* Facebook y telefonos celulares en la mira para ser interceptados
Gran Bretaña. Marzo del 2012. (Agencia Internacional
de Noticias RT). Este país ya
cuenta con una importante red de cámaras de vigilancia, podría convertirse en
un verdadero 'estado orwelliano'. El gobierno británico busca aprobar una ley
anti-terrorista que permitirá al Gran Hermano vigilar a los ciudadanos de forma
permanente y que sea financiado por su propio bolsillo.
Si
se concreta esta iniciativa promovida bajo la bandera antiterrorista, las
autoridades podrán conocer a golpe de ratón todos los aspectos de la vida de
los ciudadanos: los lugares que uno visite, todos los mensajes que envíe desde
su teléfono móvil, sus desplazamientos, todo lo que diga, haga y hasta lo que
escriba a través de su correo electrónico y mensajes de Facebook.
Toda
la información quedará almacenada en los servidores de empresas proveedoras de
servicio de banda ancha y telefonía móvil por espacio de un año. Aunque esto no
abarcará las conversaciones telefónicas y los mensajes de voz, las autoridades
podrán conocer igualmente con quién mantuvo una conversación, cuándo y desde
qué lugar.
Los
detractores de la idea, principalmente los defensores de los derechos
ciudadanos en materia digital, señalan que la medida vulnera la privacidad y
lleva a las personas a vivir en con miedo, atenazadas por un constante
sentimiento de persecución.
Páguese
el 'funeral' de su propia privacidad
Los
defensores de los derechos civiles coinciden en señalar que esta ley
representaría un cambio radical del concepto de privacidad conocido hasta
ahora.
Para
Jim Killock, director ejecutivo del Grupo de Derechos Abiertos, una
organización de defensa de los derechos de autor, el problema del sistema
reside en que "es invasivo". "Podría ser útil en cualquier
campo, en la evasión de impuestos, en un divorcio o en los derechos de autor.
El terrorismo y los crímenes graves son sólo dos ámbitos más en los que esta
información podría ser usada", concluyó.
Por
su parte, Nick Pickles, el director de la organización sin fines de lucro 'Big
Brother Watch', considera que nos encontramos ante el primer paso del Gobierno
para hacerse con el control de Internet. "El único lugar en el mundo que
tiene este tipo de regulaciones es China. Yo lo siento, pero el Reino Unido no
es China y la ley no debería ser adoptada tratándose de un país que reprime los
derechos humanos", explicó él.
Asimismo, otro aspecto que genera malestar entre los
británicos es lo costoso de la medida: cerca de mil millones de dólares que
habrá de ser aportados por los mismos ciudadanos a través de sus impuestos,
según estiman expertos en seguridad cibernética.
Garantizar
seguridad y no morir en el intento
Este
es el segundo intento del Gobierno Británico de instaurar una legislación que
le permita espiar y seguir a sus ciudadanos. La primera fue propuesta en 2008 y
no contó con el respaldo del Parlamento.
En
esta ocasión el Gobierno esgrime que la medida resulta necesaria para
garantizar la máxima seguridad posible durante los Juegos Olímpicos que se
llevarán a cabo en Londres.
Bajo
este mismo pretexto y para evitar supuestas amenazas terroristas, las autoridades
británicas tienen previsto desplegar drones equipados con cámaras de
vigilancia, buques de guerra anclados en el Támesis, helicópteros de ataque en
régimen de espera y un ejército formado por 50.000 miembros de las fuerzas de
seguridad.