Quizá para los lopezobradoristas, el nuevo Presidente de los
mexicanos Enrique Peña Nieto no fue la persona para suceder a Felipe Calderón
Hinojosa, pero si el legitimado con mas de 20 millones de votantes contra
alrededor de 16 millones de sufragios obtenidos por el aguerrido PEJE, el que
mal haría sino hubiese lanzado alguna protestas de inconformidad, como ya es su
costumbre, cuando es derrotado, que casi siempre.
Por ello sin temor a
equivocarnos debemos decir, que el único causante de los destrozos ocurridos en
la ciudad de México durante la toma de protesta del actual Presidente de la
República, es López obrador y nada mas que él, para que no le den tantas
vueltas al asunto las autoridades encargadas de investigar esos .lamentables
sucesos que dejaron daños millonarios, una veintena de heridos. y una imagen de
nación bastante deteriorada ante propios y extraños.
Se debería legislar para que
este señor con todo el respete que se merece, se le prohíba participar en
cuestiones políticas de la índole que fueran, porque con tal de seguir apareciendo
en los escenarios televisivos, es capáz de incendiar al país como ya lo
demostró, sin ningún miramiento, apoyados por una caterva de individuos que
parecían obedecer consignas de países enemigos.
Peña Nieto, ya es presidente
de la Republica, primero validado por el voto ciudadano de mas de 20 millones
que votaron a su favor, y después con el Visto Bueno de quienes integran la
Suprema Corte, instancia de gobierno a la que él mismo acudió.
Luego entonces, porqué dice
que le jugaron chanchullo, que le robaron el triunfo, cuando en realidad, la mayor parte de la ciudadanía no votó por
él, porque ya conocen su temperante, ya saben de que pie cojea como dice la
gente de la costa cuando alguien actúa mal.
Sin embargo, con la asunción
de Peña Nieto, los guerrerenses salimos ganando, porque entre sus mas cercanos
colaboradores figura la licenciada Claudia Ruiz Salinas, encargada de la
Secretaría Federal de turismo, obligada
a levantar la actividad turista de nuestros estado por ser una de las promesas
de campaña del actual presidente de la República, y porque ese puede ser su
trampolín político para buscar la gubernatura del estado, en el próximo cambio
de gobierno.
Al menos en su discurso de
toma de posesión, Peña Nieto supo conquistar a la gente y de aquel candidato
copetón que ningún perredista quería, ahora hasta se lo pelean, porque sabe
llamar las cosas por su nombre. No es ningún improvisado.
Basta analizar sus discursos
de toma de protesta y las entrevistas de radio, prensa escrita y de
televisión, para conocer de P a Pa, a
quien tendremos como primera autoridad del país en los próximos seis años de
gobierno.
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