Acapulco,
Gro. Noviembre del 2014. Cuando
una mujer está embarazada, es necesario que tome en cuenta que su alimentación
debe ser la adecuada para el crecimiento que requiere el producto en gestación
y favorezca a ambos y al trabajo de parto, indicó el supervisor de Nutrición y
Dietología del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el Estado, Óscar
Rabadán García.
“No se trata de comer por dos personas,
sino comer lo que se necesita”, explicó el especialista, y señaló que es
totalmente erróneo comer en abundancia y sin importar qué tipo de alimentos se
consumen, ya que en muchas ocasiones contribuyen a ganar sobrepeso u obesidad,
que pone en riesgo el embarazo.
Informó que en el aspecto práctico los
requerimientos individuales de la embarazada deben basarse en su edad,
estatura, la edad gestacional, enfermedades agregadas y el peso esperado para
cada mujer en particular. La ganancia de peso que tenga durante los nueve
meses, debe estar en función del peso con el cual se inició el embarazo y
asimismo con las necesidades de alimentos.
En el embarazo, por lo general, la
atención se centra en las condiciones del producto que se está desarrollando, y
muy poco en los cambios corporales que ocurren en la embarazada. El
embarazo representa una prueba de esfuerzo metabólico importante, que tiende a
adaptar el organismo femenino para optimizar el paso de nutrimentos a través de
la placenta.
El crecimiento de componentes maternos y
fetales se refleja en un aumento de peso que en condiciones normales no implica
ningún problema; pero en ocasiones, una ganancia excesiva durante el embarazo
puede favorecer la aparición de patologías como la diabetes gestacional y
preeclampsia, que representan algunos de los motivos de la importancia de la
vigilancia médica en el embarazo, señaló.
Rabadán García indicó que una mujer que
inicia su embarazo con bajo peso, debe tener una ganancia semanal de más de 300
gramos desde el comienzo del mismo, resultando un aumento total de 12 a 15 kilogramos de peso. Para una mujer con peso normal la ganancia semanal
deberá ser de 300 gramos a partir de la semana 20, dando un total de 9 a 12
kilogramos.
En cambio, para una mujer que inicia su
embarazo con sobrepeso u obesidad está contraindicado llevar un plan a través
de dietas estrictas para bajar de peso; bajo estas circunstancias, debe de
haber una ganancia semanal máxima de 300 gramos a partir del segundo trimestre
y sólo de 200 después del tercer trimestre, incrementando un total de 7 a 9
kilogramos durante todo el embarazo.
La correcta alimentación es el único
instrumento para controlar la ganancia de peso durante el embarazo. La mayor
parte del aumento de peso es atribuible al producto, y éste incrementa su masa
en forma significativa a partir de la segunda mitad de la gestación. En cambio
las reservas maternas, especialmente de grasa, se forman con rapidez antes de
la mitad del embarazo, y posteriormente aumentan poco, completando entre 3 y 4
kilogramos adicionales al final del mismo, en condiciones de una alimentación
adecuada.
Pero si no se lleva un especial cuidado
en la alimentación de la embarazada, las reservas de grasa se seguirán
formando, llegando a representar más del doble del aumento de peso programado,
enfatizó.
El especialista del IMSS dijo que en el
embarazo no se requiere más allá de un aporte adicional diario de 250
kilocalorías, cuando la mujer consume una dieta adecuada y suficiente, valorado
por un profesional de la nutrición.
Este aporte extra representa sólo una
pequeña proporción más de alimento durante el día, que puede cubrirse a través
de pocas cantidades, como una taza de leche y dos porciones de frutas o
media taza de cualquier leguminosa como frijol, haba o lenteja, y una taza de
arroz cocido o dos tortillas.
En el caso de la mujer que inicia su
embarazo con obesidad, la recomendación tiene que ajustarse a las necesidades
individuales de cada paciente y a la ganancia de peso por medio de una
vigilancia estricta.
Por último, el especialista del IMSS
reiteró que el incremento en cuanto a cantidad de alimentos no es sustancial,
por lo que el mito de que “la embarazada debe comer por dos” es totalmente
falso e invitó a las embarazadas a que acudan a los módulos PREVENIMSS ubicados
en las unidades médicas, para recibir la orientación necesaria en el cuidado de
su embarazo.
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