Carlos
Navarrete, Chilpancingo, Gro. 02 de Diciembre del 2012 / ANG.- Es
necesaria y urgente la depuración de los elementos de la Policía Estatal y
Municipal en Guerrero, para combatir la ola de violencia que se vive en esta
entidad y que está afectando gravemente al sector educativo, manifestó el
Secretario General de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación
(CETEG), Gonzalo Juárez Ocampo.
En entrevista, el líder
magisterial señaló que actualmente los guerrerenses no confían en sus
corporaciones policiacas por la complicidad que pudiera existir entre ellos e integrantes
del crimen organizado, situación que, dijo, debe ser atendida de manera
urgente.
Esto luego del asesinato de
la dirigente ecologista, Juventina Villa Mojica, quien fuera asesinada la
semana pasada por un comando armado, aun a pesar de contar con protección
personalizada a cargo de la Policía Estatal, quienes durante el atentado
salieron ilesos.
Juárez Ocampo indicó que es
necesario que todos los elementos tanto de la Policía Estatal como de la
Municipal en Guerrero deben ser sometidos a exámenes de confianza y
comprobárseles que no tienen nexos con el crimen organizado, de lo contrario
deberán ser dados de baja.
“Indudablemente, yo creo que
eso sería un tema urgente, para que se tengan instrumentos que sean viables
porque a veces uno ya no sabe a quién temerle, todo mundo lo sabe, la policía
no es confiable”.
Explicó que la incursión del
Ejército Mexicano en las calles hasta el momento no ha garantizado la
tranquilidad para los guerrerenses, y por el contrario, su presencia implica un
gran riesgo, puesto que las garantías individuales de la ciudadanía se ven más vulnerables.
Y es que a pesar de que
reconoció que es necesaria la presencia de elementos policiacos confiables en
los lugares con mayor índice de violencia, también dijo que es urgente erradicar
la pobreza en Guerrero e invertirles a las comunidades de mayor marginación.
También dijo se necesita una
mayor generación de empleos, mejores condiciones de vida, y ofrecerles
alternativas educativas y de trabajo a los jóvenes guerrerenses, de quienes
dijo son carne de cañón para el crimen organizado.
Por otra parte mencionó que
en el municipio de Ajuchitlán del Progreso, perteneciente a la región de Tierra
Caliente se vive una situación muy complicada, en donde tanto el magisterio,
como la sociedad en general se han visto afectados por la incursión de grupos
delictivos.
Sin embargo las amenazas y
el constante hostigamiento del que son víctimas les impiden realizar las
denuncias ante las autoridades correspondientes, pues temen sufrir algún acto
de represalia que pudiera costarles la vida (ANG).
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