El nuevo gobernador de
Guerrero Rogelio Ortega Martinez, quizás no fue el mejor pero si el mas
adecuado para calmar el ambiente desagradable que se vive actualmente debido a
los hechos escalofriantes que todos conocemos como son la muerte de seis
personas hace días en Iguala, la desaparición de 43 normalistas que aun no
aparecen ni vivos ni muertos, así como la inesperada separación de la gubernatura
del ahora ex mandatario guerrerense Ángel Aguirre Rivero.
Es verdad que el animo del
presidente de la República Enrique Peña Nieto, esta empeñado en volver la
tranquilidad al Estado de Guerrero cuyas acciones negativas por parte de
algunos normalistas compañeros de los desaparecidos han quedado de manifiesto
en una infinidad de casos desagradables, pero desgraciadamente no se ha llegado
al esclarecimiento de los hechos y por ello la sociedad en su conjunto reclama
tareas mas positivas y no solo declaraciones en los medios de comunicación.
Los anterior pues ha dejado
en entredicho las tareas de los nuevos cuerpos policíacos de la federación porque quierase o no, estos no han dado los resultados esperados simple y
sencillamente porque desconocen los lugares de la identidad donde tratan de
realizar sus tareas de búsquedas de los estudiantes desaparecidos.
En ese contexto, siempre
hemos apostado que los integrantes de los cuerpos policíacos de la identidad deberían capacitarse para que estos bajo la coordinación de algunos elementos
de fuera, sean quienes encabecen las indagatorias por ser conocedores de
algunas zonas de la identidad, lo que pudiera tener mejores resultados en la
practica.
Hasta ahora quierase o no
son pocos los avances que se han tenido al respecto para llegar al fondo de los
hechos ya convertidos en tragedia nacional, no solo por la desaparición de los
estudiantes normalistas, sino porque los resultados ya se comienzan a palpar en
la economía del comercio en general lo que pudiera ser catastrófico, porque con el cierre de algunas empresas como ya esta ocurriendo pudiera incrementarse el
desempleo de manera considerable y algunos padres de familia a costa de lo que
fuese, pudieran llegar a cometer graves ilícitos con tal de llevar alimentos a
sus familiares.
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