• Padecimiento que aparece frecuentemente
entre los 15 y 35 años de edad
• La autoexploración es la clave para
detectar a tiempo cualquier padecimiento
Acapulco, Gro.
a 02 noviembre del 2013. A fin de prevenir con oportunidad
el cáncer testicular, es necesario que los hombres se hagan una autoexploración,
de ser posible diariamente a la hora del baño, para detectar cambios en el
tamaño o la presencia de alguna protuberancia (“bolita”) en uno o ambos
testículos. En caso de que así sea es necesario ir con el médico familiar o con
el especialista para que determine de qué se trata exactamente, informó el
especialista en urología, Alejandro Robert Uribe.
El cáncer en testículos es uno de los más frecuentes entre los 15
y los 35 años de vida, indicó el especialista de la Delegación Guerrero
del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quien subrayó la importancia
de diagnosticar esta enfermedad etapas tempranas.
Robert Uribe señaló que el pronóstico generalmente es bueno y es
curable si se detecta el tumor en una etapa temprana, cuando todavía no
aparecen los síntomas mencionados, ya que después de un determinado tiempo se
extenderá hacia los ganglios linfáticos en el abdomen y pueden extenderse a
hígado y pulmones, lo que complicará más el tratamiento médico y/o quirúrgico.
Dijo que aunque no todos los tumores de testículos son cancerosos,
la única manera de diferenciarse es ir al médico para obtener un diagnóstico
preciso. Es un factor predisponente para la aparición de cáncer, el
sedentarismo, el cual normalmente va acompañado de obesidad y aumenta al doble
el riesgo de padecerlo.
El especialista del Seguro Social manifestó que es un riesgo en
niños que nacieron con bajo peso o prematuros y aquellos a los que se les
detectó criptorquidia, que es la falta de descenso de uno o ambos testículos
desde la cavidad abdominal hasta el escroto, estos últimos tiene hasta 10 veces
mayor riesgo de sufrirlo.
Destacó que así como se le ha dado una adecuada difusión a la
importancia de las autoexploración de los senos para evitar el cáncer de mama
en la mujer, es igual de importante que los varones realicen esta acción.
Mencionó que además del cáncer existen otras enfermedades que de
no tratarse pueden llevar a la infertilidad o a que se atrofien los genitales.
Subrayó que por su frecuencia, una de las más comunes enfermedades
en los genitales masculinos es el varicocele, enfermedad que consiste en la
dilatación anormal de las venas que drenan la sangre del testículo y afecta a
los varones en la etapa reproductiva; puede presentarse en personas sedentarias
que realizan ejercicios como levantamiento de pesas o que tienen un trabajo en
el que realizan importante esfuerzo abdominal.
El varicocele tiene dos formas de manifestarse: una es el dolor
testicular y la otra es infertilidad, su tratamiento regularmente es quirúrgico
y tiene como finalidad retirar las venas que no están funcionando y dejar las
que ayuden en el drenaje adecuado de la sangre, el pronóstico con el
tratamiento adecuado es excelente.
Otro padecimiento común es la orquiepididimitis, que consiste en
la inflamación del testículo y el epidídimo (órgano donde maduran los
espermatozoides) y que es frecuente entre los jóvenes sexualmente activos y
entre las personas mayores a los 40 años de edad. Generalmente es causada por
bacterias y cuando se detecta tempranamente el tratamiento es sencillo, indicó.
“Lo más importante de todo es el hecho de
saber que la autoexploración de los testículos es la única manera de
detectar los problemas testiculares a tiempo, y que todo dolor en esta área o
anormalidad debe ser revisado por el médico”, concluyó.