Bernardo Torres/Reportero/API
Chilpancingo, Gro., a 04
de oct. Del 2015 (Síntesis de Guerrero).- Los fenómenos meteorológicos
ocurridos en los últimos años en Guerrero, la ola de violencia que se vive
actualmente en el Estado y principalmente en la Sierra, hacen de lo que fue un
paraíso natural, una zona de alto riesgo para sus habitantes.
Tras el paso de la
tormenta tropical “Manuel” y el huracán “Ingrid”, siete comunidades sólo de la
región serrana de Chilpancingo, fueron consideradas por el Centro Nacional de
Prevención de Desastres, como Zona de Alto Riesgo; entre ellas San Vicente, El
Fresno, Azinyahualco, Agua Hernández, Rincón de Alcaparrosa, Heliodoro Castillo
y el Ahuajito.
Estos siete pueblos
entraron a la lista de damnificados y sus comunidades deberían ser reubicadas de
manera inmediata por parte de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y
Urbano (SEDATU), sin embargo a más de dos años de ocurrida la contingencia,
siguen el olvido y el abandono.
Hace unos días fue entrevistado el delegado de la Sedatu, Alfredo Fernández Peri, dando a conocer
que el proceso de reubicación en Guerrero, contaba con avances del 80 por ciento
y que solo se afinaban detalles.
Sin embargo, en esta
visita a las comunidades de El Fresno, San Vicente y El Ahuajito, se comprobó
que en estos casos ni siquiera se han iniciado con los trabajos y cientos de
familias siguen viviendo en zonas que el Cenapred, declaró inhabitables.
En la comunidad de San
Vicente, municipio de Chilpancingo a dos horas de distancia de la capital por
una carretera de terracería, viven alrededor de 400 familias; durante las
tormentas del 2013, fueron evacuados en su totalidad y la comunidad sería
reubicada en predio conocido como “Coapanguito”.
Tras dos años, de
promesas incumplidas, la población decidió regresar a vivir a la comunidad a
pesar del riesgo, en los alrededores se observan grandes deslaves que podrían
arrasar con el pueblo, o incluso el mismo pueblo podría derrumbarse.
Ahí las casas son de
madera, insuficientes para enfrentar la lluvia y el viento, que se cuelan por
las “rendijas” de las tablas, las calles no están pavimentadas y los niños
caminan en medio del lodo.
En días pasados, la
tormenta tropical “Marty” provocó fuertes lluvias en la zona, dejando las
brechas de terracería intransitables e incomunicadas a este grupo de
comunidades, por los deslaves y agrietamientos de las carreteras.
Historias de tristeza y
abandono.
Dos kilómetros de
carretera asfaltada, luego el camino es de terracería, que a medida que se
aleja de la ciudad de Chilpancingo empieza a llenarse de grietas, piedras, decenas
de deslaves, hasta que definitivamente se vuelve intransitable.
En el camino, iniciamos
una charla con el dirigente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero,
Nicolás Chávez Adame, quien junto con un grupo de comisarios de la sierra, han
emprendido actividades de protesta y exigencia a los tres niveles de gobierno
para que se cumplan los compromisos con la gente.
Señala, como los pueblos
han sobrevivido a las vicisitudes, al abandono gubernamental; los pueblos
carecen de todo, no hay centros de salud, las escuelas son pequeñas chozas de
madera, las carreteras están destrozadas y pareciera que a ninguna autoridad le
interesar atender estas carencias.
Después de pasar cinco
deslaves, que solo es posible con vehículos 4×4, se puede llegar a la comunidad
de Ahuajitos (Ojitos de Agua”, de alrededor de 200 habitantes, quienes
recuerdan como si fuera ayer, el episodio vivido durante las contingencias del
2013.
En San Vicente, una
comunidad de aproximadamente 400 familias, una grieta se encuentra en el centro
del poblado, que en octubre de 2013, obligó a la evacuación de sus habitantes.
El predio donde serán
reubicados se encuentra en el punto conocido como “Coapanguito”, sin embargo la
construcción presenta no presenta muchos avances, sólo ha sido construida una escuela, pero las
viviendas ni quiera han empezado a edificarse.
El Fresno, se encuentra
en la misma situación, ahí solo fue construida una vivienda, que por cierto los
vientos de los últimos días le desprendieron el techo exhibiendo las
deficiencias de su construcción, que ponen a las familias, en nuevo riesgo.
Ante el incumplimiento
de las autoridades con las comunidades, la Asambla Popular de los Pueblos de
Guerrero, señala que todo ha sido una burla, pues mientras
ante organismos internacionales y en el extranjero presumen un México en
desarrollo, en la sierra se evidencia que todo es una mentira.
La APPG, ya prepara
acciones para exigir a los tres niveles de gobierno el cumplimiento a los
damnificados y como primer paso tomarán predios del Gobierno Municipal en la
periferia de Chilpancingo, para que los damnificados que aún no tienen donde
vivir, tengan al menos un terreno. (Agencia Periodística de Investigación)