Carlos Navarrete, Chilpancingo, Gro. 31 de Marzo
del 2013 / ANG.- El dirigente de la Unión de
Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Bruno Placido Valerio,
advirtió que de ser necesario los policías comunitarios que integran esta
organización llegarán a la ciudad de Chilpancingo y el puerto de Acapulco.
Placido Valerio señaló que las acciones de los
grupos del crimen organizado han rebasado los límites de la sociedad y
comienzan a realizar actividades que están fuera de la línea del narcotráfico,
situación que aseguró no permitirán que se siga desarrollando en los municipios
donde la UPOEG tiene influencia.
“El narcotráfico tiene una regla fundamental que es
cuidar su territorio, pero ahorita ya se está metiendo esa gente en la
extorción, los homicidios, los secuestros y creo que eso es lo que no se vale”.
Por esta razón sentenció que su movimiento podría
llegar a los municipios más importantes del estado, como la capital y el puerto
de Acapulco, “si nos atropellan a nuestra gente llegaremos a Chilpancingo, si
nos atropellan a otra gente llegaremos a Acapulco, llegaremos a donde esté el
delincuente”.
Placido Valerio señaló que el tema del narcotráfico
es un asunto que deben atender las autoridades del gobierno federal y estatal
sin embargo, dijo que la participación de la UPOEG se ha dado para combatir
asuntos como el secuestro y regresarle la tranquilidad a la población.
En ese sentido explicó que el problema del tráfico
de drogas no culminará porque existen consumidores, y mencionó que hasta que el
asunto de las adicciones no sea tratado con la atención que merece, los grupos
de la delincuencia organizada seguirán trabajando como lo han venido haciendo
hasta ahora.
Indicó que el trabajo primordial de la policía
comunitaria que surgió de los movimientos de autodefensa en los municipios de
Costa Chica a principios de este año, tiene la única intención de regresarle la
calma y garantizar la seguridad a la ciudadanía, “acción que las propias
autoridades no han podido hacer”.
Y es que el puerto de Acapulco ha sido uno de los
municipios más golpeados por la delincuencia organizada, afectando también la
afluencia turística de la entidad, actividad de la que depende el 70 por ciento
del producto interno bruto del estado de Guerrero, según cifras del propio
gobernador, Ángel Aguirre Rivero.
En el caso de Chilpancingo, en los últimos tres
meses se han registrado diferentes hechos violentos, que motivaron al gobierno
federal a contemplar a la capital guerrerense junto con el puerto de Acapulco y
Zihuatanejo dentro del Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la
Delincuencia. (ANG)