Magali
Guzmán y Rigoberto Nájera, periodistas de Ometepec, se sintieron acosados.
Daban cobertura a una marcha de ciudadanos en contra del presidente municipal
de Ometepec. Se sorprendieron cuando el jefe de prensa de aquel ayuntamiento,
acompañado de un ayudante, los retrataron una y otra vez. Una y otra…
Apenas
el lunes 23 de julio, según publica El Faro, su corresponsal en Ometepec,
Rigoberto Nájera Martínez, y su esposa Yaneth Godoy Hernández, corresponsal del
periódico estatal el Sol de Acapulco, interpusieron una demanda penal en contra
del presidente municipal, Efrén Adame Montalván y a su guardaespaldas conocido
como “Toño”, “El Platero” o “El Chimuelo”, por agresión verbal, agresión física
y amenazas de muerte.
Los
hechos denunciados, se lee en El Faro, ocurrieron el pasado viernes 20 de
julio, cerca del Instituto Tecnológico Superior de la Costa Chica, donde los
comunicadores trataron de entrevistarse con el alcalde, quien en esos momentos
circulaba por el lugar custodiado por sus guardaespaldas.
Lejos
de acceder a la entrevista, el alcalde arremetió con agresiones verbales contra
Rigoberto Nájera Martínez, molesto porque éste corresponsal ha estado
difundiendo noticias en su contra, sobre todo quejas de los ciudadanos por la
deficiente seguridad pública y por la escasez de agua potable.
La
denuncia fue recibida por el agente del Ministerio Público, Dámaso Molina
Ramos. La investigación la encargaron al comandante de la Policía Investigadora
Ministerial Redí Olea.
Habrá
que recordar que Rigoberto fue agredido por Adame Montalbán el pasado viernes,
cuando lo cuestionó por las causas del desabasto de agua potable en Ometepec.
Luego le propinó patadas y puñetazos.
La misma dosis recibió la corresponsal del Sol de Acapulco Yanet Godoy
Hernández, cuando quiso defender a su compañero.
El caso
no pasaría de la averiguación previa y la evidencia de un alcalde que desconoce
los principios del raciocinio y es un digno ejemplar del Homo Erectus. La
realidad rebasa a la esfera del pequeño poder que cree tener entre sus manos un
alcalde de kiosco cuando en el plano nacional se ha tipificado como delitos del
orden federal las agresiones a los periodistas. El compañero reportero equivocó
el camino y puede enmendar.
No es
en el fuero común donde puede demandar. Ahí le darán atolito con el dedo y el
billete del pillastre edil le permitirá evadir la acción de la justicia. Es en
la PGR donde una mesa le espera para interponer una demanda por delitos
federales en contra de los periodistas, plenamente tipificados en ese orden. Ya
veremos si el edil chimpance, y su guarura, son tan valientes cuando se enteren
que las patadas al reportero están tipificadas como delito federal y ameritan
sanciones federales parecidas a las que se imponen a los narcos o a los roba
huevos de tortuga.
Por
otro lado, suena frívolo y descabellado que los periodistas de Guerrero aun no
superen el miedo con que los dejaron las amenazas de muerte selectivas o las intimidaciones hechas
por la pasada administración de Zeferino Torreblanca Galindo. La persecución
feroz en contra de todos los periodistas de la entidad nos han dejado
calladitos. Parece le funcionó al Z meter miedo. Casi todo estamos pasmados y
ni chistamos cuando las agresiones llegan de pronto. ¿No creen que es tiempo de
superarlo?
Los
periodistas estamos arrodillados. Una sola voz no se ha levantado para
protestar por las patadas de Adame a los compañeros de Ometepec. De las
agrupaciones, ninguna ha protestado o se ha solidarizado con los compañeros
golpeados. ¿Esperan a verlos muertos para rendirles homenaje y rasgarse las
vestiduras cual fariseos?
Lamentable.
Por lo pronto nos enteramos que el Fondo de Apoyo a los Periodistas logró un
curso de periodismo policiaco y que muchos de los asistentes podrán gozar de
habitaciones y comidas… felicidades.
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