* Los
serranos acusan que hombres armados llegaron en helicópteros, les dispararon y
los enfrentaron.
Información
y fotos de Israel Díaz Acosta/IRZA
Chichihualco,
Gro., octubre de 2015.- Habitantes de 24 comunidades de la sierra de Guerrero se “levantaron”
en armas tras la irrupción de un grupo armado que bajó en helicópteros a Filo
de Caballo y los atacó a balazos, dándose un enfrentamiento que duró más de
una hora, sin que se conozca el saldo de muertos o heridos, pero se reportaron
varios desaparecidos.
Los habitantes de la sierra acusaron al Ejército de
proteger al grupo armado que llegó vía aérea, por lo que al convoy de efectivos
militares que subió lo retuvieron más de una hora cuando les descubrieron en
una camioneta militar a un civil con uniforme camuflajeado y
encapuchado.
De acuerdo con declaraciones de los pobladores,
alrededor de las 13:30 horas de este miércoles en el cerro de Poliztepec, anexo
a Leonardo Bravo, arribó un helicóptero color blanco con azul, de donde
descendió gente armada vestida de militar que se apostó en Filo de Caballo y
desde un cerro empezaron a disparar contra los habitantes.
La gente de esa zona respondió a la agresión de la
misma forma, dándose la balacera que se prolongó durante una hora, y después
arribó al lugar un convoy de militares y policías de la Fuerza Estatal, quienes
peinaron todo el cerro donde presuntamente bajó el grupo armado vía
aérea.
Los militares y policías estatales, después de
varias horas de estar en Filo de Caballo, se retiraron, pero la gente, entre
mujeres y hombres, ya los esperaban en un retén que instalaron en el camino con
carros atravesados, en la comunidad de Campo de Aviación.
Al llegar los militares al retén fueron cercados
por la gente y los empezaron a señalar de proteger al grupo armado que
irrumpió, dándoles matrículas de patrullas militares que los vieron darles
seguridad.
Al revisar una de las patrullas militares
retenidas, los pobladores encontraron a un civil vestido tipo militar y
cubierto del rostro, por lo que le solicitaron a los militares que se los
entregaran para que ellos le “sacaran la verdad” y saber a qué grupo
delincuencial pertenece y el por qué atacaron a la población.
Ahí comenzó una discusión entre militares y
lugareños, especialmente mujeres, quienes les decían que no tenían miedo de
morir, pero que tampoco permitirían que se llevaran al sujeto que llevaban en
la patrulla militar.
Los mandos castrenses que iban en el convoy
dialogaron con la autoridad del pueblo y no entregaron al detenido, con la
condición de que el sujeto fuera puesto a disposición de la Procuraduría
General de la República.
Finalmente, el convoy de militares y policías se
retiró de la zona, no sin que los habitantes de Filo de Caballo
y 23 comunidades más de la sierra les advirtieran que ya se “levantaron” en armas para salvaguardar todos sus pueblos, señalando que están a la espera de que el grupo armado los vuelva a atacar para enfrentarlos.
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