Bernardo Torres. Chilpancingo, Guerrero. Noviembre del
2012 / ANG.- Organizaciones civiles se congregaron
en la tumba del comandante Ramiro, asesinado el 04 de noviembre de 2009 en el
municipio de Ajuchitlán del Progreso en la Tierra Caliente del Estado, para
rendirle un homenaje.
Las
organizaciones presentes, como el Comité de Desarrollo Comunitario reiteraron
que su muerte propiciada por los grupos del poder económico y político que
desde el Estado, los partidos políticos y los cárteles del narco, mantienen el
control de los pueblos, a través de grupos paramilitares.
Hicieron
una remembranza de su trayecto como luchador social, en el que destacaron las
acciones que emprendió y heredó a la lucha en contra del gobierno, y colocaron
una ofrenda floral en la tumba que se ubica en el Panteón Norte de la Ciudad.
“Hoy
se cumplen ya tres años del asesinato del Comandante Insurgente Ramiro del
ERPI, perpetrado por paramilitares financiados por el cacique Rogaciano Alba
Álvarez y dirigidos por Cayetano Alvarado Palacios, alias El Cuche Blanco, en
una cobarde emboscada con rifle en ráfaga” señalaron.
Negaron
que se exalte con este homenaje la lucha armada, sino más bien exaltaron la
lucha por la vida, por una vida digna, defensa de los derechos humanos y la
construcción de una nueva sociedad e identificados con las causas por las que peleaba
el comandante Ramiro.
Los
presentes—unas 15 personas—representantes de varias organizaciones como el
Tadeco, #YoSoy132 y Asociación de Familiares Desaparecidos, entonaron el
corrido dedicado a este personaje en el que destacan su papel revolucionario
como jefe del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI).
“El
Comandante Ramiro, con sus defectos y sus virtudes, con sus aciertos y sus
desaciertos, como humano que fue pues, representa el ideal de la lucha de miles
de guerrerenses y millones de mexicanos por construir una organización popular
desde abajo y a la izquierda, construir un Programa Nacional de Lucha, por
destruir el Estado capitalista y Neoliberal” rezaron.
Alrededor
de una tumba que aún no está terminada colocaron una lona, con un retrato del
dirigente, una corona de flores artesanales, sobre la que se erige una
escultura metálica conformada por un martillo y una estrella, símbolo del
comunismo, levantaron el puño al entonar el himno de la Internacional.
Manifestaron
que la herencia de Ramiro, sigue presente en las luchas en contra de las
concesiones a Fonatur, la oposición al saqueo de minerales pétreos en
Juchuluca, la Huelga de los Mineros de Taxco, el CECOP, el rechazo a la ACE,
así como en la exigencia de justicia para los asesinados y desaparecidos.
Exigieron
que “tal y como él lo hacía se detenga el despliegue militar en el territorio
comunitario de la CRAC, porque se den garantías y se resuelvan las demandas de
los campesinos desplazados en la Sierra de Petatlán, y porque se retiren las órdenes
de aprehensión contra los dirigentes y luchadores sociales (ANG).