Es un proceso combinado de biotecnológica y de nanotecnología, donde se
usan hongos y nanocristales
Ciudad de México. Marzo del 2012. (Fuente: El Sol de México)
— Un grupo científico del
Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), encabezados por
Refugio Rodríguez Vázquez, prueban actualmente en el campo experimental un
método combinado de hongos y nanopartículas para limpiar las aguas negras, sin
contaminar el medio ambiente.
La investigadora del Departamento de Biotecnología y Bioingeniería del
Cinvestav desarrolló métodos de recuperación de aguas negras e industriales, a
partir de procesos combinados biotecnológicos y de nanotecnología, donde se
usan hongos y nanocristales.
En México, explicó, prácticamente no se ha trabajado con la aplicación
de estas tecnologías combinadas, y a diferencia de los trabajos realizados
internacionalmente, donde se emplean nanomateriales, los investigadores
mexicanos utilizan los catalizadores sujetos a un soporte dentro del
fotorreactor, teniendo la ventaja de que el catalizador no se libera en el
agua, por lo que no se estaría contaminado al ecosistema.
“Al aplicar este método de limpieza de aguas negras, donde se combinan
dos procesos: uno biotecnológico con hongos y otro nanotecnológico, la biomasa
fúngica resultante se podría reutilizar en productos alternos de alto valor
agregado, además de recuperar y depurar el agua con mejor calidad y con este sistema
sería posible regresar agua limpia a partir de las descargas de aguas negras de
la ciudad de México”, señaló.
“La biotecnología ambiental consiste en el uso de seres vivos para
beneficio humano, en particular para depurar aguas negras se utilizan bacterias,
hongos y otros microrganismos; por otro lado, la nanotecnología emplea
materiales del tamaño de átomos y moléculas”, sostuvo Refugio Rodríguez
Vázquez, con motivo del Día Mundial del Agua.
Para atender el problema de las aguas negras en la ciudad de México la
mayor dificultad que enfrentan los científicos, es eliminar, además de la
materia orgánica, la remoción del nitrógeno y el fósforo, que se encuentran en
altas cantidades en el agua, así como los microorganismos patógenos, como la
salmonella, E. coli, coliformes totales o coliformes fecales, entre otros, que
causan enfermedades gastrointestinales.
Rodríguez Vázquez explicó que el proyecto de investigación inició a
escala laboratorio empleando métodos biológicos, para tratar aguas residuales
de la industria papelera y textil, que contienen una alta carga orgánica,
contaminantes tóxicos (fenoles, compuestos clorados, pigmentos y azúcares) y
microorganismos (bacterias y hongos), principalmente.
Posteriormente y con el apoyo de expertos, se mejoró la calidad del agua
al acoplar el proceso biológico a procesos secundarios (sedimentación,
coagulación, filtración y electrocoagulación) para remover el alto contenido de
metales de las aguas residuales de la industria de reciclaje de papel.
Se acopló el tratamiento terciario con nanotecnología, con lo que se
removió en tiempos relativamente cortos (20 a 90 minutos), diversos
contaminantes orgánicos tóxicos y se eliminaron también los microorganismos del
agua.
Al comprobar la efectividad de estos métodos combinados, se aplicó el
tratamiento a aguas negras en laboratorio, resultado en altas eficiencias de
remoción de los contaminantes; actualmente la investigación se encuentra en la
etapa de tratamiento secuencial empleando los procesos secundarios (sedimentación,
floculación, filtración), seguido del tratamiento terciario (nanotecnológico).
“Este método presenta varias ventajas, sobre los procesos tradicionales
de tratamiento de agua, como los lodos activados, puesto que los hongos pueden
ser utilizados en la obtención de enzimas y de proteína unicelular, además de
que con un postratamiento anaerobio, la producción de biogás podría ser mayor
que empleando el agua original”, explicó Rodríguez Vázquez.
El otro proceso, que ha sido combinado con los procesos secundarios y se
ha probado a nivel piloto, incluye un reactor nanotecnológico diseñado en el
Cinvestav, con capacidad para depurar hasta 60 mil litros de agua por día.
Con este proceso combinado el agua tratada presenta una calidad apta
para el riego y podría ser aplicada en diversos cultivos, como las hortalizas
para el consumo humano, sin ningún riesgo porque el agua ya no contiene
microbios. Por los resultados obtenidos el Instituto de Ciencia y Tecnología
del Distrito Federal apoya a los investigadores para lograr un proceso de
tratamiento sustentable.