Josefina Aguilar Pastor/NOTYMAS
Chilpancingo, Gro., septiembre de
2016.- “Guerrero
es una herida abierta en los sentimientos de la nación, la injuria de los
gobiernos lo condenó a una condición que apenas ahora, se puede apreciar en
todo su dramatismo”, sostuvo el escritor Enrique Krause Kleinbort,
recipiendario de la presea “Sentimientos de la Nación”.
En el marco de la conmemoración de la
declaración de los Sentimientos de la Nación, y el Primer Congreso de Anáhuac,
que se lleva cabo el 13 de septiembre de cada año, en representación de
la sesión de parlamentarios que en 1813, encabezó el general José María
Morelos y Pavón, durante la lucha por la independencia, la 60 legislatura
local, entregó la presea “Sentimientos de la Nación”, al escritor Enrique
Krause Kleinbort.
Tras recibir la presea, en su intervención, el
escritor señaló que Guerrero, es escenario de grandes luchas para el país, de
hombres que le han dado mucho a la nación, ha sufrido más que ningún otro
quizá, el olvido de un siglo, “Guerrero es una herida abierta en los
sentimientos de la nación, la injuria de los gobiernos lo condenó a una
condición que apenas ahora, se puede apreciar en todo su dramatismo”.
¿Y cómo revertirlo? Se preguntó, y respondió
que no tiene una varita magina, pero piensa, sin embargo, que es urgente la
instrumentación del rescate económico de Guerrero así como de otras entidades
como Oaxaca, Chiapas y Michoacán, que han sido propuesto por los actuales
gobiernos, pero también destacó, la introducción de un nuevo pacto moral,
inspirado en el pacto que propuso hace 203 años Morelos.
“Un pacto histórico de paz y de convivencia
que recoja los nuevos sentimientos de la nación”, que indicó, no serán muy
distintos a los que formularon en ese mismo lugar –la catedral de la Asunción
de María en Chilpancingo-, hace 203 años, “yo conozco las cifras y he visto las
escenas de crimen, sé que la sangre llama a la sangre, no ignoro que la
violencia hoy no está ligada a las ideas y a los ideales de la independencia, a
la reforma y a la revolución, sino a oscuros intereses económicos y que
se expresa día a día con gran crueldad en las calles, las plazas, las playas,
en los escenarios de la vida cotidiana”.
Sin embargo, recalcó el historiador
galardonado, que no se puede conformar con que esta realidad de violencia en
Guerrero, sea permanente, ya que si el país voltea hacia el sur a tender la
mano, al eslabón que quedó rezagado, quizá no sea tarde para acercar esa
fraternidad esencial que vislumbró Morelos.
Recordó que el año pasado, fue invitado por
los alumnos de la normal de Ayotzinapa, a impartir una conferencia, pero
no lo pudo hacer por falta de condiciones en la institución y lo hizo en una
marisquería de Tixtla, ante un público muy variado, también indico que ha dado
un sinnúmero de conferencias, pero ninguna lo emocionó tanto como esta, en la
que quiso ofrecer un homenaje al histórico estado de Guerrero, a su gente, a su
orgullo.
Krause Kleinbort conminó a retomar los
ideales de Morelos plasmados en Los Sentimientos de la Nación, “quiero que
hagamos la declaración que no hay otra nobleza más que la virtud, del saber, el
patriotismo y la caridad, que todos somos iguales, que no haya privilegios y
abolengos, que no es racional ni humano que haya esclavos pues el color de la
cara no cambia al corazón, ni el del pensamiento, que se eduque a los hijos del
labrador y del barrendero como a los hijos del rico hacendado, que todo el que
se queje con justicia, tenga un tribunal que lo escuche y lo ampare y lo
defienda contra el fuerte y el arbitrario.
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