Rosario
Garcia Orozco/NOTYMAS
Chilpancingo,
Gro., noviembre 28 del 2014 (NOTYMAS).- Maestros cetegistas y estudiantes normalistas
pretendieron entrar por la fuerza a la residencia oficial Casa Guerrero y
quemar el inmueble, pero al encontrar las puertas abiertas y a la primera dama,
Rosa Isela Ojeda Rivera, en la entrada para darles la bienvenida, desistieron
de ese acto.
Todo comenzó con una marcha desde la Plaza
Cívica Primer Congreso de Anáhuac -donde se encuentran instalados desde el
pasado 8 de octubre los maestros cetegistas- que recorrió varias calles y
avenidas hasta llegar a la Residencia Oficial.
Al llegar el contingente de unos mil
manifestantes, ya los esperaba en la entrada la esposa del gobernador Rogelio
Ortega Martínez, quien dijo que ese inmueble es la casa del pueblo y no había
razón para que no pudieran entrar los maestros y estudiantes “que hagan de él
lo que gusten hacer, es parte del patrimonio del pueblo y pueden disponer de
él”.
En el lugar no había ni un solo guardia,
sólo cinco personas acompañando a Rosa Isela Ojeda con paños blancos en símbolo
de paz, un escudo del Estado de Guerrero y una Bandera Nacional.
Al hacer uso de la palabra durante el mitin
en la entrada de esas instalaciones un padre de familia de los jóvenes
desaparecidos dijo que el gobierno federal debe ser renovado, completamente,
por eso insistió en la necesidad de que renuncie el presidente Enrique Peña
Nieto y todo su gabinete, “porque ya no es sólo Guerrero el que se manifiesta,
sino varios Estados y países del mundo porque no hay respuestas”.
También pidieron al gobierno del Estado que
deje de manejar informaciones falsas al publicar que los padres de familia
recibieron dinero y becas para el resto de sus hijos “cuando ni siquiera se ha
acercado a nosotros, ni queremos que se acerque porque vamos a seguirlo
rechazando.
En tanto, Reyes Ramos Guerrero, dirigente
estatal de la CETEG, exigió al gobierno federal que deje de burlarse del dolor
de los padres que hoy buscan a sus hijos por 60 días ya y no han encontrado
respuestas, que se haga justicia por los 6 asesinatos de ese día 26 de
septiembre en Iguala y que sean atendidos debidamente los demás jóvenes que
resultaron con lesiones graves.
Al término de ese mitin, se retiraron y un
grupo de trasladó en marcha al campamento ubicado en la Plaza Cívica Primer
Congreso de Anáhuac, pero otro grupo se trasladó el residencial Bugambilias y
prendió fuego con bombas molotov a una casa que albergaba las oficinas del
Programa Escuelas de Tiempo Completo de la Secretaría de Educación. (NOTYMAS)
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