*Las cosas no van a mejorar en seguridad si el aplicar la ley no es una
forma cotidiana de gobierno, sostiene el ex diputado.
Claudio
Vargas/IRZA
Acapulco
Gro., noviembre 16 de 2015 (IRZA).- El ex diputado local Rubén
Figueroa Smutny aseguró que, “por desgracia, los muertos en Guerrero se siguen
acumulando” y que “mientras el aplicar la ley no se convierta en una forma
cotidiana de gobierno, el problema de la inseguridad no va a mejorar”.
Al condenar el asesinato del
ex director de Gobernación de Acapulco, Felipe Loyo Malabar, ocurrido la mañana
de este lunes en esta ciudad, Figueroa Smutny sostuvo que “mientras no lleven a
los delincuentes ante las agencias del Ministerio Público y los procesen”, los
índices de violencia no van a bajar, porque “luego los dejan en libertad”.
Entrevistado durante una
visita que hizo al Palacio Municipal, dijo que otro de los graves problemas que
se tienen en lo que tiene que ver con la seguridad pública. “Es que cuando
detienen a una persona, luego se amparan en los derechos humanos y las
autoridades terminan dejándolos en libertad”.
“¿Para qué queremos tantas
policías y Ejércitos, si cuando agarran a los delincuentes en flagrancia luego
los dejan libres?”, reprochó.
Insistió que el problema de
la inseguridad en la entidad no se va mejorar con instituciones débiles, como
bien en su momento lo expresó el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio
Chong.
El ex diputado también se
refirió a lo que un día dijo el presidente de la república, Enrique Peña Nieto,
sobre el tema de la inseguridad en Guerrero, que “algunos alcaldes hacen como
que la virgen les habla, que nadan de a muertito y no están cumpliendo con su
responsabilidad de atender el asunto de la seguridad”.
Luego advirtió que si las
autoridades de los tres niveles de gobierno no hacen cumplir la ley en
Guerrero, todo se va ir descomponiendo y en zonas donde antes no se presentaban
hechos de violencia, ahora los tienen, y citó como ejemplo el municipio de
Cuajinicuilapa, en la región de la Costa Chica de Guerrero, donde hace una
semana fueron asesinadas al menos diez personas y heridas una cantidad parecida
mientras se encontraban en un palenque clandestino de gallos.