Acapulco Gro. Junio del 2015
Desde hace varios años
iniciamos en Acapulco un proyecto que diera respuesta al justo reclamo de una
ciudadanía víctima de una situación de extrema gravedad que padecemos los
acapulqueños, quienes hemos visto como Acapulco se ha convertido en el municipio
más peligroso del país, donde la vida turística se ha desplomado y en la que
vive el mayor número de personas en pobreza extrema.
Acapulco no sólo sufre
desempleo, ausencia de oportunidades, pobreza e inseguridad, sino también ha
aguantado a malos gobiernos que no han ofrecido salidas inmediatas, de mediano
y largo plazo a los problemas del municipio, y que por el contrario, han
agraviado la crisis que mantiene agobiado a los acapulqueños.
Por esta razón, ofrecimos a
todos los acapulqueños poner a Acapulco en buenas manos, y emprendimos una
campaña de propuestas que cosechó el respaldo mayoritario del pueblo de
Acapulco que se manifestó en las urnas con el apoyo decidido de miles y miles
de acapulqueños que creyeron que sí era posible cambiar el estado de cosas en
la que nos encontramos.
A los casi 75 mil
acapulqueños que depositaron su voto a nuestro favor, quiero decirles muchas,
pero muchas gracias. Los votos a favor de la opción de representamos fueron
limpios y conscientes, movidos por la esperanza que tiene una mayoría de
superar la crisis que vivimos en Acapulco, de que recuperemos la paz y la
tranquilidad que no existe en pueblos, barrios y colonias.
Los votos que fueron
nuestros, representan el deseo de que se recupere la inversión, de que haya más
y mejores empleos mejor pagados y se traduzcan en mejores condiciones de vida
para los trabajadores y sus familias, que es lo que más anhelan quienes
sufragaron por nosotros.
A todos ellos, mi
compromiso es no olvidarlos, es seguir trabajando por el proyecto que nos
abrazó a todos y que nos permita alcanzar más pronto que tarde el renacimiento
de Acapulco.
Señoras y señores:
Estamos convencidos que la
mayoría se expresó por nuestra causa. Sin embargo, en Acapulco operaron
abrumadoramente quienes se oponen a dejar el poder, que son aquellos que no
gobernaron bien en su momento y cuyo recuerdo que está muy presente entre los
acapulqueños y que hizo que la ciudadanía se volcara en su contra. Sólo así se
explica que en Acapulco nuestro candidato, hoy gobernador electo, Héctor
Astudillo Flores, haya ganado la mayoría de los votos con una sobrada
diferencia de siete puntos. Que en el caso de los distritos federales, se hayan
ganado los dos. Sólo así se explica que se hayan ganado seis de siete distritos
locales.
En el caso de la
Presidencia Municipal de Acapulco, la diferencia es menor a un 1 punto
porcentual, lo que causa por sí mismo una lógica sospecha y evidencia un manejo
desigual en la elección.
De acuerdo con todos los
elementos que tenemos en nuestras manos, hemos encontrado que antes, durante y
después de las elecciones se registraron diversas y cuantiosas irregularidades
que a todas luces rompen el marco de la ley electoral vigente en el Estado de
Guerrero.
El Instituto Electoral y de
Participación Ciudadana del Estado actuó en forma irresponsable y negligente al
confundir al electorado con las lonas que colocó en los consejos distritales a
través de las cuales informaba a los ciudadanos las formas en cómo debían
sufragar.
En los distritos
electorales de Acapulco, pese a saber que el Partido Revolucionario
Institucional no contendía coaligado con el Partido Verde Ecologista de México
para la elección de Presidente Municipal, fomentó, como si fuera legal y
válido, votar por ambos partidos.
Esa conducta del Instituto
fue ilegal e irresponsable. Tuvo como consecuencia graves, directa e inmediata
que el electorado tachara los logotipos de ambos partidos en su boleta de
Ayuntamiento y con ello, sin saberlo, anulara su voto.
La existencia de 15,796
votos nulos en la elección de Ayuntamiento de Acapulco lo demuestra. Esa
cantidad de votos nulos es mayor a la diferencia de 2,571 votos que existe
entre primero y segundo lugar de la elección.
Con actos tan evidentes y
contundentemente probados, es posible concluir que con intencionalidad o con
irresponsabilidad, el Instituto Electoral del Estado ayudó al PRD y a Evodio
Velázquez a ganar la elección del Ayuntamiento de Acapulco.
Como segundo apartado, el
PRI impugnó los resultados de la votación en 180 casillas por considerar que no
se recibió conforme a los principios rectores de certeza, legalidad,
imparcialidad, independencia y objetividad.
El Instituto Electoral y de
Participación Ciudadana se ha negado a realizar un recuento amplio de votos
para dotar de certeza los resultados.
Por estos motivos el PRI ha
solicitado al Tribunal Electoral del Estado que ordene realizar un recuento
amplio de votos en sede jurisdiccional, pues como ya se mencionó, consideramos
que existen elementos que producen falta de certeza en los resultados y que al
final del recuento, el PRI demostrará que siempre estuvo arriba en la votación.
Durante la campaña de
proselitismo, el Partido de la Revolución Democrática y sus aliados dirigieron
actividades de reparto de cemento, tinacos, diversos utilitarios, apoyos
económicos y de programas sociales de gobierno con los que se pretende
pervertir la decisión popular a su favor. Tenemos las evidencias que el mismo
candidato de ese partido repartió varias veces esos enseres para trastocar la
voluntad de los ciudadanos.
También durante la campaña,
empleados del Ayuntamiento de Acapulco (como los que cobran en la nómina de la
Dirección de Saneamiento Básico municipal) participaron activamente en las
actividades proselitistas durante los horarios que la ley electoral prohíbe. En
los propios medios de comunicación aparecen inserciones pagadas en donde posan
con el candidato del PRD.
Durante el desarrollo de la
jornada comicial, diversos personajes afines al candidato del PRD participaron
efusiva y masivamente en la compra de voluntades para torcer los resultados que
sabían les serían adversos.
La mejor prueba de ello es
el video que exhibe al servidor público Carlos Salazar Pérez, subsecretario de
Planeación Turística de la Sefotur, quien también era uno de los coordinadores
de la campaña del candidato del PRD. Este funcionario del gobierno del Estado
abiertamente se muestra como responsable de repartir el dinero para la compra
del voto.
Al término de la jornada
comicial, en la recopilación de todas las actas de los resultados obtenidos en
las 988 casillas instaladas en el municipio de Acapulco, conocimos de manera
directa que los números nos habían sido favorables no solamente con el decir de
nuestros representantes sino con las evidencias físicas en nuestras manos.
También descubrimos que
muchos documentos fueron mal hechos, presentan anomalías en su elaboración, hay
numeraciones dobles y triples en el conteo de votos, otros son ilegibles y
otras irregularidades poco explicables. Por ello, tenemos la presunción de
haber sido alterados para beneficiar al candidato del Partido de la Revolución
Democrática.
De la misma manera, fuimos
enterados que en muchas casillas no se contó con la adecuada logística para la
correcta actuación de los funcionarios que fueron asignados, mediante los
procedimientos correspondientes, por el Instituto Electoral de Participación
Ciudadana de Guerrero que fue el juez de las elecciones locales. En muchos
casos, descubrimos que muchos ciudadanos fueron habilitados como funcionarios,
ante la ausencia de los que no quisieron participar como tales, con la
consabida impreparación o capacitación electoral.
Por todo lo anterior,
podemos afirmar que todo el proceso electoral estuvo plagado de vicios
fundamentales que creímos habíamos superado y que fueron practicados cínica y
abiertamente por aquellos que en los discursos critican los vicios electorales
pero en la práctica son devotos practicantes de los mismos.
No puedo omitir comentarles
les solicite a los expertos abogados del PRI y otros más que se sumaron a este
propósito, que a nuestro entender son los mejores del país, que estudiaran el
caso con profundidad para que solo se siguiera el camino jurídico si
encontraban los elementos suficientes para tal fin, con lo que podemos asegurar
que entramos en esta vía completamente ciertos de la validez de nuestros
argumentos y de la contundencia de las pruebas aportadas para impugnar los
resultados que han arrojado los cómputos de las casillas en los siete distritos
electorales que convergen en Acapulco.
Nuestro propósito
fundamental es solicitar a las instancias correspondientes la práctica
transparente del conteo de todas las casillas que permita conocer a todos los
acapulqueños el resultado real de las elecciones para la presidencia municipal
de Acapulco.
No permitiremos que la
voluntad ciudadana sea torcida y burlada por las prácticas tramposas, a todas
luces ilegales, de un grupo de cínicos que creen no haber sido descubiertos por
los propios ciudadanos que los rechazaron abiertamente.
En estos casi 40 días, a
todos les consta que he sido respetuoso de la Ley de Instituciones y
Procedimientos Electorales del Estado de Guerrero que es la que mandata todos y
cada uno de las actuaciones en materia electoral, nos hemos sujetado obediente
y civilizadamente, tanto del gasto como de los procedimientos, somos congruentes
con la propuesta de orden y paz.
Quiero dejar en claro ante
todos ustedes que iremos hasta las últimas instancias judiciales electorales
para defender el triunfo alcanzado en las urnas y que ahora se pretende
arrebatarnos.
Que toda la militancia del PRI y los simpatizantes de nuestro
proyecto por “Mejores Manos para Acapulco” estén serenos y seguros que con la ley en la mano seguiremos defendiendo
su voto y la voluntad popular.
MUCHAS GRACIAS
Dr. Marco Antonio Terán Porcayo.