El
pleito entre el alcalde de Tecpan Crisóforo Otero Heredia y los integrantes de
ese cabildo, solo refleja el bajo nivel político entre quienes ahora dicen
gobernar aquel próspero municipio de la costa grande del que si el héroe
suriano don Hermenegildo Galeana viviera, se volvería a morir de vergüenza, por
la forma en que sus representantes se disputan el presupuesto millonario que
administran y que pretenden jinetear como patrimonio familiar.
Se
habla de un desvío de recursos del orden de los 17 millones de pesos que el
edil de referencia utilizó para formalizar una empresa y después venderle los
servicios de esta al ayuntamiento que encabeza, pero también se habla de que
los regidores dieron el grito al cielo porque se les retiró las pequeñas
participaciones económicas que mensualmente se les otorgaban, de las que
tampoco querían rendir cuentas.
Una
cosa o la otra que ninguno de los grupos han tratado de aclarar, mantienen al
ayuntamiento tecpaneco en una situación ríspida y casi paralizado, porque a
consecuencia de lo mismo, es casi nula
la atención que se da a la ciudadanía que reclama servicio de sus autoridades y
no pleitos callejeros.
Como
medio informativo, no pretendemos tomar partido con nadie porque al final de
cuenta son ellos los que salen beneficiados y no el pueblo, pero tampoco vamos
a poner oídos sordos de un hecho que esta a la vista de todos y que de una u
otra forma se refleja en la desatención a ciudadanos que un día los involucrados
prometieron servir con dignidad y
decoro, pero también con responsabilidad y altura política, si es que la
entienden.
Estaremos
al pendiente para ver hasta cuando termina esta función de circo que solo falta
la máscara de payasos a cada uno de los involucrados para que la sociedad los
clasifique lo que en realidad son. Unos verdaderos circenses.
