Acapulco, Guerrero; 18 de octubre del 2015.
Derivado
de los acontecimientos, ocurridos la noche del día de ayer, frente al
establecimiento denominado V.I.P, que se ubica a un costado del restaurante en
el que nos encontrábamos cenando con mi esposa, me permito hacer las siguientes
precisiones:
Lamento
profundamente los hechos que presencié, junto con mi familia y a un lado de las
personas que se encontraban en ese lugar. Lamento que haya perdido la vida el
señor José Luis Mojica Zavaleta y que hayan resultado heridos dos compañeros
que colaboran con un servidor.
De
manera inmediata, trasladamos a los lesionados de mi equipo de trabajo a la
unidad médica que se encuentra en las instalaciones de la Octava Región Naval
Militar y luego de dos horas de acompañarlos me reportaron que se encontraban
fuera de peligro.
Compañeras y compañeros de los medios que
nos acompañan:
Los
guerrerenses ya no quieren que sigan ocurriendo hechos violentos.
No
podemos seguir por la ruta de la violencia y la deshumanización. La violencia
no genera más que violencia y la sociedad quiere que esto cambie; como
gobernador del Estado haré todo lo que esté a mi alcance para que mejoren las
condiciones de seguridad pública mejoren en todo Guerrero.
Me
interesa mucho dejar en claro, que los hechos --reprobables y cobardes-- que
atestiguamos, no fueron dirigidos a mi persona ni a mi familia o hacia mis
colaboradores. Me queda claro que estuvimos en un lugar y en un momento que
coincidió con un hecho que lamentablemente se repite y se repite en todo el Estado.
Las
investigaciones, según informa la Fiscalía General del Estado, indican que las
agresiones fueron dirigidas a la fachada de un bar, que se ubicaba a un lado
del restaurante en el que nos encontrábamos.
Viví de
manera directa lo que mucha gente de Guerrero ha padecido; observé momentos de
una gran crisis de padres que estaban con sus hijos, de personas angustiadas y
temerosas por hechos que, insisto, no estaban dirigidos hacia nosotros. Y la
prueba más fehaciente de lo que digo es que ningún ventanal de notables
dimensiones del restaurante en donde estábamos resultó quebrado.
A la
persona que perdió la vida, el señor José Luis Mojica Zavaleta, expreso mi más
sentido pésame a su familia, y a todas aquellas personas que se encontraban en
el restaurante o que transitaban coincidentemente por la calle y que vivieron
momentos muy difíciles, les envío un saludo fraterno y toda mi solidaridad.
Mi
llegada al restaurante fue totalmente imprevista. Ocurrió al concluir una gira
por la Tierra Caliente y Zihuatanejo, y pasó poco después de una reunión de
trabajo que tuvimos para revisar los avances de la preparación de las
ceremonias del próximo 27 de octubre, fecha en la que rendiré protesta como
gobernador.
Agradeciendo
la presencia de todos ustedes, deseo expresar mi más profundo rechazo a la violencia
y convocar a todos los guerrerenses, a que cerremos filas contra la
delincuencia que está provocando un profundo daño a nuestro estado.
Tengo
claridad de las dificultades que significan los graves momentos que vive el Estado de Guerrero. Esto no limita mi determinación para trabajar en la
búsqueda de soluciones. He convocado, en gira por el estado en los últimos
días, a la suma de esfuerzos. El reto es grande, y de ese mismo tamaño, deben
ser nuestras acciones y programas para sacar adelante a Guerrero.
¡Somos
definitivamente más los que queremos la paz y la armonía de nuestra tierra!
¡Yo
haré lo que me corresponda para encaminar al Estado hacia la reconciliación y
la paz!
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