México.
Septiembre 25 del 2013. La Reforma Educativa y sus leyes
secundarias son, en los hechos, un paso fundamental para construir el México
con Educación de Calidad al que aspiramos. Estos son 6 de sus beneficios:
PRIMERO. Reglas
transparentes y claras que premian el mérito.
Las nuevas condiciones de
ingreso al magisterio permitirán que quienes impartan clases a nuestros niños y
jóvenes, sean aquellos mexicanos que mejor se han preparado y tengan la
capacidad para responder a las exigencias de un aprendizaje efectivo.
SEGUNDO. Nuevas
oportunidades para el desarrollo profesional.
La Ley General del Servicio
Profesional Docente reconoce la importancia de elevar el desempeño docente a
partir de estímulos y apoyos adecuados, así como mejores condiciones para
impartir clases. Quien destaque en su desempeño será objeto de reconocimiento
mediante movimientos laterales o estímulos económicos.
TERCERO. La reforma también
establece obligaciones a las autoridades.
Las nuevas leyes no
solamente imponen obligaciones a los maestros o a quienes desean serlo, sino
también a quienes ejercen funciones de autoridad. La autoridad NO podrá
designar arbitrariamente a quien deba desempeñar estas funciones y se crea el
Sistema de Información y Gestión Educativa, a fin de agilizar los trámites
administrativos y que los maestros y quienes ocupan puestos de dirección o de
supervisión, dediquen mayor tiempo a sus labores con los alumnos.
CUARTO. Fortalecimiento de
las capacidades de gestión de la escuela y aseguramiento de la gratuidad.
Las recientes reformas están
plenamente inspiradas en la convicción de fortalecer la educación pública,
laica y gratuita. Al dotar a la escuela de mayores capacidades de autonomía de
gestión, la autoridad deberá proporcionarle los recursos indispensables para la
realización de sus funciones.
QUINTO. Pleno respeto a los
derechos laborales de los maestros.
La Ley General de Servicio
Profesional Docente facilita la superación de quienes ya trabajan en el Sistema
Educativo Nacional y reconoce el valor de sus aportaciones a la sociedad. Los
maestros que hoy estén en servicio y sean evaluados, mantendrán su plaza, al
tiempo que se establecen estándares de calidad para los de nuevo ingreso. Los
niveles ya logrados por los maestros en Carrera Magisterial están plenamente
protegidos.
SEXTO. Imparcialidad,
objetividad y transparencia de la evaluación.
Se tomaron en cuenta las
voces del magisterio, sobre la necesidad de contar con un sistema de evaluación
justa, objetiva y transparente, que atienda a la gran diversidad de
circunstancias y regiones. El Instituto Nacional para la Evaluación analizará
todos los componentes, procesos y resultados del sistema educativo. Ello
permitirá identificar fallas y deficiencias en la organización y desempeño de
la autoridad que deban ser subsanadas.
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