Por Regino Ocampo Bello
Después
de tus estudios en Tecpan, te fuiste a seguir tu camino a la ciudad de México
donde poco a poco formaste una honorable familia y con tu trabajo una posición
económica envidiable, sin embargo nunca te olvidaste del terruño que te vio
nacer y cada vez que tenías oportunidad volvías al lugar de tu infancia y
adolescencia y para que tus paisanos se enteraran de tu llegada, potentes
cohetes se oían con gran estruendo para anunciarlo.
Tus
amigos no olvidan aquel toro Metuche que con gran pompa participaba en La Topa
del Toro y formaba parte de la víspera que da vistosidad y alegría a la Fiesta
de San Bartolo cada día 23 de agosto.
Tus
amigos tampoco olvidan tu inquietud por buscar la Presidencia Municipal de
Tecpan, que aunque no se logró, la lucha se le hizo, después te desapareciste
por un tiempo pero era sabido por todos que disfrutabas del calor del hogar con
tu familia, pero de repente se te vio en el hotel de Papanoa y era muy común
verte periódicamente en Tecpan, hasta que cierto día llegaste y al parecer para
quedarte.
Cuando
recién llegaste, era muy usual verte conversando con amigos en el Restaurant de
doña Elo o en el Parque, en la calle General Ramos, en tu casa, manejando una
camioneta de doble rodada, una camioneta cerrada, un tractor con remolque, solo
o con rastra.
De
pronto, decidiste hacer tu vida personal y aunque tus amigos lo entendieron y
se alejaron de ti, no se fueron, siguen en los mismos lugares y tu ausencia es
la que se nota. Algunas personas observaron que un día, llegaron personas
ajenas al Municipio para llevarte, pero luego se supo que estabas enfermo y que
esas personas se encargarían de llevarte a curar, quienes vieron eso se
convencieron pues con ellos había familiares tuyos.
Han
pasado varios meses y tus amigos se preguntan: ¿Donde está el amigo Meto? Está
bien atendido? Ya estará sano? Y si es así, porque no regresa?.
Sus
amigos aunque un poco distraído y en veces con su charla alegre, discutida
sobre proyectos del campo, lo extrañan y se vuelven a preguntar: Que ha sido de
ti ¿Dónde estás, amigo Meto?
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