Lo ocurrido hace días en el centro de la
población de Tecpan, fue considerado por
propios y extraños, como una autentica violación a la autonomía del municipio
libre. Por dos cosas. PRIMERO, porque a los modestos policías que por algunas horas estuvieron detenidos se
les dio el trato peor que a delincuentes, y SEGUNDO, por el trauma psicológico que se dio a la población con el sobre-vuelo
de helicópteros en el casco de la ciudad
simulando el inicio de una batalla
bélica. Lo peor de todo, es que ninguna autoridad local lanzó una protesta de
agravio como debería ser, ante la autoridad que ordenó esta violatoria acción
que muchos habrán de recordar, por el método violatorio a cualquier ley o
reglamento que nuestra Constitución
consagra.
Sin embargo, las
cosas no pararon ahí, porque después de varias horas de intimidación
psicológica, los 28 elementos policiacos del municipio que se les dio trato
peor que a delincuentes, quedaron en
absoluta libertad, con un “Usted
dispensen”, a pesar que contra ellos se cometió el delito de Privación Ilegal
de la libertad, abuso de autoridad por quienes llevaron acabo la acción y hasta
de Daño Moral, figura jurídica que ya se encuadra como acto de agravio.
Nadie que este
consiente de la situación de inseguridad que se vive hoy en día en el país y no
solo en Guerrero, pudiera tomar a mal
estos métodos de investigación si así se le quiere llamar a esta canallada
policiaca, pero de que los mandos medios engañaron a sus superiores, no queda
la menor duda y lo menos que se pudiera hacer para borrar el desagravio de todo
un pueblo, sería pagarle con la misma
moneda a quienes organización tal hazaña, porque la ley es clara cuando señala
que.” Primero hay que investigar para detener y no. Detener para investigar”
Por la mañana del
día en que ocurrió esta lamentable hazaña, nos tocó ver como personas de edad
avanzada corrían a protegerse –según
ellas- de los helicópteros que
sobrevolaban el centro de Tecpan, con elementos fuertemente armados en los
estribos, apuntando hacia abajo y
tapados de la cara con pasamontaña. Mientras que familiares de los policías –-requeridos-,
así se manejó el término, no daban
crédito a lo que estaban haciendo con sus seres queridos, que en esos momentos, entregaban el turno
de 24x24 que les había tocado trabajar. Es decir, así desvelados de toda una noche y un día sin dormir,
tuvieron que hacer frente a las puntadas de un jefe de mando medio, que al no
encontrar ninguna evidencia de lo que querían saber, se dejó en libertad a los 28 “detenidos” –
igual como ocurrió hace tiempo en Michoacán, con un “Usted es dispensen”,
únicamente”.
Si nuestras leyes establecen que nadie debe
hacer justicia por sus propias manos, es
entendible que los medios legales
hubieran sido, solicitar a la primera autoridad del municipio – si es que la
hay-, la presentación de cada uno de estos elementos policiacos. Que no por ser
de provincia son mexicanos de segunda.
Y solo en el caso de alguna negativa,
entonces si se hubiera actuado de la
manera en que se hizo. Lo demás aquí y en China
es violatorio a nuestra Constitución,
por el lado que se le vea.
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