Luis Jijón León/NOTYMAS
Chilpancingo, Gro., septiembre 21 del 2015
(NOTYMAS).-Alumnos de la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de
Ayotzinapa y padres de familia de los 43 estudiantes desaparecidos, irrumpieron
en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), donde destruyeron
las oficinas, vehículos y prendieron fuego a una caseta de vigilancia.
Posteriormente
se trasladaron al punto conocido como Tierras Prietas al norte de la ciudad y
se posicionaron sobre el carril sur-norte del boulevard
Vicente Guerrero, donde solicitaron cooperación a los automovilistas y se
apoderaron de dos unidades.
Las
manifestaciones se dan el marco del primer año de la muerte de tres estudiantes
y la desaparición de 43 normalistas de
Ayotzinapa la noche del viernes 26 y la madrugada del sábado 27 en Iguala.
Luego de
que fueran atacados por elementos de la policía municipal y tras interceptar y apoderarse de un
autobús con droga, según los especialistas de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH), quienes investigan el caso.
Los
hechos de protestas se realizaron este lunes, alrededor de los 10 de la mañana, cuando un
grupo de normalistas y padres de familia de los 43 estudiantes desaparecidos,
llegaron a bordo de siete autobuses, sobre la lateral del boulevard Vicente
Guerrero a la FGE.
Al
momento de su arribó los trabajadores de la FGE, se encontraban a fuera del
inmueble, realizando una manifestación para exigir el pago de un bono que se
les entrega al final de cada administración.
Los
normalistas, cubiertos del rostro y armados con palos, piedras, tubo e incluso
cadenas, irrumpieron en el lugar derribando una de las puertas de acceso, para
luego introducirse de manera violenta al inmueble, donde arremetieron con todo
lo que se encontraron a su paso.
Los estudiantes,
recorrieron las oficinas, de los tres pisos del inmueble, donde con piedras,
tubos y palos arremetieron contra las instalaciones, destruyendo las ventanas,
equipo de computo, papelería, impresoras, fotocopiadoras, sillas, escritorios, ventas
y paredes de vidrio que se dividen las oficinas y áreas; al igual que las
cámaras de vídeo vigilancia que se encontraban en el lugar.
Desde
afuera, un grupo de jóvenes cubiertos del rostro y con resorteras, arremetían
contra las ventanas que dan al estacionamiento del inmueble. En el lugar los
jóvenes arremetieron contra dos automóviles que se encontraban en el lugar, a
los cuales les rompieron los vidrios y escribieron la leyenda, “nos faltan 43
Ayotzinapa”.
Asimismo
pegaron fotografías en las paredes de los 43 normalistas desaparecidos,
mientras que un grupo de padres exigían que fueran regresados con vida, a casi
un año de su desaparición.
Luego de
permanecer en el lugar por alrededor de 30 minutos, el contingente de alrededor
de 300 personas, se retiró del lugar, no
sin antes prenderle fuego a una caseta de vigilancia, donde encendieron equipo
de papelería.
Los
hechos se registraron ante el asombro de los trabajadores y los comerciantes
del lugar, quienes decidieron cerrar sus locales, ante el temor de que se
generara un enfrentamiento entre elementos policíacos y los manifestantes.
Tras
retirarse del lugar, los normalistas y padres de familia, se trasladaron al
boulevard Vicente Guerrero en el punto conocido como Tierras Prietas al norte
de la ciudad, donde realizaron un recolecta entre los automovilistas, donde los
padres con los retratos de sus hijos desaparecidos, solicitaban una cooperación
voluntaria.
En el
lugar, un grupo de jóvenes se apoderaron de una camioneta propiedad de la
Comisión Federal de Electricidad (CFE), que pasaba por el lugar, al igual que
de una unidad propiedad de una tienda departamental; en ambos casos los
chóferes fueron bajados y dejados en la zona.
En
ninguno de los dos actos, hubo presencia de elementos antimotines, pese a la
advertencia que hiciera el gobernador Rogelio Ortega en el sentido de que la tolerancia a
disturbios en su administración había terminado.
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