Chilpancingo, Gro., enero del 2015 (IRZA).- Las actividades económicas en Arcelia se pasmaron después de la
irrupción reciente de un grupo armado en la comunidad de El Salitre.
Los pobladores han vivido momentos de terror y zozobra. En la mayoría de
escuelas, comercios y transporte de la cabecera municipal y sus alrededores,
donde también se suspendieron labores y servicios en casi todo el comercio del
lugar.
La mayoría de los comercios también bajaron sus cortinas y los
vendedores del mercado no expendieron sus productos ante el temor de una nueva
irrupción de grupos del crimen organizado.
Todo esto después de que hombres armados asesinaron a tres hombres,
entre ellos, dos taxistas, y levantaron a otro número de personas aún no
determinado, además de que incendiaron dos taxis durante una boda que se
celebró el pasado fin de semana en la comunidad de El Salitre, municipio de
Arcelia.
De acuerdo con información oficial, los hombres que fueron levantados
son vecinos de la cabecera municipal de Arcelia.
Pobladores y autoridades del municipio, quienes pidieron mantener en
reserva su identidad por su seguridad, indicaron que el fin de semana “se
vivieron momentos de pánico en la población”.
“Andaban los rumores de que grupos de sicarios llegaban a las casas en
busca de personas. Hubo mucho miedo. Algunas personas decidieron no salir de
sus casas. Las calles estaban solas y en silencio, algunas familias mejor se
fueron de Arcelia”, contó un regidor consultado vía telefónica.
De acuerdo con el edil, la mayoría de las escuelas no tuvieron
actividades, pese a que se reanudarían las actividades después del periodo
vacacional decembrino.
En la Escuela Centenaria Normal, el Centro de Bachillerato Tecnológico
Agropecuario (CBTA) y la Preparatoria 20 de la Universidad Autónoma de Guerrero
(UAGro) suspendieron labores a partir del mediodía después de la presencia de
los hombres armados, informó.
La mayoría de las escuelas de preescolar, primaria y secundaria también
notificaron la suspensión de actividades hasta nuevo aviso.
Tiendas de abarrotes, farmacias, veterinarias y forrajes, comerciantes
de frutas y legumbres también bajaron sus cortinas. “Muy poca gente en las
calles, y eso porque tienen que salir a comprar sus alimentos o necesidades”,
contó un vecino del lugar.
De acuerdo con pobladores consultados, la mayoría de los trabajadores
del servicio público de transporte, entre taxis y chóferes de la ruta
Arcelia-Ciudad Altamirano, también suspendieron labores.
Se informó que dos grupos del Ejército Mexicano instalaron puestos de
revisión sobre la carretera federal Iguala-Ciudad Altamirano, a la altura del
punto conocido como Palos Altos.
Sin embargo, el pánico entre la población es permanente y continúa la
zozobra, porque desde el pasado lunes se desconoce el paradero de las 17 personas
privadas de su libertad.
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