Jonathan Cuevas/API
Iguala, Gro.- Policías municipales y familiares de los agentes detenidos por el caso
Ayotzinapa, marcharon recientemente por las principales calles de la ciudad
de Iguala, para exigir la liberación de 44 acusados de secuestro y delincuencia
organizada por la PGR, afirmando que éstos han sido torturados y obligados a
declararse culpables.
En la movilización también se exigió la
salida de la Gendarmería y de la Policía Federal de la ciudad de iguala, bajo
el argumento de que no están dando seguridad real a las familias de este
municipio guerrerense.
Entre otras cosas, los policías
municipales y las familias de los detenidos acusaron que la Procuraduría
General de la República está cometiendo diversas irregularidades en el proceso
de investigación en torno al caso Ayotzinapa, así como violando los derechos
humanos de las personas detenidas.
Advirtieron al gobierno federal que no
permitirán que se realicen más detenciones de los elementos de la corporación
municipal, solicitando una investigación seria y responsable.
Y es que argumentaron que hasta el
momento se han detenido a personas inocentes que no estaban laborando la noche
del 26 de septiembre, cuando ocurrió la persecución y asesinato de estudiantes.
Por ello dijeron estar dispuestos a llegar
a las últimas consecuencias integrados en un movimiento por la defensa de los
derechos de los policías, donde además exigen la liberación de los 44 elementos
detenidos.
También solicitaron que se investigue
al Ejército Mexicano, la Policía Federal y la del Estado que, la noche del 26
de septiembre estaban resguardando la ciudad. A estas corporaciones les
solicitaron una explicación del por qué no actuaron en defensa de las personas
que estaban siendo atacadas, y en ese momento hacer frente y detener a los
verdaderos culpables.
Aseguraron que el movimiento de
Ayotzinapa está juzgando mal a los policías que han detenido, señalándolos como
responsables a pesar de que muchos de ellos estaban francos o de vacaciones,
aquella noche.
Pidieron a la vez que se investigue a
los directivos y líderes del movimiento de Ayotzinapa, con la finalidad de que
se aclare el por qué los jóvenes fueron enviados a la ciudad de iguala y
permanecieron hasta la noche en una actividad de boteo.
Aunque no se atrevieron a garantizar
que estuvieran limpios de culpa todos los elementos de la policía municipal que
estuvieron bajo las órdenes del entonces alcalde José Luis Abarca Velázquez;
expresaron que muchos de los ahora detenidos son inocentes, y de ello afirmaron
tener pruebas.
La marcha…
Los familiares de los elementos
detenidos respaldados por policías a los que no se les han adjudicado
responsabilidades por el caso Ayotzinapa; se concentraron en el monumento a la
Patria Trigarante de Iguala.
De ahí partieron en una marcha sobre la
avenida Bandera Nacional cruzando a un costado del Ayuntamiento y frente a la
plaza cívica de las Tres Garantías.
Avanzaron hasta la avenida Juárez a la
altura del museo a la bandera y, doblaron hacia la izquierda llegando al Centro
Joyero. Ahí retornaron sobre la calle Aldama hasta llegar nuevamente al
monumento de la Patria Trigarante.
Todo el camino lanzaron consignas:
“¡Fuera Ayotzinapa!, ¡Basta de detenciones!, ¡El policía, unido, jamás será
vencido!, ¡Justicia!, ¡Fuera la Gendarmería!, ¡PGR, no más abusos!, ¡Ni un
detenido más!”, entre otras. Participaron unas 200 personas vestidas de blanco.
En ese punto donde iniciaron y cerraron
su movilización, ofrecieron una conferencia de prensa.
La señora Cecilia Cruz Mendoza relató
que su esposo Agustín Cuevas Bello fue detenido el día 29 de diciembre luego de
que había tomado completamente un curso en Tlaxcala.
“Regresó y estaba acudiendo a los pases
de lista que le ordenaban. Ese 29 acudió al CICI al pase de lista y a las 3 o 4 de la tarde él ya estaba en la casa y llegaron hombres armados, se
metieron a la planta alta preguntando por Agustín, entran a la recamara y se lo
llevan con pistola en mano. Él se fue sin camisa ni zapatos”; relató la mujer.
Dijo que los policías que se lo
llevaron no estaban uniformados ni presentaron identificación, por lo que la
familia asumió que se trataba de un “levantón”.
Enseguida la fémina fue a reportar a la
Policía Federal lo sucedido, pero más tarde se enteró de que la PGR había
detenido a su marido.
“No es justo, no saben cómo derrotan a
la familia”; se quejó doña Cecilia y, enseguida agregó que la noche del 26 de
septiembre su esposo estuvo en casa, pues era su día de descaso.
Doña Petra Cruz Guzmán afirmó que a su
esposo Marco Antonio Ramírez Urban, también se lo llevaron “arbitrariamente”.
“Él no trabajó el 26 de septiembre, estaba descansando en la casa. El sábado se
presentó normal a su turno pero lo agarraron y se lo llevaron de ahí”, expuso.
Las quejosas argumentaron que hay
muchos casos en donde los hoy detenidos estaban francos o incluso de
vacaciones, la noche del 26 de septiembre y la madrugada del 27, cuando
sucedieron los hechos.
Otra mujer de nombre María Iris Román
Ramírez, explicó que su esposo Ubaldo Toral Vences, salió de vacaciones el 25
de septiembre y se presentó a laborar el 7 de octubre, por lo que no pudo haber
participado en la matanza del 26 de septiembre.
Sofía Ramírez Vallejo, hermana de una
policía detenida afirmó que se han liberado ya de la PGR más de 50 órdenes de
aprehensión en contra de policías de este municipio, sin embargo advirtió: “no
vamos a permitir que se lleven más policías, vamos a llegar hasta las últimas
consecuencias.
Dijeron que el problema es que no se
está investigando de forma real, sino que la Procuraduría de la República está
haciendo pagar a “justos por pecadores”, puesto que varios de los detenidos son
“inocentes”.
También alertaron que a causa de estas
detenciones hay familiares enfermos de gravedad y, en algunos casos la
autoridad federal ha negado tener en su poder a los elementos, aún cuando
personal de la SEIDO se los llevó detenidos, por lo que temen que haya policías
desaparecidos.
Selena Morales es esposa de Urik
Ernesto Castro Bautista a quien afirmó que se llevaron el día martes 20 de
enero cerca de las 17:40 horas, sacándolo de su casa de forma violenta. A esta
fecha dijo desconocer del paradero del policía.
“Se lo llevaron hombres armados, uno
traía afuera su arma y yo intenté grabar pero me quitaron mi teléfono y se lo
llevaron. A mi suegra la aventaron y a mi sobrino también. Mi hijo se espantó
porque está chiquito”, denunció.
Lexis Mayo Zúñiga, esposa de Gerardo
Delgado Mota; aclaró que los policías y sus familiares buscan “justicia”,
denunciando que la PGR les está negando información en torno a los motivos de
las detenciones, así como de los avances de las investigaciones en donde están
involucrados sus familiares. “Su único delito es ser policías de Iguala”;
lamentó.
Sonia de Jesús Olea solicitó al
gobierno federal que haga una investigación seria y no “para lavarse las
manos”, puesto que pretenden culpar a toda la corporación de un hecho en el que
al menos la mitad no pudo haber participado, porque estaban francos. (Agencia
Periodística de Investigación)