Reportaje
Estados Unidos comienza a dudar sobre la incorruptibilidad de las fuerzas armadas de México en la lucha contra el narco, aunque hay que demuestran que esto ya comenzó desde hace años
Por Enrique Huerta/ Luces del Siglo.
Cancún, Qna. Roo.,junio de
2012. Las detenciones de los generales de
división Tomás Ángeles Dauahare y Ricardo Escorcia Vargas, así como del general
brigadier Roberto Dawe González han desatado toda una serie de reacciones. Sobre
todo, desconfianza tanto de la población como de las mismas dependencias
gubernamentales nacionales e internacionales; con señales claras que apuntan a
que el Ejército mexicano se encuentra ya infiltrado – no de hoy, sino desde hace
ya varios años – por los distintos cárteles.
Como reseñó recientemente, el influyente periódico The New York Times (NYT) al dar a conocer que con las detenciones de Escorcia, Dawe y Ángeles, el gobierno estadounidense ha comenzado a observar y a externar su preocupación por la corrupción que la delincuencia organizada ha filtrado dentro de las filas castrenses de su vecino del sur; sobre todo, porque semanas atrás trascendió que ya la agencia antinarcóticos de Estados Unidos había alertado al gobierno mexicano sobre los posibles nexos de los ex militares arrestados con el cártel de los hermanos Beltrán Leyva.
El arresto del ex general Tomás Ángeles es todo un escándalo. Se encargó de las áreas de inteligencia militar y operaciones contra el narcotráfico de diciembre de 2006 a marzo de 2008, se desempeñó como agregado militar y aéreo en la embajada de México en Estados Unidos, además, fue director del Heroico Colegio Militar, así como del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas. Al principio del sexenio calderonista se le consideró como uno de los aspirantes a dirigir la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Roberto Dawe González fungió en 2006 como comandante de la compañía del Cuartel General del Cuerpo de Guardias Presidenciales.
Fantasmas del pasado
Hace días, César Gutiérrez Priego y Lilia Esther Priego, hijo y esposa del general Jesús Gutiérrez Rebollo, respectivamente, acudieron al programa de noticias matutino de Carmen Aristegui, en Noticias MVS, para denunciar la serie de irregularidades que pesan sobre el proceso del general Jesús Gutiérrez Rebollo, arrestado y procesado por enriquecimiento ilícito, acopio de armas y vínculos con el crimen organizado en 1997, cuando era comisionado del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas de la Procuraduría General de la República (PGR).
La familia dijo que hay varias irregularidades que se presentaron en el caso. Una de ellas se da en 1995, cuando Rebollo dirigió la operación de aseguramiento de 12 millones de dólares en efectivo en una aeronave en el estado de Nayarit. El dinero lo entregó al general Tomás Ángeles Dauahare, en ese entonces secretario particular del secretario de la Defensa Nacional, para que lo entregara a su vez al general Enrique Cervantes Aguirre, titular de esa dependencia. Durante dos años el dinero no apareció, sino hasta el proceso en contra de Gutiérrez Rebollo.
Esta no es la única vez que dicha familia señala a Ángeles Dauahare como agresor hacia ese clan, ya que César Gutiérrez Priego lo identifica así: “fue uno de los individuos que nos atemorizó y amenazó cuando sucedió el asunto de mi padre”; incluso detalla que su nombre clave era “Alfil”.
En 1997, Gutiérrez Rebollo habría declinado a asistir a la boda de León de Jesús Zedillo Hernández, en casa de un lugarteniente de Amado Carrillo Fuentes, a la que acudió la familia del ex presidente Ernesto Zedillo, incluso custodiados por elementos del Estado Mayor Presidencial, además de los hermanos José de Jesús, Adán y Luis Amezcua Contreras, que operaban en Colima y eran conocidos como los “Reyes de las Metanfetaminas”.
Los familiares del militar reseñan que Jesús Gutiérrez Rebollo estaba investigando la relación Zedillo-Amezcua, incluso que hay casetes de conversaciones entre los Amezcua con familiares de Nilda Patricia Velasco –esposa de Ernesto Zedillo, según revela este medio nacional.
Contaron a Aristegui que el general que se encuentra actualmente en el penal “Del Altiplano”, dirigió tres operaciones para detener a Amado Carrillo Fuentes, y que resultaron fallidos porque desde dentro del Ejército se alertaba al capo de las acciones en su contra.
Sólo en una ocasión el general detuvo a Carrillo Fuentes, conocido como “El Señor de los Cielos”, por posesión ilegal de armas, por lo que estuvo dos años en la cárcel. Posteriormente, el narcotraficante recuperó su libertad.
Diplomacia ante todo
A pesar de los escándalos y de los rumores sobre la creciente infiltración del narcotráfico en las filas del Ejército mexicano, Mark Toner, vocero del Departamento de Estado estadounidense, admitió: “Estamos trabajando por medio de la Iniciativa Mérida para fortalecer a las instituciones de México, con el objeto de que puedan afrontar estas acusaciones de corrupción”.
“Para algunos (funcionarios) estadounidenses, los arrestos confirman la vieja preocupación – de la vulnerabilidad a la corrupción – del Ejército, que ha despertado otra vez preocupaciones sobre qué tan cercanamente está ligado al cártel (de los Beltrán Leyva)”, detalla el artículo de The New York Times.
“Ahora, varios funcionarios y ex funcionarios de Estados Unidos sostienen que el arresto de tres generales y un teniente coronel, acusados de agregar a sus salarios ingresos provenientes del trasiego de drogas, ha sacudido a la institución marcial”, subraya el rotativo neoyorquino.
Como reseñó recientemente, el influyente periódico The New York Times (NYT) al dar a conocer que con las detenciones de Escorcia, Dawe y Ángeles, el gobierno estadounidense ha comenzado a observar y a externar su preocupación por la corrupción que la delincuencia organizada ha filtrado dentro de las filas castrenses de su vecino del sur; sobre todo, porque semanas atrás trascendió que ya la agencia antinarcóticos de Estados Unidos había alertado al gobierno mexicano sobre los posibles nexos de los ex militares arrestados con el cártel de los hermanos Beltrán Leyva.
El arresto del ex general Tomás Ángeles es todo un escándalo. Se encargó de las áreas de inteligencia militar y operaciones contra el narcotráfico de diciembre de 2006 a marzo de 2008, se desempeñó como agregado militar y aéreo en la embajada de México en Estados Unidos, además, fue director del Heroico Colegio Militar, así como del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas. Al principio del sexenio calderonista se le consideró como uno de los aspirantes a dirigir la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Roberto Dawe González fungió en 2006 como comandante de la compañía del Cuartel General del Cuerpo de Guardias Presidenciales.
Fantasmas del pasado
Hace días, César Gutiérrez Priego y Lilia Esther Priego, hijo y esposa del general Jesús Gutiérrez Rebollo, respectivamente, acudieron al programa de noticias matutino de Carmen Aristegui, en Noticias MVS, para denunciar la serie de irregularidades que pesan sobre el proceso del general Jesús Gutiérrez Rebollo, arrestado y procesado por enriquecimiento ilícito, acopio de armas y vínculos con el crimen organizado en 1997, cuando era comisionado del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas de la Procuraduría General de la República (PGR).
La familia dijo que hay varias irregularidades que se presentaron en el caso. Una de ellas se da en 1995, cuando Rebollo dirigió la operación de aseguramiento de 12 millones de dólares en efectivo en una aeronave en el estado de Nayarit. El dinero lo entregó al general Tomás Ángeles Dauahare, en ese entonces secretario particular del secretario de la Defensa Nacional, para que lo entregara a su vez al general Enrique Cervantes Aguirre, titular de esa dependencia. Durante dos años el dinero no apareció, sino hasta el proceso en contra de Gutiérrez Rebollo.
Esta no es la única vez que dicha familia señala a Ángeles Dauahare como agresor hacia ese clan, ya que César Gutiérrez Priego lo identifica así: “fue uno de los individuos que nos atemorizó y amenazó cuando sucedió el asunto de mi padre”; incluso detalla que su nombre clave era “Alfil”.
En 1997, Gutiérrez Rebollo habría declinado a asistir a la boda de León de Jesús Zedillo Hernández, en casa de un lugarteniente de Amado Carrillo Fuentes, a la que acudió la familia del ex presidente Ernesto Zedillo, incluso custodiados por elementos del Estado Mayor Presidencial, además de los hermanos José de Jesús, Adán y Luis Amezcua Contreras, que operaban en Colima y eran conocidos como los “Reyes de las Metanfetaminas”.
Los familiares del militar reseñan que Jesús Gutiérrez Rebollo estaba investigando la relación Zedillo-Amezcua, incluso que hay casetes de conversaciones entre los Amezcua con familiares de Nilda Patricia Velasco –esposa de Ernesto Zedillo, según revela este medio nacional.
Contaron a Aristegui que el general que se encuentra actualmente en el penal “Del Altiplano”, dirigió tres operaciones para detener a Amado Carrillo Fuentes, y que resultaron fallidos porque desde dentro del Ejército se alertaba al capo de las acciones en su contra.
Sólo en una ocasión el general detuvo a Carrillo Fuentes, conocido como “El Señor de los Cielos”, por posesión ilegal de armas, por lo que estuvo dos años en la cárcel. Posteriormente, el narcotraficante recuperó su libertad.
Diplomacia ante todo
A pesar de los escándalos y de los rumores sobre la creciente infiltración del narcotráfico en las filas del Ejército mexicano, Mark Toner, vocero del Departamento de Estado estadounidense, admitió: “Estamos trabajando por medio de la Iniciativa Mérida para fortalecer a las instituciones de México, con el objeto de que puedan afrontar estas acusaciones de corrupción”.
“Para algunos (funcionarios) estadounidenses, los arrestos confirman la vieja preocupación – de la vulnerabilidad a la corrupción – del Ejército, que ha despertado otra vez preocupaciones sobre qué tan cercanamente está ligado al cártel (de los Beltrán Leyva)”, detalla el artículo de The New York Times.
“Ahora, varios funcionarios y ex funcionarios de Estados Unidos sostienen que el arresto de tres generales y un teniente coronel, acusados de agregar a sus salarios ingresos provenientes del trasiego de drogas, ha sacudido a la institución marcial”, subraya el rotativo neoyorquino.
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