D.E.P |
Rosendo de la O Rendón: Fundador y Director General: Lic. Juan Alberto de la O Hernández: Coordinador General en Redes Sociales.
domingo, 28 de octubre de 2012
Llegan más de mil viajeros en el crucero Peace Boat
*
Acapulco, primer puerto mexicano que visita la embarcación
*La
ciudad es de interés para japoneses, afirma el director de la embarcación
Acapulco, Gro., octubre de 2012. El gobierno municipal de Acapulco dio la bienvenida este domingo a más de mil viajeros del crucero Peace Boat, que arribaron al puerto por la mañana.
Acapulco, Gro., octubre de 2012. El gobierno municipal de Acapulco dio la bienvenida este domingo a más de mil viajeros del crucero Peace Boat, que arribaron al puerto por la mañana.
Procedente de Guatemala, la embarcación se
ancló en la bahía Santa Lucía, donde permanecerá por espacio de varias horas, y
cuyos viajeros estudiantes en su mayoría de Japón y Estados Unidos, recorrerán
durante el día los principales atractivos del puerto.
Antes de la medianoche, los visitantes
continuarán su travesía rumbo a Manzanillo, para posteriormente finalizar su
viaje en el puerto de Yokohama, Japón.
El Peace Boat es un crucero de la paz, de
origen japonés y su misión durante el recorrido de cuatro meses, es la de
promover la paz en todo el mundo. Acapulco, es el primer puerto Mexicano que
visitan, tras haber zarpado de Guatemala.
Por ello, a su llegada a este destino
turístico, el gobierno municipal a través de la Secretaría de Turismo, dio un
cálido recibimiento a los 900 pasajeros y 329 tripulantes, con melodías
interpretadas por la banda de música del Ayuntamiento en la Terminal Marítima.
Vietnam, India, Singapur, Egipto, Turquía,
son algunos de los lugares que ha visitado el Peace Boat, antes de su llegada
al puerto de Acapulco, ciudad famosa y de interés para los japoneses, dijo el
director del crucero, Hidaka Shinsuke.
Se dio
a conocer que se hará un intercambio con universidades locales para que los
viajeros además de recibir una explicación de la cultura guerrerense, conozcan
también la elaboración de platillos típicos de la región.
Durante el evento de recepción el capitán del
barco, Alymov Víctor y el director del Crucero Hidaka Shinsuke, intercambiaron
artesanías con el secretario de Turismo municipal Netzah Peralta Radilla,
representante del gobierno municipal.
Agua Municipal
Juan López
En Coyuca de Benítez un nuevo
mercado central está en construcción. Es una edificación de este género, normal:
energía eléctrica, patios, estacionamiento, locales, secciones, áreas verdes,
agua potable, seguridad, administración y reserva territorial para su eventual
crecimiento.
Coyuca tiene recurrencia en
escasez de agua entubada pese a la cercanía del río que la favorece.
Precisamente el nuevo mercado
carece de una cisterna capaz de almacenar agua de lluvia durante toda la
temporada, suficiente para abastecer y satisfacer la demanda de los usuarios de
dicho mercado, al menos durante el estiaje.
La albañilería moderna prevé
estas continencias. Se cavan fosas de cincuenta o cien metros cúbicos,
aledañas, donde fácilmente se puede almacenar el agua de la lluvia,
higienizarla, guardarla y usarla cuando no haya bombeo u otra deficiencia del
servicio.
Hasta ahora, ningún alcalde
procura prevenir, aprovechando la gratuidad de fuentes naturales de agua, luz y
otros. Lo común es atenerse a los servicios establecidos que cada vez están
peores y lloriquear y quejarse cuando los desperfectos nos dejan sin agua o a
oscuras. Crear soluciones alternas no se les ocurre.
Una cisterna, con la que puede
contar el edificio mayor del país o la más modesta casa habitación de un hogar,
es lo más simple de la ingeniería moderna. Así como se construye una alberca,
un garaje, un cuarto de servicio, una pileta, un asoleadero, igual se agrega a
la edificación, un aljibe sellado, estratégico en el cual se guardará de mayo a
noviembre, agua llovida, limpia, cristalina y bien guarecida para que no se
corrompa. Dotándola de abate y cloro para evitar también otras alimañas.
Creo que para Ramiro Ávila,
autoridad municipal, anticipar soluciones no es del nivel de su ociosa
negligencia. No insistamos en él pero, gente como Mario Moreno Arcos, que
también arrastra en Chilpancingo el lastre de la falta de agua. Empezar con un
programa colectivo de construcción de cisternas domiciliarias, industriales,
comerciales, domésticas y de toda índole, es algo de urgencia que no se debe
dejar más tiempo a la holganza.
Se tiene por sabido que Mario
Moreno es también agua dulce y ajonjolí de muchas ineficiencias, pero buscar
procedimientos novedosos, científicos de aprovechar el agua de la lluvia, es ya
en otros ayuntamientos y países, una solución que mucho ayuda a ciudades que
padecen por la escasez del vital líquido.
Entonces, por qué no hacerlo en
Coyuca, en Chilpancingo, en Iguala y en todas las comunidades del
Estado, que se ven afectadas por el horroroso calvario de la falta de agua.
Si en la Ciudad de los
Servicios, construida por René Juárez, se hubiese previsto el equipamiento
necesario para guardar agua de la lluvia, no estaríamos repitiendo la consiga
de que el hubiera no existe. Si cada
edificio, vivienda, Infonavit, casa u otro aposento humano de convivencia
múltiple, desde ahora se le procura el accesorio de una reserva natural de agua
captada en temporales, el alarmante y grave escasez de agua potable en los
domicilios podrá atenuarse de modo bastante considerable.
La naturaleza del funcionario
público es en lo general, la de no quebrarse los sesos modificando las
estructuras burocráticas a que está acostumbrado. Sin embargo, conseguir nuevas
formas de satisfacer las necesidades públicas, los servicios vitales, nos
obligan a considerar como posibles, novedosas innovaciones racionales para
solventar crisis como la de la falta de agua.
Captar agua de la lluvia,
higienizarla y darle uso doméstico no es un invento de nadie ni una ocurrencia
loca. En el Estado de México existen laboratorios de experiencias de este tipo y
se ofrecen a quien las requiera, orientación y capacitación para operar
sistemas comunitarios de utilización de agua de la lluvia.
Carentes de noción, munícipes y
autoridades, es deber nuestro, a través de estos editoriales, sacudirles la
sesera para que tomen cartas en el asunto y no estén sólo esperando los miles
de millones de pesos en inversiones náuticas, para dotar a sus pueblos de agua
potable.
PD: “Pensar es el trabajo más
difícil que existe”: Pitágoras.
sábado, 27 de octubre de 2012
Procedentes 30 impugnaciones al examen de oposición; ordenan reponer el proceso
El DIF trabaja con el estandarte del servicio y la honestidad: Claudia Walton
* Recibe medalla de la Unión de Organizaciones
Económicas y Mujeres Productoras de Guerrero, por su trabajo social
Acapulco, Gro., octubre de 2012. La presidenta del patronato del DIF Claudia Walton Álvarez acudió a la
inauguración del XIII Congreso General Estatal Anual de la Unión de
Organizaciones Económicas y Mujeres Productoras de Guerrero A.C. en el salón
Chichen Itzá del Centro Internacional Acapulco.
El evento, es un encuentro en donde más de 700 mujeres delegadas del
medio rural comparten vivencias y experiencias para lograr mejores condiciones
de vida así como alcanzar la equidad en derechos y oportunidades entre mujeres
y hombres.
“El ayuntamiento y el DIF están trabajando con una bandera de servicio y
honestidad en los cuales lo que queremos es que se beneficien el mayor número
de personas… soy nueva en esto pero creo que para dar y recibir no se necesita
tener un puesto anterior”, dijo Claudia Walton.
A su vez Walton Álvarez, le ofreció a la presidenta del Comité Directivo
de la Unión de Organizaciones Económicas y Mujeres Productoras Rosaura
Rodríguez Carrillo trabajar en conjunto teniendo las puertas abiertas para
ayudar y servir, solicitando que depositen su confianza en ella para poder
realizar proyectos que beneficien a muchas personas.
Posteriormente la asociación le entregó a Claudia Walton una medalla de
plata, por su apoyo y trabajo social.
En el mismo acto, la Asociación Civil y el Instituto de Transparencia y
Acceso a la Información Pública del Estado de Guerrero (ITAIG) firmaron un
convenio de cooperación y colaboración para la promoción y difusión de la
cultura de la transparencia que beneficia al ámbito rural, mediante el cual se
impartirán diversos talleres comunitarios.
Al congreso también acudió el senador Sofío Ramírez, el secretario de
Salud del estado Lázaro Mazón, así como autoridades diversas del sector rural.
viernes, 26 de octubre de 2012
Reportaje
Cada año miles de
jóvenes que ingresan a las escasas universidades que existen en Quintana Roo
tienen que dejar sus estudios por diversas razones, lo que coloca al estado
entre los índices más altos de deserción escolar, aunado a la falta de
cobertura educativa al sector juvenil
Cancún, Qna. Roo., a 26 de octubre de 2012
Por Hugo David Pérez / Luces del Siglo
La meta de concluir una carrera universitaria en Quintana Roo es
sólo una ilusión para muchos de los estudiantes que con esfuerzo llegan a ella.
Ya sea por falta de recursos, reprobación o simplemente por la nula oferta
académica, casi el 15 por ciento de los 24 mil 576 alumnos que cursan la educación
superior abandonan sus estudios y colocan a Quintana Roo como el segundo estado
con mayor deserción en estudios superiores.
Datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) arrojan que en el ciclo escolar 2010-2011 se contabilizaron 24 mil 576 jóvenes estudiando en alguna de las 58 escuelas de nivel superior en el estado. De estos, el 15.1 por ciento, es decir, 3 mil 686 alumnos desertan, y colocan a Quintana Roo, junto con Veracruz (14.40) y Baja California Sur (16.20) entre los índices de deserción más altos del país con respecto a su población.
Las cifras son relevantes si se tiene en cuenta el filtro que existe en la educación media y media superior. Según la SEP en el mismo ciclo escolar existían 72 mil jóvenes cursando la secundaria y 45 mil 502 la preparatoria, es decir, el sistema de educación superior del estado sólo atiende a un tercio de la población inscrita a la secundaria.
Aunado a esto, Quintana Roo también tiene uno de los peores índices de cobertura a nivel nacional, pues sólo da cabida en aulas universitarias, públicas y privadas, al 17.5 por ciento de la población de 19 a 23 años, que en la entidad suman 141 mil 134 jóvenes.
A nivel nacional las cosas no son mejores. Cifras de la SEP señalan que en el ciclo 2010-2011 la matrícula escolarizada fue de 2 millones 773 mil 088 alumnos, que equivale al 27.9% de la población de 19 a 23 años de edad. Además, la matrícula escolarizada y mixta para el mismo ciclo es de 2 millones 904 mil 829 estudiantes que equivalen al 29.2%, a lo que se debe agregar 166 mil 814 estudiantes registrados en la modalidad no escolarizada, con lo cual la cobertura en la educación superior se eleva a 30.9 %.
De acuerdo a los números de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en nuestro país únicamente el 38 por ciento de quienes logran acceder a la educación universitaria no se gradúa.
Entre los 22 países para los que hay datos comparables en 2010, Turquía tiene una tasa de deserción igual a la de México, por lo que juntos ocupan el primer lugar en esta escala, seguidos de Suecia, con 36 por ciento y de Portugal, con 31 por ciento.
El panorama en Cancún
Una de las instituciones de mayor crecimiento en los últimos años en Cancún es la Universidad del Caribe, entre cuyas carreras se encuentra además de Gastronomía y Turismo, Ingeniería Industrial, Ingeniería Ambiental e Ingeniería en Telemática, entre otras. El rector Arturo Escaip Manzur explica que entre sus estudiantes la principal causa de deserción es el cambio de domicilio, una constante en un destino turístico, y en segundo lugar, la necesidad de trabajar.
A pesar de esto las estadísticas del centro universitario reflejan una disminución en la deserción escolar y un aumento de la matrícula: en 2008 se inscribieron 2 mil 33 alumnos, dándose de baja a 185; para el 2009 se registraron 2 mil 248 alumnos, con 169 desertores; en 2010 fueron 2217 alumnos inscritos y 105 que no concluyeron; mientras en 2011 el ingreso fue de 2 mil 302, mientras que sólo 112 abandonaron sus estudios.
El rector apunta que la falta de preparación en las áreas de matemáticas influye para que a nivel nacional sean las ingenierías las que más índice de deserción presenten. “Un gran acierto que tuvimos fue la creación del programa propedéutico. Muchos jóvenes llegan con deficiencias en las ciencias exactas producto de una mala enseñanza en los otros niveles, lo que a la postre ha repercutido en que no entiendan sus clases y abandonen la escuela; con el programa nosotros los nivelamos en algebra lineal y matricial, también cálculo”, señala Escaip Manzur.
Para este ciclo escolar la Unicaribe inscribió a cerca de 2 mil 500 alumnos, de los cuales, casi 10 por ciento no tuvo para pagar la colegiatura, unos 2 mil 100 pesos semestrales, en una sola exhibición, por lo que se decidió llegar a un convenio para que fueran pagando según sus posibilidad. “En la actualidad el pago de la colegiatura no es un factor por el cual los alumnos dejen de estudiar, se presentan más cuando el chico necesita trabajar para contribuir en su hogar o el mismo es proveedor”, señala Escaip Manzur.
Cuestionado sobre la posibilidad de trabajo para los jóvenes, el rector señala que hoy por hoy existen menos ofertas para los estudiantes y que la dinámica del turismo exige horarios puntales, “Un tipo beca que manejamos en la institución es el trabajo de la cafetería escolar, los jóvenes que quieren tener un ingreso pueden laborar ahí, es atendida totalmente por estudiantes”.
La rectora de la Universidad Tecnológica (UT), Leslie Hendriks Rubio, lamenta que aún con los esfuerzos en becas y tutorías, el fenómeno de la deserción escolar sea parte del presente, “en un estado que sigue rezagado en materia de cobertura educativa, los pocos alumnos que llegan a la educación superior no podemos dejarlos ir por causas que se pueden abatir”, señala.
En la UT como en otras universidades del estado, las principales causas para la deserción tienen que ver con el cambio de residencia de los alumnos y, por supuesto, las carencias económicas. Sin embargo, al ser un centro educativo en el que predominan las ingenierías el desempeño académico es muy importante, “es uno de los grandes problemas que existen hoy, el modelo es riguroso y tal parece que los jóvenes piensan que será un camino fácil”, explica Hendriks Rubio.
Aunado a esto, a diferencia de otros centros educativos en la UT no se permite a los alumnos reprobar ninguna materia y de hacerlo se les impide inscribirse en el cuatrimestre posterior. “Sin duda el sistema que aplica la Universidad Tecnológica es muy duro, un chico que reprueba debe esperar casi un año para poder cursar la materia nuevamente”.
En el ciclo 2011-2012, de mil 700 alumnos inscritos en el programa de Técnico Superior Universitario el primer cuatrimestre se dieron de baja 173 alumnos. Mientras que en el programa de licenciaturas de mil alumnos fueron 120 los que desertaron. Lo que significa que a lo largo del ciclo escolar las cifras de deserción llegan hasta el 30 por ciento
“Debemos estar atentos a la falta de preparación en matemáticas que se está volviendo pieza fundamental para acreditar estudios universitarios, en el tema económico, siendo una institución gubernamental gratuita, con un costo de mil 200 cuatrimestrales, que los chicos no asistan por falta de dinero es imperdonable”, señala la rectora.
Tanto la Universidad del Caribe como la Universidad Tecnológica reciben el apoyo del gobierno en el tema de becas y cada uno a su manera ha aplicado las tutorías a fin de que los alumnos puedan mejorar su rendimiento académico, además de encontrar un soporte para manejar temas ajenos a la escuela.
“A veces los chicos piensan que salirse de la escuela para ayudar a su familia es una buena acción y tal vez necesaria, pero a la larga puede ser una decisión errónea”, afirma la rectora. Por otro lado, Arturo Escaip afirma que reciben 198 becas de Pronabes, pero han institucionalizado un programa para reconocer la excelencia académica, “el mejor alumno de cada programa educativo está exento de la colegiatura y se le entrega una cantidad mensual”.
Con todo esto se pretende abatir un fenómeno que crece en Quintana Roo, un estado que ha quedado rebasado en servicios educativos con respecto al crecimiento poblacional. El ciclo pasado fueron más de 3 mil alumnos que desertaron, cifra que se suma a los años anteriores y por venir. Un verdadero foco rojo para las nuevas generaciones.
Decepción en el paraíso
Al salir de la preparatoria Amanda Chan se dio cuenta que la carrera que quería estudiar no era impartida en ninguna de las universidades públicas en Cancún, por lo que decidió matricularse en una escuela privada donde impartieran Ciencias de la Comunicación.
A mitad de semestre ya no tuvo para costearse sus estudios y se vio obligada a desertar. “Me encantaban las cosas prácticas, hacer reportajes, salir, conocer gente… pero en mi familia vivimos una situación un poco incómoda y tuve que entrar a trabajar”.
- ¿Y no se puede trabajar y estudiar a la vez?
- De que se puede se puede, siempre y cuando las empresas te den esa oportunidad, es raro que encuentres una empresa que te ayude a que estudies y trabajes, porque te piden disponibilidad de horarios o rotar turnos, deberían dar esa facilidad.
El caso de Fernanda Salazar es igual de decepcionante. Ella se vio ante la disyuntiva de no estudiar o elegir una carrera que se apegara más a su vocación dada la pobre oferta académica de la localidad. Así, se inscribió en la Universidad del Caribe en la carrera de Innovación Empresarial.
- “¿Por qué? Porque no había de otra. Nada en Cancún se asemejaba a mis intereses académicos, a la fecha nada lo hace”, dice.
Decepcionada por la carrera, abandonó la escuela y decidió probar suerte en el examen de admisión a la Universidad Nacional Autónoma de México, en la que a pesar de realizar cuatro intentos fue rechazada de la Facultad de Filosofía y Letras.
“Reinicié mis estudios en una escuela de paga, después de dos años fuera de forma en cuanto a la estructura escolarizada. No me gustó. Muy deficiente la institución y una dudosa preparación de los docentes”, añade desconsolada.
.
Datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) arrojan que en el ciclo escolar 2010-2011 se contabilizaron 24 mil 576 jóvenes estudiando en alguna de las 58 escuelas de nivel superior en el estado. De estos, el 15.1 por ciento, es decir, 3 mil 686 alumnos desertan, y colocan a Quintana Roo, junto con Veracruz (14.40) y Baja California Sur (16.20) entre los índices de deserción más altos del país con respecto a su población.
Las cifras son relevantes si se tiene en cuenta el filtro que existe en la educación media y media superior. Según la SEP en el mismo ciclo escolar existían 72 mil jóvenes cursando la secundaria y 45 mil 502 la preparatoria, es decir, el sistema de educación superior del estado sólo atiende a un tercio de la población inscrita a la secundaria.
Aunado a esto, Quintana Roo también tiene uno de los peores índices de cobertura a nivel nacional, pues sólo da cabida en aulas universitarias, públicas y privadas, al 17.5 por ciento de la población de 19 a 23 años, que en la entidad suman 141 mil 134 jóvenes.
A nivel nacional las cosas no son mejores. Cifras de la SEP señalan que en el ciclo 2010-2011 la matrícula escolarizada fue de 2 millones 773 mil 088 alumnos, que equivale al 27.9% de la población de 19 a 23 años de edad. Además, la matrícula escolarizada y mixta para el mismo ciclo es de 2 millones 904 mil 829 estudiantes que equivalen al 29.2%, a lo que se debe agregar 166 mil 814 estudiantes registrados en la modalidad no escolarizada, con lo cual la cobertura en la educación superior se eleva a 30.9 %.
De acuerdo a los números de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en nuestro país únicamente el 38 por ciento de quienes logran acceder a la educación universitaria no se gradúa.
Entre los 22 países para los que hay datos comparables en 2010, Turquía tiene una tasa de deserción igual a la de México, por lo que juntos ocupan el primer lugar en esta escala, seguidos de Suecia, con 36 por ciento y de Portugal, con 31 por ciento.
El panorama en Cancún
Una de las instituciones de mayor crecimiento en los últimos años en Cancún es la Universidad del Caribe, entre cuyas carreras se encuentra además de Gastronomía y Turismo, Ingeniería Industrial, Ingeniería Ambiental e Ingeniería en Telemática, entre otras. El rector Arturo Escaip Manzur explica que entre sus estudiantes la principal causa de deserción es el cambio de domicilio, una constante en un destino turístico, y en segundo lugar, la necesidad de trabajar.
A pesar de esto las estadísticas del centro universitario reflejan una disminución en la deserción escolar y un aumento de la matrícula: en 2008 se inscribieron 2 mil 33 alumnos, dándose de baja a 185; para el 2009 se registraron 2 mil 248 alumnos, con 169 desertores; en 2010 fueron 2217 alumnos inscritos y 105 que no concluyeron; mientras en 2011 el ingreso fue de 2 mil 302, mientras que sólo 112 abandonaron sus estudios.
El rector apunta que la falta de preparación en las áreas de matemáticas influye para que a nivel nacional sean las ingenierías las que más índice de deserción presenten. “Un gran acierto que tuvimos fue la creación del programa propedéutico. Muchos jóvenes llegan con deficiencias en las ciencias exactas producto de una mala enseñanza en los otros niveles, lo que a la postre ha repercutido en que no entiendan sus clases y abandonen la escuela; con el programa nosotros los nivelamos en algebra lineal y matricial, también cálculo”, señala Escaip Manzur.
Para este ciclo escolar la Unicaribe inscribió a cerca de 2 mil 500 alumnos, de los cuales, casi 10 por ciento no tuvo para pagar la colegiatura, unos 2 mil 100 pesos semestrales, en una sola exhibición, por lo que se decidió llegar a un convenio para que fueran pagando según sus posibilidad. “En la actualidad el pago de la colegiatura no es un factor por el cual los alumnos dejen de estudiar, se presentan más cuando el chico necesita trabajar para contribuir en su hogar o el mismo es proveedor”, señala Escaip Manzur.
Cuestionado sobre la posibilidad de trabajo para los jóvenes, el rector señala que hoy por hoy existen menos ofertas para los estudiantes y que la dinámica del turismo exige horarios puntales, “Un tipo beca que manejamos en la institución es el trabajo de la cafetería escolar, los jóvenes que quieren tener un ingreso pueden laborar ahí, es atendida totalmente por estudiantes”.
La rectora de la Universidad Tecnológica (UT), Leslie Hendriks Rubio, lamenta que aún con los esfuerzos en becas y tutorías, el fenómeno de la deserción escolar sea parte del presente, “en un estado que sigue rezagado en materia de cobertura educativa, los pocos alumnos que llegan a la educación superior no podemos dejarlos ir por causas que se pueden abatir”, señala.
En la UT como en otras universidades del estado, las principales causas para la deserción tienen que ver con el cambio de residencia de los alumnos y, por supuesto, las carencias económicas. Sin embargo, al ser un centro educativo en el que predominan las ingenierías el desempeño académico es muy importante, “es uno de los grandes problemas que existen hoy, el modelo es riguroso y tal parece que los jóvenes piensan que será un camino fácil”, explica Hendriks Rubio.
Aunado a esto, a diferencia de otros centros educativos en la UT no se permite a los alumnos reprobar ninguna materia y de hacerlo se les impide inscribirse en el cuatrimestre posterior. “Sin duda el sistema que aplica la Universidad Tecnológica es muy duro, un chico que reprueba debe esperar casi un año para poder cursar la materia nuevamente”.
En el ciclo 2011-2012, de mil 700 alumnos inscritos en el programa de Técnico Superior Universitario el primer cuatrimestre se dieron de baja 173 alumnos. Mientras que en el programa de licenciaturas de mil alumnos fueron 120 los que desertaron. Lo que significa que a lo largo del ciclo escolar las cifras de deserción llegan hasta el 30 por ciento
“Debemos estar atentos a la falta de preparación en matemáticas que se está volviendo pieza fundamental para acreditar estudios universitarios, en el tema económico, siendo una institución gubernamental gratuita, con un costo de mil 200 cuatrimestrales, que los chicos no asistan por falta de dinero es imperdonable”, señala la rectora.
Tanto la Universidad del Caribe como la Universidad Tecnológica reciben el apoyo del gobierno en el tema de becas y cada uno a su manera ha aplicado las tutorías a fin de que los alumnos puedan mejorar su rendimiento académico, además de encontrar un soporte para manejar temas ajenos a la escuela.
“A veces los chicos piensan que salirse de la escuela para ayudar a su familia es una buena acción y tal vez necesaria, pero a la larga puede ser una decisión errónea”, afirma la rectora. Por otro lado, Arturo Escaip afirma que reciben 198 becas de Pronabes, pero han institucionalizado un programa para reconocer la excelencia académica, “el mejor alumno de cada programa educativo está exento de la colegiatura y se le entrega una cantidad mensual”.
Con todo esto se pretende abatir un fenómeno que crece en Quintana Roo, un estado que ha quedado rebasado en servicios educativos con respecto al crecimiento poblacional. El ciclo pasado fueron más de 3 mil alumnos que desertaron, cifra que se suma a los años anteriores y por venir. Un verdadero foco rojo para las nuevas generaciones.
Decepción en el paraíso
Al salir de la preparatoria Amanda Chan se dio cuenta que la carrera que quería estudiar no era impartida en ninguna de las universidades públicas en Cancún, por lo que decidió matricularse en una escuela privada donde impartieran Ciencias de la Comunicación.
A mitad de semestre ya no tuvo para costearse sus estudios y se vio obligada a desertar. “Me encantaban las cosas prácticas, hacer reportajes, salir, conocer gente… pero en mi familia vivimos una situación un poco incómoda y tuve que entrar a trabajar”.
- ¿Y no se puede trabajar y estudiar a la vez?
- De que se puede se puede, siempre y cuando las empresas te den esa oportunidad, es raro que encuentres una empresa que te ayude a que estudies y trabajes, porque te piden disponibilidad de horarios o rotar turnos, deberían dar esa facilidad.
El caso de Fernanda Salazar es igual de decepcionante. Ella se vio ante la disyuntiva de no estudiar o elegir una carrera que se apegara más a su vocación dada la pobre oferta académica de la localidad. Así, se inscribió en la Universidad del Caribe en la carrera de Innovación Empresarial.
- “¿Por qué? Porque no había de otra. Nada en Cancún se asemejaba a mis intereses académicos, a la fecha nada lo hace”, dice.
Decepcionada por la carrera, abandonó la escuela y decidió probar suerte en el examen de admisión a la Universidad Nacional Autónoma de México, en la que a pesar de realizar cuatro intentos fue rechazada de la Facultad de Filosofía y Letras.
“Reinicié mis estudios en una escuela de paga, después de dos años fuera de forma en cuanto a la estructura escolarizada. No me gustó. Muy deficiente la institución y una dudosa preparación de los docentes”, añade desconsolada.
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