Reportaje
Acusado como presunto
responsable del homicidio de su esposa y evasor de la justicia mexicana, el
productor de televisión estadounidense ya está en el penal de Cancún, donde
podría purgar una pena de hasta 40 años en prisión
Por Isela Serrano / Luces del Siglo (*)
Cancún, Qna. Roo., febrero de 2012. Bruce Beresford Redman,
productor de la serie “Survivor” regresó a Cancún. Duerme en el Cereso y medita
su futuro. De resultar culpable podría purgar una condena de hasta 40 años por
el asesinato de su entonces esposa, la modelo y empresaria brasileña Mónica
Burgos, ocurrido durante sus vacaciones en abril de 2010, al interior del lujoso
hotel Moon Palace.
El supuesto homicida arribó a la ciudad en un taxi aéreo, proveniente del
estado de México, a las primeras horas de la madrugada del jueves 9 de febrero
de 2012, gracias a la extradición que otorgó el gobierno estadounidense; de esta
manera, ingresó al penal.
La historia ha sido una sucesión de hechos que podría protagonizar un thriller.
Los hechos salieron a la luz pública el 6 de abril de 2010 cuando Beresford
presentó una denuncia en Cancún por la supuesta desaparición de su esposa.
Aunque Beresford intentó relacionar los hechos con un secuestro, el cadáver fue
descubierto dos días después, dentro de una cisterna en el lujoso resort, a
unos 80 metros de la habitación que compartía el matrimonio con sus dos hijos
menores.
El cuerpo presentaba golpes
De acuerdo con las versiones de la familia Burgos, la pareja vacacionaba como
parte de un acuerdo para una supuesta reconciliación ante los problemas
maritales que enfrentaban. La atención de la autoridad estatal se centró en Beresford,
debido a que presentaba rasguños en el rostro y brazos, además de haber caído
en una serie de contradicciones que le llevaron a ser citado para ampliar su
declaración.
La versión del productor, convertido en el principal sospechoso del crimen, era
que su esposa había salido la mañana del 5 de abril para ir de compras. No
regresó y el 6 de abril denunció su desaparición ante el Ministerio Público.
Para la Procuraduría de Justicia, la mujer nunca salió del hotel.
El 9 de abril de 2010, Jeane Ferreira Burgos presentó ante la mesa VI de la
Procuraduría de Justicia de Quintana Roo, la denuncia formal contra el delito
de homicidio cometido contra su hermana. Fue ella también, quien encabezó
protestas lo mismo en Cancún y en Los Ángeles, California, para exigir
esclarecer el crimen, ocurrido en el hotel, ubicado en el kilómetro 36.5 de la
carretera federal Cancún-Tulum.
En aquellos días, Jeane Ferreira portaba una camiseta con el rostro sonriente
de la modelo brasileña; en otras ocasiones, acudía a los juzgados vestida de
negro. Casi dos años después ha dejado el luto y sus ojos —como el color marrón
de su blusa— reflejan una frialdad cincelada a base de silentes penas.
Casi dos años después, a las afueras de la cárcel de Cancún, el sol pega
directamente en el rostro. Flanqueada por su cuerpo de abogados, integrado por
Tomás Flores Allende y Héctor Rojas Cárdenas, quienes viajaron desde la ciudad
de México para llevar el caso en el Juzgado Segundo de lo penal, con sede en
Cancún, la mujer relata: “Bruce no es tan famoso, no tienen tanto dinero. En
Estados Unidos gastó mucha plata para poder mantenerse y no ser extraditado. Yo
confío que la justicia mexicana lo va a tratar como a cualquier otro mexicano.
¿Qué cómo salió del país si no tenía documentos? ¡Por la frontera! No sé si él
tenga amistades en el gobierno, pero sé que con dinero hay formas de
conseguirlo”.
Sobre cómo se conoció la pareja, relata a Luces del Siglo: “Bruce conoció a mi
hermana hace 13 años, tenían una relación de 12 años. La conoció en su
restaurante, ella tenía un negocio brasileño. Estuvieron juntos aproximadamente
dos años, luego se casaron. Hubo una ceremonia. Tuvieron dos hijos y una vida
de familia como tantas otras parejas… pero las cosas se modificaron con el
tiempo. Seis meses después de que se casó con mi hermana, Bruce tenía
relaciones sexuales por teléfono con una mujer, y mi hermana lo descubrió”.
La breve charla tiene lugar luego de su comparecencia ante el fiscal Ludwing
Alejandro Vivas Arjona, para aportar elementos y acreditar la presunta
culpabilidad de su cuñado. La hermana de la víctima no oculta su rabia al
hablar del ex productor de televisión. “Pido qué hagan justicia, aunque eso no
le devuelva la vida a mi hermana”.
Insiste: “Tenían muchos conflictos. Ahora se contradice en su declaración. La
primera vez que hablé por teléfono con él, a las 13:20, hora de Los Ángeles, me
dijo que un día después se había dado cuenta que mi hermana no había regresado
al hotel, después la historia fue cambiando cuando descubrió que todas las
salidas del cuarto estaban monitoreadas”.
Eran días en que imperaba el poder corruptor del entonces procurador de
Justicia de Quintana Roo, Francisco Alor Quezada, famoso por los controvertidos
casos como el del cantante de música pop Kalimba, la artista grupera Ana
Bárbara, el holandés Free Bronkhors que protagonizó una riña callejera con el
hermano del líder del partido ecologista, Alain Ferrat, estos hechos acapararon
los flashes.
Alor Quesada informó que Bruce estaba siendo investigado y que por un “pacto de
caballeros”, el sospechoso se comprometió a quedarse en territorio nacional,
para lo cual incluso le retuvieron su pasaporte, visa y documentos personales;
sin embargo, el sospechoso abandonó el país, sin que hasta la fecha se haya
esclarecido la forma.
De acuerdo con un comunicado de la PGR, el pasado miércoles 8 de febrero, Bruce
Ainsley Beresford Redman fue entregado en extradición en el hangar de la
Procuraduría General de la República (PGR) en el Aeropuerto Internacional de la
Ciudad de México, a elementos de la Policía Ministerial de la Procuraduría
General de Justicia de Quintana Roo, quienes lo trasladaron a Cancún, a fin de
presentarlo ante la autoridad judicial que lo reclama.
“El extraditado trató de evadir la acción de la justicia mexicana, ya que con
conocimiento que existía una investigación criminal en su contra, salió
ilegalmente del país refugiándose en territorio estadounidense”, apunta la PGR.
A su arribo al penal de Cancún, la defensa desestimó las pruebas contra Beresford.
Tomás Flores Allende, abogado de la parte agraviada aclaró por su parte, que el
expediente 216/2010 posee una serie de elementos que van más allá de las
pruebas del vestido de la víctima que la defensa solicitaba ver.
“Son mucho más elementos que ya probablemente fueron valorados por el
Ministerio Público, por el mismo juez segundo para librar orden de aprehensión,
por el juez de distrito que negó el amparo; además en Estados Unidos, la Corte
Federal aceptó la extradición a México”, indicó.
“Aquí no se trata de determinar si hubo o no delito, desafortunadamente la
señora está muerta; se trata de establecer si existen evidencias suficientes
para dictar auto de formal prisión o auto de formal libertad ante la falta de
pruebas a mi cliente”, exponía, el abogado con residencia en Cancún, Carlos
Grajales Betancour.
Horas antes de conocer el veredicto de la juez, el 15 de febrero, el cuerpo de
abogados del ex productor norteamericano insistía: “La responsabilidad de quién
cometió el crimen no está acreditada, Bruce Beresford no tiene la
responsabilidad porque en la averiguación previa no existe ningún indicio que
pueda referir que mi defendido fue la persona que cometió el homicidio”.
“Agotado, agobiado y confiado de que el fallo le permita salir libre”, así
describió el estado de animo de Bruce Beresford Redman, Jaime Cansino, abogado
defensor del acusado.
El día había llegado
Al conocer el fallo de la juez Segundo de lo Penal, Genny Cajún, quien dictó
auto de formal prisión al productor de televisión, según las declaraciones de
Carlos Grajales, el implicado pronunció un: “¡Oh, no!” y se llevó las manos al
rostro. Su estado anímico era devastado, aseguró.
“Fuimos informados del auto de formal prisión a Bruce Beresford-Redman. Es una
violación a las garantías porque consideramos que no hay pruebas en su contra
(…) queremos sacarlo de la jurisdicción estatal que pudiera estar viciada para
irnos a una institución pulcra como son los tribunales federales. Nos preocupa
que permanezca en la cárcel de Cancún porque nos comentan que es peligrosa”,
añadió el litigante en entrevista.
La defensa anunció que prepara el procedimiento para inconformarse y llevar el
caso a una instancia superior en el gobierno federal y de ser necesario, a la
Suprema Corte de Justicia, que es el máximo órgano colegiado para estos casos.
Estima conseguir la libertad de su cliente en dos meses.
Por lo pronto, la Procuraduría General de Justicia en la zona norte de Quintana
Roo ya reabrió las averiguaciones que apuntan hacia varios testigos
presenciales del homicidio en el Moom Place, entre empleados y funcionarios del
hotel, a quienes en las próximas semanas se habrá de interrogar para seguir las
pistas de este asunto que tiene todos los ingredientes de un thriller.
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Bruce Beresford Redman, presunto homicida: “Me
están culpando de un crimen que no cometí, perdí a mi esposa, a quien amé
muchísimo, perdí a mis hijos, ahora mi libertad, pueden ustedes hacer el favor
de decirme cuáles son las bases y elementos de por qué estoy aquí”.
Genny Alicia Cajún Alonso, juez Segundo de lo Penal con sede en Cancún: “Es una especulación (la idea de un
acuerdo económico para librar la justicia). Esta autoridad no tiene ningún tipo
de arreglo. Él será juzgado como cualquier persona, como cualquier mexicano.
Por el hecho de ser extranjero no tiene ninguna preferencia legal; sin embargo,
se le están respetando todas sus garantías. No existe ningún tipo de arreglo
(económico). La justicia es imparcial”.
Tomás Flores Allende, abogado de la familia Burgos: “Son mucho más elementos que ya
probablemente fueron valorados por el Ministerio Público, por el mismo juez
segundo para librar orden de aprehensión, por el juez de distrito que negó el
amparo; además en Estados Unidos, la Corte Federal aceptó la extradición a
México”.
Jaime Cansino León, abogado defensor de Bruce Beresford: La defensa asegura que no hay pruebas
para inculpar al acusado, este ¿es un caso fabricado por la procuraduría de
Quintana Roo? “No. No puedo decir eso”.