GALEANA, CAMPEÓN DE LAS VICTORIAS
Regino Ocampo Bello
Muchos son los historiadores, investigadores y escritores
que con interés han buscado los medios de llegar lo más cerca posible a lo que
realmente fue la personalidad de don Hermenegildo Galeana, el personaje que
para el gobierno español, fue siempre considerado como lugarteniente o el
hombre más importante después de don José María Morelos.
Don Hermenegildo Galeana nació en Tecpan de Galeana el 13
de abril de 1762, desgraciadamente no hay documentos que indiquen su domicilio
en Tecpan, donde debió vivir su niñez y su adolescencia, solo hay un dato de un
hijo de la señora Romana Solís, quien nació en la calle General Ramos y que de
acuerdo a lo que supo a través de sus bisabuelos y abuelos, que don
Hermenegildo Galeana con su familia tuvo su casa en lo que hoy es el
Ayuntamiento y Juan José, primo de don Hermenegildo y su sobrino Pablo Galeana
de los Ríos, tuvo su casa en lo que hoy es el DIF Municipal, este dato,
naturalmente que no se puede afirmar ni probar solo creer que podría ser verdad
ya que las personas de antes, no decían las cosas, solo por decirlas y doña
Romana, tenía antes de morir, más de 80 años.
Cuando don Hermenegildo era ya un joven, aun viviendo en
Tecpan, tuvo dificultades con un español a quien se le encaró reclamándole
porque golpeaba a uno de los campesinos con el argumento de que podía hacer lo
que quisiera con él ya que era su sirviente, en esos tiempos los españoles se
sentían ser amos y señores de todo el suelo mexicano, los familiares de don
Hermenegildo intervinieron y lo convencieron de que no se comprometiera y para
que se fuera un tiempo con sus primos a la Hacienda del Zanjón.
Don Hermenegildo era diestro en la equitación, le gustaban
las faenas del campo, sus peones lo querían mucho por su forma de ser y de
tratarlos, le decían “Tata Gildo” no tenía conocimientos académicos pues
solamente había cursado la primaria por carecer la región de la Costa Grande de
centros escolares.
Cuando Morelos llegó a Tecpan el 7 de noviembre de 1810, es
posible que los Galeana ya conocieran a don Vicente Guerrero y a Los Bravo,
pues además de la Hacienda del Zanjón donde se acaparaba todo tipo de
mercancías, tenían los Galeana una sucursal en Chilapa, por eso cuando don
Hermenegildo se le unió a Morelos con sus primos Antonio, Pablo, y Julián,
además, el cañón El Niño, primer pieza de artillería del recién nacido
“Ejército del Sur” acompañaban también a don Hermenegildo, una gran cantidad de
hombres dispuestos a la lucha, hombres que con el tiempo, harían de cada
batalla, una Epopeya, también iba en el grupo de Tecpan, Ignacio Ayala Y Miguel
de Ávila.
Desde los inicios de la guerra, don Hermenegildo se ganó la
confianza y simpatía de Morelos, quien siempre lo distinguió dándole órdenes
directas en cada batalla, lo que daba la oportunidad a Galeana de escoger a sus
mejores hombres, fue así como formó el Regimiento de Guadalupe, o un grupo de
Demonios, como le catalogaban los realistas sin ser más que un grupo de
guerrerenses que luchaban contra la injusticia y por la libertad.
Don Hermenegildo Galeana se distinguió en las batallas de
la guarnición de La Sabana, en Chichihualco, en la toma de la plaza de Tixtla,
Chilapa, Tepecoacuilco, Taxco, Tecualoya, Cuautla, Izúcar, Zitlala, Huajuapan,
Tehuacan, Ozumba, Tepeaca, Orizaba, Oaxaca, Yahualicán, Ometepec, San Marcos y
Acapulco.
Después de la cuarta campaña de Morelos por Chichihualco,
Tlacotepec, Tetela, Tlalchapa, Cutzamala, Huetamo, Carácuaro, Tacámbaro,
Tiripeteo, Valladolid, Puruarán, Zirándaro y El Veladero, don Hermenegildo
Galeana al no querer aceptar el indulto que ofrecía el gobierno español,
regresó a la Costa Grande a seguir peleando por la libertad de México que aún
no se había logrado, pero al llegar a un punto conocido como El Salitral (hoy
Los Cimientos del Municipio de Coyuca de Benítez) lo descubrieron los realistas
en la orilla del río, donde se aseaba y daba de beber agua a su caballo, en el
desorden y el combate de quienes le acompañaban contra los realistas, don
Hermenegildo quedó solo y un grupo de 14 hombres(así lo dice la historia), lo
rodeó sin atreverse ninguno a tomar la iniciativa para enfrentarlo, pues lo
conocían de sobra como un hombre que sabía salir adelante aún en casos más
difíciles, fue un soldado realista de apellido, De León quien desde su montura,
disparó un tiro que atravesó al héroe, aún aturdido por la herida, don
Hermenegildo se quiso defender, pero el mismo soldado bajó de su caballo para
cortarle la cabeza con su espada.
Ese fatídico día fuel el 27 de junio de 1814, significó
tanto la muerte de Galeana para los españoles, que todos los que intervinieron
en su muerte, fueron recompensados por el gobierno Virreinal, como nunca lo
habían hecho con nadie más.
Al enterarse Morelos de la muerte de Galeana y recordar
también la muerte de Matamoros tiempo atrás, exclamó: “Ya no yos nada!! Se
acabaron mis dos brazos”.
Al año siguiente, el Siervo de la Nación, también moría, en
el año de 1815. Para esto el supremo Congreso Constituyente de México expidió
un Decreto cuyo artículo 13 declara, Beneméritos de la Patria en Heroico Grado
a: don Miguel Hidalgo y Costilla, don Ignacio Allende, don Juan Aldama, don
Mariano Abasolo, don José María Morelos y Pavón, don Mariano Matamoros, don
Hermenegildo Galeana, don Leonardo Bravo, don Miguel Bravo, don José Mariano
Jiménez, don Francisco Xavier Mina, don Pedro Moreno y don Víctor Rosales.
En Tecpan, a pesar de ser su ciudad natal, por muchos años,
no se mencionó su nombre, ni se habló de sus hazañas. Fue el 28 de octubre de
1947, que un grupo de ciudadanos acordaron reunirse para que como un homenaje,
se le erigiera una estatua, que inmortalizara el nombre de quien tanta gloria
le dio a Tecpan durante le guerra de Independencia, la idea del presidente del
Comité que se formó ese día fue don José Esteban Solís, figuraban también; don
Julio Adams Adame, don Crescencio Otero Galeana, don José Andraca, don Ricardo
Ramos García, don Jesús A. Estrada, don Marcial Ríos Valencia y Abel Ocampo
Galeana.
El Comité reunió en cuatro años en rifas, bailes y
donativos; $ 26,776.00, el Presidente Municipal don José Solís, aportó por
parte del Ayuntamiento $l6.000.00 y el Gobernador del Estado Alejandro Gómez
Maganda otros $l6.000.00 para hacer un total de $58,776.00 que fue el costo
total de la estatua, hecha por el escultor Miguel del Águila e inaugurada por
el Gobernador del Estado Alejandro Gómez Maganda el 14 de diciembre de 1952.
Después de esto, don Crescencio Otero Galeana decidió
organizar algo de más importancia para honrar y pagar en parte la deuda que
tenía y sigue teniendo Tecpan con don Hermenegildo Galeana, para esto, solicitó
la ayuda de su amigo don Emigdio Hernández, originario de Tixtla Guerrero, don
Emigdio se encargó de entusiasmar a su
gente para que entre los dos Municipios, Tecpan y Tixtla, se dieran un abrazo
de hermandad y organizaran un primer homenaje a don Hermenegildo Galeana, que
quedará plasmado en la historia para todas las futuras generaciones.
Para tal propósito, el que esto escribe, elaboró un libro
que habla con detalles, todo el acontecimiento, el nombre del libro es: “Tata
Gildo en su Primer Homenaje y don Crescencio
Otero Galeana”. En este homenaje, el crédito fue para los dos Municipios, el de
Tecpan y el de Tixtla que como don Hermenegildo Galeana y don Vicente Guerrero
en las batallas, reforzaron sus lazos y esfuerzos para llevar a buen fin a tan
noble proyecto, primero se lanzó una convocatoria para un concurso de una
composición para un himno que hablara de las glorias y las hazañas del héroe,
el concurso de la letra lo ganó el profesor Raguer Rodríguez, originario de
Tixtla, luego se lanzó otra convocatoria para buscar al compositor de la
música, siendo ganador absoluto el profesor Antonio I. Delgado, originario de
Chilapa Guerrero. El himno fue cantado por primera vez en la ciudad de Tixtla,
participaron los alumnos de Tecpan que estudiaban en la escuela de Ayotzinapa,
en Tecpan se estrenó el día 13 de abril de 1954, ante un gran número de
habitantes de Tixtla, incluyendo las Autoridades, la Reyna de las festividades
de Tixtla y los ganadores del concurso del himno a Galeana, que desde ese día
quedaba decretado para que se cantara en todas las escuelas del País.
En ese mismo acto, se leyó el Decreto No. 49 que declaraba
día de fiesta el 13 de abril y luto el 27 de junio, además ese decreto
declaraba por ese día a Tecpan como capital del Estado, obligando a los tres
poderes del Estado a trasladarse y despachar por ese día en Tecpan, también
obligaba al Gobernador a que asistiera y estuviera presente en este acto, o
algún personaje como representante de los de mayor Rango.
El 18 de diciembre de 1954, el ingeniero Moisés Díaz F.
decía en una carta al Presidente de la República: “Asistí a Tecpan el 13 de abril de este año, fecha en que
Tixtla y Tecpan se dieron un abrazo fraternal al calor del patriotismo,
celebrando en esta gloriosa fecha por primera vez, el nacimiento de don
Hermenegildo Galeana, grande fue mi sorpresa, así como la de mis compañeros,
ver desfilar en Tecpan, a la gente del pueblo, que unida al contingente de
Tixtla ocupaban a lo largo como dos kilómetros, a la cabeza iba la directiva
del Frente Zapatista de Tixtla con un cartelón que decía, “Gloria a Galeana”,
en el desarrollo de la ofrenda floral, apareció un avión frente a la plaza,
tirando volantes y confeti con la inscripción” Tixtla, Cuna de Guerrero y de
Altamirano, rinde homenaje al glorioso caudillo, General Hermenegildo Galeana”.
Esta ceremonia tan espontánea, es un ejemplo grandioso que
se ha recibido, porque no solo se ha recordado a un gran héroe, sino que dos
grandes pueblos se han unido deberás y los habitantes de ambos lugares, se tratan
con cariño y saber que el himno a Galeana se cantará en todas las escuelas del
país, me llena de gran satisfacción”.
Gloria a don Hermenegildo Galeana, “Campeón de las
Victorias”.