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Son tres los principales defectos que
caracterizan la agudeza visual: miopía, la hipermetropía y el
astigmatismo
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Dolor de cabeza (cefaleas) ceño fruncido y
que arruguen la cara para ver o leer, se identifican como avisos de defecto
visual
Acapulco, Gro., a 22 de octubre de 2013. El
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Guerrero recomendaron a
los padres de familia detectar las características de la falta de agudeza
visual en niños, que puede afectar el desarrollo escolar y de la vida cotidiana
de los menores sino se registra y atiende a tiempo.
El cirujano oftalmólogo del
Hospital General Regional (HGR) No. 1 Vicente Guerrero, ubicado en Acapulco,
Gustavo Narciso Meza, explicó que si esta agudeza no es la correcta o limitada,
le será difícil al menor ver correctamente cualquier letra o número, escrito en
sus libros, cuadernos y pizarrón, demeritando su aprendizaje escolar.
La agudeza visual es la capacidad
del sistema de visión para percibir, detectar o identificar objetos especiales
con unas condiciones de iluminación buenas. Para una distancia al objeto
constante, si el paciente ve nítidamente una letra pequeña, tiene más agudeza
visual que otro que no la ve, explicó el especialista.
Mencionó que tanto los padres
como profesores tienen que identificar la falta de agudeza visual en el niño
para evitar problemas relacionados con el aprendizaje, la atención y
concentración en sus horas escolares.
Detalló que la falta de agudeza
visual no es una enfermedad sino son llamados defectos refractivos que se
pueden corregir con el uso de anteojos, con la graduación que indique el
especialista tras una serie de estudios o no por indicación de cualquier persona.
Existen tres principales defectos
refractivos: miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. Indicó que algunas de
las características de esta carencia son: que el niño no distinga de cerca (por
lo que recurrentemente se aleja para ver bien); caso contrario que no vea desde
lejos y debe acercarse demasiado para ver (en la escuela recurrentemente se
podrá en la cara los libros de texto para saber qué lee.
También empiezan las cefaleas
constantes, el menor frunce mucho el ceño (frente) o arruga toda la cara,
debido a que se esfuerza el mirar bien. “Es muy importantes
diagnosticarlos porque el niño tiene la capacidad de híper acomodar, entonces
un niño hace un esfuerzo y su ojo lo retrabaja”.
Este tipo de dificultades,
insistió, hacen que el niño pierda el interés por la lectura, algunos juegos
didáctico; asimismo, se pega de forma inconveniente a la pantalla de televisión
para distinguir formas y colores.
Indicó que en el HGR Vicente
Guerrero diagnostica diariamente a cinco niños de cinco a 12 años de edad con
estas características, pero aclaró que con anteojos se puede corregir de forma
momentánea el defecto y hasta los 21 años de edad podrán ser intervenidos
quirúrgicamente.
“Esto es porque el ojo del niño
va creciendo y es imposible operarlo a temprana edad, a pesar del defecto, por
lo que se debe operar a una edad adecuada, la edad optima es después de los 21
años”, expresó.
Ante esta situación, el delegado
del Seguro Social en la entidad, José Luis Ávila Sánchez comentó que es
necesario que los derechohabientes aunque se sientan sanos, deben acudir al
menos dos veces por año a consulta familiar, para que en caso de detectar una
anomalía de salud, pueden ser canalizados a tiempo con el especialista.
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