Fraccionadores particulares, amenazan con desalojar a vecinos del rio de Tecpan

Tecpan de Galeana, dic del 2012.- El solo anuncio de convertir las márgenes del rio de Tecpan en fraccionamiento residencial y de área comercial de gran lujo, ha sembrado la inconformidad de modestos avecindados, quienes ya han alzado la voz para decirle a los supuestos fraccionadores, que por ningún motivo permitirán les arrebaten esos terrenos que desde hace años han conservado como suyos.

Señores y jóvenes deportistas, manifestaron a este periódico que la primera gran embestida ya la tuvieron con un individuo de apellido Natera Dovalin, quien mandó construir un campo deportivo y unos baños a los que le puso el nombre de Rosita Abarca, pero parta ello, tuvo que cerrar un camino peatonal utilizado desde hace tiempo por los ahora inconformes, para comunicarse a sus parcelas o para llevar a beber agua a sus ganados al rió del lugar.

Parte de la culpa dicen los quejoso que pidieron omitir sus nombres por razones obvias, la tiene el señor  Ignacio Reyes, porque cuando fue regidor del ayuntamiento, se apoderó de todos los playones y las márgenes del rio del lugar, los que ahora ha estado vendiendo, al parecer sin el visto bueno de la Comisión Nacional del Agua, (CONAGUA), única dependencia del gobierno federal, autorizada para realizar estas transacciones, para bajo la figura de Concesión.

Ha llegado a tal grado el poderío de estas personas, que el alambrado o cerco que pusieron para cuidar los terrenos que deberían ser propiedad de la  nación, lo pusieron hasta la orilla del río, evitando con ello el paso de toda persona o de ganado, que antes pasaban por el lugar.

Como una forma de fastidiar a los que se dicen afectados, Natera Dovali, cada que lleva maquinaria pesada para nivelar los terrenos, causa destrozo a sus modestas instalaciones sanitarias que por muchos años, han atravesado los terrenos de la persona que ahora reclama como suyos.

Por eso, a través de sendos escritos, solicitaran la intervención del gobierno del estado y del ayuntamiento, para evitar sean desalojados, porque si bien es cierto que carecen de un documento legal que ampare la pequeña propiedad que tienen en posesión, la contraparte se encuentra en las mismas condiciones y tampoco tiene que alegar nada a su favor.