Del
director
De López Obrador, la misma
cantaleta contra Peña Nieto, nomás que ahora con menos clientelar político que
en años anteriores, cuando visitaba la costa grande, que era el amo y señor de
los aplausos y de las grandes multitudes.
Con lo que se vio el domingo
pasado en los lugares visitados por el aguerrido tabasqueño, se puede anticipar
que al menos en la costa grande, es para el “señito” debut y despedida en su
papel de líder nacional del grupo
MORENA, al que la gran mayoría no asistió ni porque les pagaron el pasaje en urvans. Vaya, ni siquiera porque a muchos
hasta les pagaron la gasolina de sus lujosas camionetas. Es decir, el senecto
líder presidencial, ya ni con sus acalorados discursos contra Peña Nieto o del
sistema político mexicano, convence a los que antes fueron sus seguidores y
ahora, hasta se avergüenzan tomarse la foto con él.
En el zócalo de Tecpan,
Zihuatanejo y Coyuca de Benitez, mas que
una asistencia de buena voluntad, algunas almas pecaminosas, fueron a hacerle
reclamo del porqué no se les habían cumplido algunas de las peticiones que le
hicieron la última vez que visitó esta región en su calidad de candidato
presidencial por parte del PRD y de otras
dos fuerzas políticas, de las que ya se olvidó porque siempre quiere ser él y
nada mas él.
En esta ocasión, brillaron
por su ausencia aquellos políticos que están comiendo con carne y manteca,
gracias al apoyo que obtuvieron por este singular político, del que poco se
puede decir de él en términos comparativos, salvo que su viejo discurso, ese el mismo de hace 25 años, pero
que al país no le aporta nada positivo a través de sus discursos incendiarios y
viscerales, con los que trata de vengarse de las afrentas personales, nunca
mirando por el bien común.
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