Chilpancingo,
Gro., abril del 2015 (IRZA).- María de Jesús Cisneros,
madre de un estudiante desaparecido de la Normal de Ayotzinapa, dijo que aceptó
ser candidata a diputada local porque cree que desde el Congreso tendrá mayor
fuerza para luchar por los familiares que tienen a un pariente levantado o
secuestrado.
Cisneros Martínez, comentó
que cuando sus compañeros del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) le
propusieron que participara en la elección de candidatos a diputados
plurinominales que se realizó mediante una tómbola, ella no quería.
Sin embargo, resultó
insaculada en el primer lugar de la lista de diputados plurinominales, por lo
que cree que en noviembre próximo va a tomar protesta.
De 61 años de edad y desde
hace 12 años padece diabetes, María de Jesús contó que el próximo 23 de mayo se
cumple ocho años de que su hijo Ludwig Hernández, fue desaparecido, y desde
entonces, dice, no ha parado un solo día de rogar a Dios para que aparezca.
Originaria de la comunidad
de Valle de Luz, del municipio de San Miguel Toloapan, preside el Comité de
Familiares de Desaparecidos y Asesinados del Estado de Guerrero, y uno de sus
planes es que el delito de desaparición forzada la apliquen los jueces.
Explica que muchos jueces le
cambian el delito a un delincuente de desaparición forzada a privación ilegal de
la libertad, cuya pena es mucho menor que el primero. Doña Ernestina quien
desde hace casi 30 años es madre soltera, señala que siempre ha militado en la
izquierda.
“Cuando vivía con mi pareja,
milité en el Partido Revolucionario de los Trabajadores, pero después que
perdió el registro me afilié al PRD y siempre participaba en las marchas y
plantones”, señala.
Recordó que en 1999 durante
el conflicto poselectoral derivado de la elección a gobernador en la que fue
candidato del PRD a gobernador, Félix Salgado, estuvo muchos meses en el
plantón que se instaló afuera del viejo Palacio de Gobierno.
Señala que para sacar
adelante a sus dos hijos -Ludwig, que está desaparecido, y África- tuvo que
trabajar de sol a sol. Indicó que por la mañana trabajaba en la Universidad
Autónoma de Guerrero y por la tarde o noche, se dedicaba a vender joyería de
oro a sus vecinos.
“Me iba a Iguala a comprar
oro y lo venía a vender a la gente de la colonia quienes me pagaban en abonos”,
dice. A doña María de Jesús, se le apaga la voz cuando recuerda que cuando su
hijo Ludwig cuando estaba pequeño lo mandaba a cobrar a sus vecinos el dinero de las
joyas.
“A él y a mi hija siempre
les enseñé a trabajar”, dice. Afirma que ella tiene la esperanza de que su hijo
llegue a su casa o le hable por teléfono de que está bien. Dice que ella ya
dejó de ir a la Fiscalía General del Estado a exigir que busquen a su hijo.
¿Para qué?, se pregunta.
“Este gobierno, no resuelve nada porque está coludido con la delincuencia
organizada”, afirma. Por eso la señora no duda que el gobierno haya
desaparecido a los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Dice que por eso la sociedad
ya está harta del gobierno y por eso sale a las calles a manifestarse. Mencionó
que en el Comité que ella preside, hay 43 casos de desaparecidos bien
documentados que la autoridad nunca quiso investigar.
“No sé nada porque nunca he
tenido un cargo, pero los dirigentes de Morena, ya me dijeron que me pondrán
buenos asesores”, dice.
Pero indica que ya en
la tribuna del Congreso, hará uso de lo que desde hace ocho años aprendió tras
la desaparición de su hijo: “hablar con la verdad a la gente y a mis compañeros
que sufren el mismo dolor que yo”.
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