Juan
López
El PRI mantiene una
recuperación y credibilidad constante. Es objeto de simpatía natural por el
electorado. Tres gobiernos de oposición fueron más que suficientes para
entender que lo nuevo por conocer es peor que lo viejo por conocido. Entender
que la presidencia municipal no es cuota de tribu ni alacena para los partidos,
es primordial en los candidatos.
Lo que el pueblo exige es que se acabe la
violencia, que los sepelios vuelvan a ser el finiquito de una existencia larga
y productiva y no el cumplimiento de una orden de sicarios que aniquila a
jóvenes y trunca existencias por revanchas criminales.
Hay que creer en el
hombre. Escuchar sus palabras. Motivarse con la verdad que ofrece, para cuando
el voto lo consagre como favorito del electorado.
Me ocupo de Fermín
Gerardo porque tiene en la valija de su discurso los elementos de seriedad y
probidad que requiere este momento crucial para Acapulco. La violencia no
registra en la historia marejadas tan temerarias como las que estamos
testificando impávidos día a día.
Hago un recorrido por
los compromisos que a lo largo de su campaña Fermín Gerardo ha manifestado por
todo el territorio municipal. Frases llanas, simples y directas, de contenido
emotivo a la inteligencia del elector:
Asumo esta responsabilidad con plena convicción para actuar con
rectitud y voluntad de servicio.
Mi trayectoria política personal es de disciplina y obligaciones.
Sé cumplir lo que ofrezco y no limito mi ánimo de servicio.
Los acapulqueños están seguros de que al nominar y votar por
Fermín Alvarado, van a elegir a un servidor público que dará el rendimiento que
merecen sus demandas, hasta el límite de mi capacidad y agotamiento físico.
Creo en la voluntad colectiva del pueblo.
Estoy seguro que la familia es el fruto de la armonía y el
entendimiento.
La familia, como célula primaria de la sociedad, es indispensable
para reducir la violencia y la ola criminal que nos azota.
La familia integrada es generadora de armonía, salud social y satisfacción
colectiva.
Quien es incapaz de vivir en familia no tiene derecho a gobernar
un pueblo.
Veo en los niños y en los jóvenes la reserva moral de la
sociedad.
Las mujeres tienen mi confianza, mi afecto y mi agradecimiento.
Un gobierno debe procurar el bienestar de la comunidad, resolver
sus problemas y satisfacer sus necesidades.
Tengo madurez política. Vocación por el servicio público.
Identidad con mi generación y valor social para enfrentar en la administración
municipal los desafíos más riesgosos.
Acapulco no es mi Patria chica. Es la Gran Patria de todos los
acapulqueños.
Alentamos la participación ciudadana para delegar soluciones en
los propios vecinos.
Compartimos toda acción que multiplique los beneficios al
pueblo.
Mantenemos el espíritu de acortar las distancias que nos
separan.
Construyamos puentes que nos comuniquen, no muros que nos
alejen.
Somos la opción mayoritaria que suma y multiplica. No sabemos
restar ni dividir.
Hagamos de Acapulco el destino feliz de la alegría, el trabajo,
la paz, la reconciliación y el progreso.
El proyecto político
que encabeza Fermín Gerardo es humanista, conciliador, integrador, incluyente,
universal. Con capacidad de soluciones y voluntad de gobernar para todos,
haciendo del municipio un hogar colectivo y de los acapulqueños una familia
social.
PD: “Todos tenemos
derecho a gobernar, pero siempre lo harán mejor, los
mejores”:
Aristóteles.