“No me pegues todavía. Que los niños se vayan al
colegio y después puedes hacer de mí lo que quieras” Luzmila De la Cruz,
lideresa de SJL, citando a una de las mujeres de su distrito, víctima de
violencia.
(Tomado de La Mula).- En las
mañanas al leer los periódicos, en las tardes al oír la radio, o en las noches
al ver los noticieros. En cada momento del día nos topamos con terribles
noticias relacionadas al feminicidio: “La estranguló y quemó”, “La asesinó por
sacarle la vuelta”, “Muere mujer asesinada por su pareja”… los casos son cada
día más y más –especialmente esta semana- y no tienen cuando acabar. ¿Existe un
plan serio para solucionar el problema? ¿Hay avances que conduzcan a terminar
con la violencia hacia la mujer? A continuación, cuatro enfoques para observar
esta problemática.
La presidenta de la Comisión de la Mujer y Familia del
Congreso de la República, Luisa María Cuculiza, la abogada Rosario Sasieta, la representante
de la ONG Manuela Ramos, Gina Yáñez, la periodista Verónica Linares, la lingüista
y productora de televisión Laura Arroyo y el testimonio de Luzmila De la Cruz,
lideresa del distrito con mayor índice de violencia en Lima, San Juan de Lurigancho,
opinan y exigen cambios.
¿Ha abandonado el Estado a
las mujeres?
Tal como lo señaló en su
columna de Diario 16, para Rosario Sasieta el tema del feminicidio es el último
peldaño en la violencia. “Ningún hombre se levanta y dice: hoy día la quemo y
la estrangulo, creo que esto va de a pocos, y todo es un proceso en el cual la
víctima se despersonaliza, y el agresor adquiere una condición mucho más
predominante”, indicó.
En declaraciones para
LaMula.pe, la defensora de los derechos de la mujer advierte que el Estado ha
dejado desprotegidas a las mujeres, y ha tomado los casos con pinzas en lugar
de atacarlo de raíz y buscar rápidas soluciones a esta ola de feminicidios.
El Estado no puede ponerse
ni de perfil ni de tratar esto con antalginas; para nosotros, el tema de
violencia de género abarca un sinnúmero de
actividades, de acciones y de conductas que nosotros permitimos desde la ciudadanía
hasta el Estado, y particularmente el Estado y los ministerios que no dan a sus
presupuestos un análisis de género.
La representante de
“Derechos a una vida sin Violencia” de la organización feminista Manuela Ramos,
Gina Yáñez, afirmó para LaMula.pe, que tampoco el Ministerio de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables (MIMP) está cumpliendo su papel de ente rector de políticas.
Añadió que no se trata solo de brindar cifras y decir que “asesinan a 10 o 15
mujeres al mes”, sino de detener eso y articular su función con las otras
instancias:
El MIMP tiene que articular
con el Ministerio de Educación, Justicia, Interior porque sigue siendo un gran
problema para las mujeres llegar a una comisaría y no tener la atención
oportuna y con buen trato.
¿Cuán importante son las
lenguas de origen en los casos de violencia a la mujer? Algunos casos que
ocurren en la capital del país hemos podido conocer a través de las noticias.
Sin embargo, ¿qué sucede en el interior del país? ¿Quién protege los derechos de
las mujeres en esos lugares? ¿Son considerados siquiera casos de feminicidio o
tentativa?.
La lingüista Laura Arroyo
declaró a LaMula.pe que existe una ley de lenguas que señala que todas las
lenguas originarias (sin excepción) son oficiales en las zonas donde
predominen. Sin embargo “es ley muerta, puesto que en la práctica no pueden desarrollar
todos sus derechos con su lengua”. En provincias, las comisarías y municipios
son dirigidos y atendidos en su mayoría por funcionarios que tienen al castellano
como única lengua. Entonces las denuncias de las mujeres son mal atendidas o de
plano no son tomadas en cuenta.
La también productora
televisiva de RBC no dudó en señalar que al interior del país no existen
traductores en todos los espacios oficiales, y cuando los lugareños quieren
participar como funcionarios el Estado no los contratan porque les piden un
competente manejo del castellano. “Es un circulo vicioso”, indicó.
Pero los traductores no son
el único problema en relación a las lenguas orígenes y la violencia, ¿qué pasa
con los psicólogos que están llamados a tratar a los agresores? Para Rosario
Sasieta en nuestro país “los psicólogos son escasísimos”, y muchos no hablan
las lenguas nativas:
Hay 18 mil y pico de
psicólogos inscritos, en los cuales 6 mil no están, o están ejerciendo otras
carreras; quedan 12 mil. De esos, ¿cuántos estarán trabajando de psicólogos en
escuelas públicas? Poquísimos, y de esos ¿cuántos sabrán quechua, cuántos sabrán
ashánincas, cuántos aymara? Y, entonces, ¿cómo puede ser que la mujer rural cure
su mente y alma si no puede expresarse en su idioma nativo?
Prioridad a la salud mental
Para la congresista
fujimorista y presidenta de la Comisión de la Mujer y Familia del Congreso de
la República, Luisa María Cuculiza, en nuestro país existe una insania de la
gente que está ligada a un “desequilibrio en la salud mental”. La parlamentaria
sostuvo que un tema a trabajar es el trato a la salud mental, sobretodo en los
colegios. “Hay que enseñarle a los niños y niñas qué es violencia y que no
deben nunca aceptarla”.
Quien también se pronunció
sobre el tema fue Luzmila Cruz, una de las defensoras de la mujer en San Juan
de Lurigancho, uno de los distritos más golpeados por la violencia a la mujer,
y planteó la inclusión dentro de los servicios de salud al tratamiento de salud
mental porque esto “es un problema psicológico”.
Para Luzmila, no solo
deberían enseñarle a la mujer a defenderse sino también se debe “buscar el otro
lado, concientizar al varón, el por qué de su actitud”. Ella explicó la idea
que ha surgido en San Juan de Lurigancho, en la casa Teresa de Jesús, donde se
está capacitando a varones que antes fueron agresores y que ahora se han
convertido en defensores de los derechos de la mujer.
El machismo como origen
El machismo es una de las
principales causas de agresión física y psicológica a las mujeres; además, para
muchas de las entrevistadas, una de las principales razones erróneas para que
se llegue al terrible desenlace de la muerte.Luzmila de la Cruz nos contó un
terrible caso, en el cual el machismo sale a relucir:
Un caso específico: una
mujer maltratada varias veces en su hogar, ””acostumbrada al golpe””, lo único
que le pedía a su agresor era que espere hasta que sus hijos se vayan del
colegio, antes de pegarla. “Que los niños se vayan al colegio y después puedes
hacer de mí lo que quieras”, le decía.
En ese sentido, la dirigenta
social de S.J.L añadió que romper con el ””modelo de hogar”” -en el que la
mujer no debe sobrepasar sus ideas- que muchos hombres tienen es actualmente
una de las más difíciles tareas. Para ella, las discusiones -y este modelo de
hogar-, no solo se deben a problemas económicos, sino que son lamentablemente
hereditarios. El abuelo pegó a la abuela, el padre también, entonces el hijo
cree que también tiene que hacerlo.
Por otro lado, la periodista
Verónica Linares y conductora de un noticiero matutino, indicó que el machismo
es una realidad que se vive constantemente, pues “este es un país machista, es
muy machista todavía”, y agregó que esto no solo viene de parte del hombre,
sino también de la mujer.
¿Qué hacer, entonces?
Denunciar los casos, no callar y asesorar a las víctimas es sin duda un gran
paso. No esperemos a ver más mujeres quemadas, ni estranguladas, ni
violentadas. Que el hasta cuándo encuentre un tope.
Por:
Jack Hurtado (@JackHurtado) y Giovanna Castañeda (@GiovannaCP)
Reporteros
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