domingo, 26 de agosto de 2012

Héctor Astudillo



Juan López

   La decisión mayoritaria de los representantes populares en el Congreso del Estado, a fin de que quien Coordine sus actividades parlamentarias y políticas sea el experimentado diputado Héctor Astudillo Flores, es el principio de una estrategia legislativa, con la que el PRI confía mejorar sus resultados y crear un verdadero equilibrio, entre las diversas corrientes y puntos de interés que se gestan al interior del Congreso.
   ¿Quién es Héctor Astudillo Flores?
   Precisamente un político, formado en la praxis priísta.
   Esto quiere decir mucho. En la mezcolanza de ambiciones que merodean la política, aquel funcionario que haya resistido dos décadas sin desertar de su partido de origen, es tácitamente un hombre político que pertenece a la generación de la lealtad.
   La lealtad, esa semilla que no germina en soledades áridas.
   La democracia es ese medio ambiente de aspiraciones y decepciones, que puede transformar el pensamiento del hombre más genuino y sincero. Hay dolencias que trastornan.
   Cuando nos toca perder nos volvemos seriamente irritables. Es la naturaleza del tigre y también lo es, la de los seres humanos.
   De ahí la obligación de reconocer la nobleza y dignidad de quienes, contra las oscilaciones desfavorables de los resultados electorales y, pese a las befas y deslealtades de marrulleros insoportables, se mantienen en la lid y en los pañales de sus orígenes y, avanzan en los despachos políticos, como es este el caso de Héctor Astudillo, quien se prepara para las contiendes legislativas que habrán de librarse en el Congreso, frente a una mayoría perredista dada a la intolerancia y que hace apenas una década afirmaba “no hay más ruta que la nuestra”.
   Por lo mismo, es factor de regocijo que como Coordinador de los legisladores priístas, haya sido designado por unanimidad, el licenciado Astudillo Flores.
   Político inteligente, interlocutor de experiencia probada en diferentes estratos y establecimientos de las causas públicas, tanto administrativas, como políticas. Funcionario de carácter, de trato cálido, mano amiga respetuosa, educado, gentil, poseedor de una extraordinaria capacidad para la negociación con adversarios, así sean los más antagónicos a su credo y militancia política.
   ¿Que garantiza Héctor Astudillo al frente de esta Comisión que se le delega…Cuáles son sus prendas y antecedentes?
   Un Congreso serio y responsable que fomentará un debate, en el que se sustenten ideas y se discutan procedimientos legislativos.
   De lo cual estamos seguros, dada su formación y vocación, en décadas al frente de responsabilidades mayores.
   Una Cámara de Diputados auténtica, de representación popular y social, genuina. Que cumpla su compromiso constitucional, de ser el eje de la balanza que sustente el equilibrio de los poderes.
   Una puerta abierta a la sociedad, como debe ser un Congreso representativo. Donde se conozcan los padecimientos del pueblo, sus tribulaciones, sus querellas y por supuesto las soluciones que reclama la colectividad política de Guerrero.
   El recinto solemne que magnifique el poder legislativo del Estado, con la jerarquía moral que tuvo su histórico antecedente Los Sentimientos del Anahuac, hace dos siglos.
   Y el asilo inviolable para las ideas, doctrinas y temperamento de la disidencia política, que es diversidad y respeto en la civilidad de la paz, el derecho y la tolerancia.
   Las minorías parlamentarias están obligadas a ser un factor de competencia inteligente. Conseguir el respeto de sus adversarios sustentando opiniones y defendiendo tesis de bienestar colectivo.
   Y más que nada, conseguir la victoria y los consensos de las mayorías -aunque sea minoría el PRI-, porque ese es el ejemplo fidedigno de que tenemos memoria. Ignacio Manuel Altamirano,
-guerrerense ilustre-, con toda la legislatura de su tiempo en su contra, logró anular la Ley de Amnistía que Benito Juárez quería obsequiar a los que habían colaborado con los invasores.
   Se impuso el Indio de Tixtla.
   La razón puede vencer a cualquier mayoría.

PD: “Dame un punto de apoyo y moveré el mundo”: Arquímedes.


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