jueves, 22 de mayo de 2014

Del director


Quizás los representantes de la iglesia católica de Tecpan tengan la razón quizás no en cuanto a protesta por la despenalización a la ley del aborto se refiere, lo que
No se vale es que aprovechando la fe cristiana se obligue a los feligreses a participar en eventos de tal naturaleza que ni siquiera conocen obligados a participar en marchas de protesta (como fue el caso) para obtener la constancia de un documento que acreditaría a los más de 800 participantes de haber asistido al retiro nocturno de sanación llevado acabo la tarde-noche del domingo pasado, de donde partió la caravana precisamente, rumbo a la parroquia central del lugar.
Quizás los más de 2 mil asistentes hubiesen asistido por voluntad propia a ese evento que a todas luces se maneja con confusión hasta por el propio gobierno del estado que sugiere las enmiendas a los integrantes del Congreso Local de dicha ley, porque no se busca despenalizar el delito de la madre que trate de provocarse la expulsión del embrión sin causa justificada, pues de aprobarse las reformas sugeridas, solo se estaría dando una opción a las mujeres que salen embarazadas a través de una violación, o cuando exista in alumbramiento de alto riesgo que ponga en peligro la vida de la madre o del recién nacido.
De acuerdo a cifras que manejaron los agentes de gobernación del estado que cubrieron la marcha-caravana, a esta asistieron alrededor de dos mil personas- divididas de  la siguiente. Poco más de 800 participantes que fueron los que asistieron al “retiro espiritual” o encerrona en las instalaciones de la preparatoria número 6 previo pago de una cuota de cien pesos por personas y obligados a comprar la comida  chatarra que en el interior de la prepa se vendía por parte de la  Iglesia precisamente, luego los más de 500 servidores encargados de imponer el orden y la organización, así como familiares y padrinos de los “recién recibidos”, que dan un total promedio de 2 mil asistentes, igual número que manejaron las autoridades, lo que quiere decir que la participación de la sociedad civil fue mínima en comparación la trascendencia del evento del que dicen que durante la homilía dominical gasta un asistente del curato traído de otro lugar por los encargados de dicho templo parroquial, se puso a bailar al son de las alanzas cristianas que ese domingo por la mañana, se entonaban. 

No hay comentarios: