Ellas son nuestro abrigo, siempre luchan con tesón, son nido que nos cobija, fuente inagotable de amor.
Brindan besos, abrazos, caricias y protección, nos marcan el camino con consejos y corrección.
Las primeras que se levantan para amasarnos el pan, llevan niños al colegio, y vuelven a casa a trabajar.
Pensando en sus hijos y arreglando el hogar, pasan las horas del día, y son últimas en descansar.
¡Son ellas nuestro ejemplo! Las que nos dieron la vida, nos entregan todo su tiempo, ¡Nuestras madres queridas!
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