Miranda Aguilera/NOTYMAS
Chilpancingo, Gro., febrero de 2012
(NOTYMAS). Banda de trata de personas,
opera en la región de la Montaña, secuestra niñas y adolescentes para
prostituirlas y emplearlas en labores domesticas sin remuneración, a pesar de
las denuncias, las autoridades ministeriales se niegan a actuar, denunció el
Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlalchinollan”.
El CDHM, denunció la desaparición de Patricia
Campos Muñoz, el pasado 7 de febrero del año en curso, alrededor
de las 7:30 de la mañana, cuando se
dirigía a la telesecundaria de
Lomazoyatl, municipio de Alcozauca, fue interceptada por dos personas que iban
a bordo de una camioneta negra,
tipo lobo con vidrios polarizados, de la cual descendió un sujeto quien le tapó
la boca para que no gritara, llevándosela con rumbo desconocido hacia la
carretera Tlapa-Metlatónoc, Guerrero.
Tras conocer el hecho, los
pobladores organizaron una búsqueda, mientras sus familiares interpusieron
la denuncia ante el Ministerio Público de Delitos Sexuales y Violencia
Intrafamiliar de Tlapa, Guerrero. A más de veinte días Patricia sigue
desaparecida y las autoridades encargadas de la investigación conducen el caso
con omisiones, irregularidades y lentitud, pese a que los familiares ya
hicieron un señalamiento contra los responsables y de que está ubicado el lugar
donde se encuentra la menor, el Ministerio Público y la Policía ministerial
sospechosamente se niegan a actuar, señaló Tlalchinollan.
Sin embargo, este no
es el único caso de secuestro de menores. El año
2009 las menores Me´phaa Flora Saldaña Aparicio, Esperanza Marcelino Lara y
Herminia Apolinar Flores, oriundas de la comunidad de Ixtlahua Roja, Municipio
de Atlixtác, fueron sacadas de su casa mediante engaños y posteriormente las
vendieron para prostituirlas y utilizarlas para trabajos domésticos sin remuneración.
En ese caso las
autoridades investigadoras nunca actuaron con diligencia, las menores
aparecieron no por la eficacia de la policía, sino por la búsqueda incansable
de sus propios familiares.
Sin embargo, el
reciente caso de Patricia Campos
Muñoz, dijo Tlalchinollan, muestra
que las redes locales que se dedican a la trata de personas siguen operando en
la Montaña, con la complacencia de las autoridades. Y remarca que la condición de pobreza,
de mujer e indígena las hace sumamente vulnerables siendo las niñas indígenas a
quienes más se vulnera, ya que constituyen el blanco perfecto de las redes
locales de trata de personas, y las que pretenden enriquecerse a costa de la
dignidad y el dolor de niñas y mujeres indígenas.
Tlachinollan reprobó la indiferencia de las autoridades
frente a la desaparición de la niña indígena Patricia Campos Muñoz y urgió al Ministerio Público a conducir las
investigaciones con profesionalismo, objetividad y la celeridad que el caso
amerita a fin de dar con su paradero y procesar y sancionar a los responsables.
(NOTYMAS)
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