden
considerablemente reducidas. Además de los problemas con los alimentos, será
mucho más difícil la extracción de petróleo y gas en latitudes
septentrionales", asegura el experto, que hace hincapié en los problemas
graves de suministro de calefacción que experimentará la población.
"El
descenso de temperatura afectará a muchos, a casi todos", advierte el
investigador, destacando que "como ocurre a menudo, primero se habla de
que todo esto es absurdo, que no es ciencia, que esto no puede ser, pero
después resulta que algo al fin y al cabo tiene lugar".
"El
reconocimiento de la teoría sobre el descenso de la temperatura corre por todo
el mundo", informó Abdusamatov, que no obstante dio esperanzas al afirmar
que las temperaturas no alcanzarán su nivel crítico, así que no se podría
hablar de un cambio absoluto y definitivo de la temperatura de nuestro planeta.