• Convoca a frenar la caída libre.
• Su campaña será de respeto y de debate de
ideas, reitera.
• “Tengo esperanzas que para Guerrero habrá
mejores tiempos”.
• Más de 2 millones de guerrerenses sí
quienes elecciones, sostiene.
Fernando
Polanco Ochoa/IRZA
Chilpancingo, Gro., marzo 07 de 2015.- El
candidato a la gubernatura del PRI-PVME, Héctor Astudllo Flores, se comprometió
a quede ganar la elección del 7 de junio, en su gobierno no habrá nepotismo,
negocios familiares ni abusos de poder contra los guerrerenses y que su familia
no tendrá ninguna influencia ni injerencia sobre la responsabilidad del
gobernador.
“Hay que trabajar mucho para
conformar un gobierno estatal más equilibrado, que vuelva a la conservación del
estado de derecho, que enfrente la impunidad, que promueva el respeto, un
gobernante que respete a los guerrerenses y que no permita abusos ni qué él
cometa abusos”, expresó.
A sus hijos Héctor Javier y
Ricardo Astudillo Calvo, les pidió prudencia, ubicación y sobre todo mantener
los pies en la tierra. “Aun cuando las flaquezas, debilidades y tentaciones que
el poder provoca los tiente, y que con sus valores y principios que tienen deben contrarrestar”.
Comentó que su esposa,
Mercedes Calvo de Astudillo, trabajará con energía y compromiso en la
conducción del DIF-Guerrero, con una visión humana con las familias
guerrerenses y sectores vulnerables.
Como un primer acto de
campaña, Astudillo Flores encabezó esté sábado una conferencia de prensa en su
casa, ubicada al oriente de esta capital, acompañado por sus hijos, su esposa,
su madre y hermanas, en la cual dio a conocer los ejes de su campaña denominada:
“Guerrero en paz y en orden”.
Consideró que el Estado
“está muy lastimado” después del caso Iguala en el mes de septiembre del 2014-, con graves
repercusiones económicas, políticas y sociales principalmente en los municipios
de Acapulco y Chilpancingo.
Y que la población demanda
“responsabilidad” de quienes pretenden gobernar Guerrero, “actuar con humildad,
respeto y ubicados en las circunstancias en las que estamos viviendo”.
“Hay que parar o frenar la
caída libre en la que vamos. Nos interesa y nos conviene a todos los
guerrerenses”, señaló.
Reiteró que asumirá una
actitud responsable y de respeto en los 90 días de campaña política y que
promoverá la confrontación, descalificación y que no habrá insultos contra nadie, por el
contrario, afirmó, promoverá la civilidad política.
“Lo peor que le puede
suceder a los guerrerenses es presenciar el último mal que nos faltaba; el mal
del pleito entre todos los políticos, yo no le voy a entrar a abonar al encono
ni al rencor, eso no le va a ayudar a Guerrero”, anticipó.
Comentó que promoverá el debate
de ideas y la construcción conjunta de proyectos que permitan mejorar el
contexto de la entidad.
Sobre los llamados a los grupos
sociales que se oponen al desarrollo del proceso electoral, el candidato
priista señaló que al menos 2 millones de guerrerenses inscritos en el padrón
electoral sí quieren que haya elecciones.
Porque “hoy más que nunca
quieren elegir a sus gobernantes y hoy más que nunca van a reflexionar su
voto. Van a votar por quien les inspire confianza, estos 90 días haré lo que me
corresponda para ganar la elección”.
Anunció que su campaña se
centrará en escuchar “de buena fe” a los guerrerenses para edificar un proyecto
viable de gobierno.
Consideró que la pobreza,
“que pareciera que es nuestra condena”, es el punto de partida de todos los
problemas de la entidad, incluido el caso Iguala y que tienen a Guerrero en una
situación de crisis.
“Tengo esperanzas que para
Guerrero habrá mejor tiempo pero hay que construirlo entre todos, solo no lo
podrá hacer nadie. Se requiere voluntad, disposición de todos y de todas para
que Guerrero no siga en el camino en el que está”, afirmó.
Recordó que en la elección
del 2005 hizo todo para ganar pero reconoció que la gente quería un cambio. Sin
embargo, reveló que pensó irse del Estado e incluso renunciar a la actividad
política.
Y que también “fui tocado
por la tentación de irnos por la ruta de la amargura, del rencor y el odio; de
odiar a todos los que sentí que no nos habían ayudado (en la elección del
2005), mucho rencor hacia muchas cosas y personas, pero ese camino gracias a
Dios no lo seguimos”.
Pero agradeció al PRI
y al PVEM haberlo postulado diez años después como candidato a gobernador.
Aseguró que su propósito no es llegar al poder para ver qué encuentra, sino
para contribuir a mejorar las condiciones del Estado.