jueves, 29 de agosto de 2013

El rastro de las armas químicas en la historia





El uso de armas químicas es sinónimo de tragedia humanitaria y violación de la ley internacional. La sospecha de que su uso tiene lugar en Siria trae al recuerdo los casos más tristemente famosos de ataques con armas químicas.

* Segunda batalla de Ypres, I guerra mundial (1914-1918)

Alemania. 29 de Agosto del 2013. (Agencia de Noticias RT). Esta batalla inaugura el uso masivo de armas químicas con fines militares. El 22 de abril de 1915, cerca de la ciudad belga de Ypres, Alemania usó contra las tropas enemigas 180 toneladas de clorhídrico asfixiante. Una niebla verdosa y amarillenta cubrió a las tropas aliadas, causado la intoxicación severa de 15.000 de personas, la tercera parte de las cuales murió.

 Dos años después, la noche del 12 al 13 de julio de 1917 tuvo lugar la Tercera batalla de Ypres. En ella Alemania usó por primera vez el gas mostaza, un agente vesicante que causa ampollas en la piel. En torno a dos mil quinientas personas sufrieron heridas de distinta gravedad, de las que 87 murieron. Por el nombre de la ciudad de Ypres el gas mostaza también se conoce como iperita.  

La segunda guerra sino-japonesa (1937-1945)

Japón usó armas químicas, entre ellas gas mostaza, lewisita, fosgeno, cianuro y otros a gran escala durante su guerra con China. Entre los casos de uso más masivo de gases tóxicos destaca la Batalla de Wuhan de agosto a octubre de 1938, cuando Japón usó gas tóxico en 375 ocasiones diferentes.  

Japón no sólo usó armas químicas en China en el campo de batalla, sino que también llevó a cabo experimentos en humanos, para lo que fue construida una base secreta en Qiqihar llamada el Escuadrón 516. Se estima que decenas de miles de chinos sufrieron por el uso de armas químicas. Después de su derrota, Japón dejó atrás grandes cantidades de armas químicas enterradas en varias provincias de China. Ahora especialistas de ambos países trabajan para encontrarlas y neutralizarlas. 

La guerra en Vietnam (1957-1975)

EE.UU. usó grandes cantidades de armas químicas en Vietnam que afectaron no solo a personas, sino que causaron severos daños ecológicos. Una de las sustancias más tristemente conocidas es el agente naranja que EE.UU. usaba para destruir los bosques donde se escondían los guerrilleros vietnamitas. Entre 1961 y 1971 EE.UU. usó 72 millones de toneladas de este agente. Esta sustancia contiene dioxina: elemento extremadamente tóxico que provoca varias enfermedades y trastornos genéticos. Se estima que alrededor de tres millones de personas has sufrido varios tipos de daño por agente naranja.  

Guerra entre Irán e Irak (1980-1988)

Las partes enfrentadas en esta guerra recurrieron a las armas químicas, lo que fue confirmado por varias organizaciones. El caso más conocido es el bombardeo de la ciudad de Halabja, en marzo de 1988, cuando Irak utilizó varias sustancias tóxicas, entre ellas sarín, tabún, gas mostaza y VX. Se estima que entre cientos y cinco mil personas pudieron morir en estos bombardeos. Según las últimas revelaciones, EE.UU. asistió a Irak en el uso de armas químicas. 

La guerra en Irak (2003-2011)

Pese a que el uso de estas armas está prohibido por la Convención sobre armas químicas, EE.UU. utilizó más de dos mil en la guerra en Irak, según los materiales publicados en la página de WikiLeaks. Naturalmente, la ilegalidad que envuelve a este tipo de armas no anima a los países a confirmar que se sirven de ellas, pero testimonios recabados en Irak confirmarían su uso. De hecho, se ha registrado un crecimiento drástico de los trastornos genéticos en niños de Faluya, donde en 2004 tuvo lugar la que se considera la batalla más terrible desde la de Tet en Vietnam en 1968. Informes sanitarios apuntan a que EE.UU. usó fósforo blanco y uranio empobrecido durante los bombardeos de la ciudad.

Se estima que la tasa de malformaciones atribuidas a estos bombardeos afecta al menos al 15% de la población de la ciudad, lo que supera la tasa de deficiencias genéticas generada por los bombardeos en Hiroshima y Nagasaki.  





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